He estado en este rest. y la verdad el sitio es muy bonito pero faltan profesionales. Pasa siempre lo mismo, contratan a personal sin experiencia para ahorrarse costes y al final les sale el tiro por la culata porque sin profesionales al final el servicio es un desastre.
Almuerzo para cuatro personas. En principio pretendíamos quedarnos en la planta baja, donde sirven tapas y raciones, pero al estar lleno nos decidimos por el restaurante, situado en la primera planta de la casa palacio, que con diferencia es lo mejor del local. Carta de tamaño medio, con platos que no superan los 18 euros. Nos decidimos por el foie micuit con mermelada de pétalos de rosa, bueno de sabor, pero escasísimo de cantidad, canelones de salmorejo con ventresca de atún, que en verdad es una ensalada, y carpacio de pez espada, que estaba aceptable. De plato principal, arroz marinero con bogavante para cuatro personas, bueno de sabor, pero totalmente deficiente en cuanto a punto. Durísimo y con diferente cocción según la zona de la paella. Muy mal. Surtido de postres buenos de sabor, pero mal presentados (alguna tarta totalmente destrozada). Merece una mención el servicio, amable, pero lento y un grave defecto de organización: todo debe pasar por el maitre (solicitud de mesa, acomodación, comandas, servicio del arroz), con la consiguiente dilatación de las esperas y las lógicas prisas por su parte. Como anécdota, a una de las comensales no la dejaban subir sola a la mesa "porque el protocolo del local exige que el maitre la acompañe", y como no, el maitre estaba ocupado. No tomamos vino.
Este restaurante es un lugar interesante en Sevilla para reuniones de grupos de amigo o similar, pues dispone de salas privadas en las que organizar algún que otro evento, sin grandes pretensiones gastronómicas.
El sitio es una antigua casa restauranda, muy bonita, tiene planta baja y dos plantas superiores, en la planta baja existe una barra donde poder tapear y tomar alguna copa de vino.
En lo referente a la comida, tienen una carta variada tanto en entrantes frios como calientes, pescados y carnes.
Lo mejor los entrantes, sobre todo el bacalao frito, el huevo frito con hongos y el foie con esa gelatina de rosas (el foie muy muy escaso para su pvp) y las carnes, lo que menos gustó el pescado a la plancha, pues salió algo seco, a la sal se pidieron 2 lubinas y sí estuvieron bastante bien.
En cuanto a los vinos, la carta tiene bastantes D.O., pero en las D.O. clásicas predominan los clásicos, precios correctos, en algunos casos un poco subidos. Las copas bastante bien.
A mejorar, pues principalmente la organización de los platos, hubo varias confusiones en los platos principales.
Un lugar muy bonito pero la comida muy, muy endeble y el servicio compuesto por personas muy jovenes que no son profesionales (no por juventud) y se nota: malo.
Restaurante bonito,situado en un antiguo palacete con varias plantas,restaurado y acondicionado para ello.La carta de vinos no está mal,no muy amplia pero te permite degustar cosas nuevas y no muy vistas a lo que es normal en la restauración sevillana,además te ofrecen decantar,algo menos normal,todavía,por estos lugares.Las copas bién,si te las cambian,y el servicio atento.Sobre la comida... No sé,me gustaría ir otra vez,pero la verdad es que me decepcionó bastante,buenas ideas pero nula materia prima,sobre todo en las carnes y los postres,y en los entrantes... Todo era originalidad,pero les faltaba sabor.A lo mejor tuve mala suerte,tendría que ir en alguna otra ocasión.70 euros 2 personas con el vino(Coto de Hayas,crianza,9´50)