Guiado por los comentarios acudi a Murcia a este local. De entrada me tiro hacia atras el local limpio pero cn signos de envejecimiento, retro.
Menos mal que la comida es buenísima y de buena relacion calidadprecio.
Solo le falta lavarle la cara al local para convertirse en uno de los mejores restaurantes murcianos.

Local pequeño pero acogedor, con una gran amabilidad por parte del dueño del local.

De entrantes:

Almejas marineras
Patatas rellenas de caviar
Gambas diablas en salsa de nécoras

De plato fuerte:

Bacalao al pil pil - Solomillo de ciervo con trompetas de la muerte

De postre: Crema de almendras

Café - Orujo

Vino: Pago de Carraovejas

El restaurante es pequeño, unas 6-7 mesas, pero dispone de una terraza en la plaza que es una delicia.

Es de corte clásico, tanto en su decoración y mobiliario como en el servicio, de esos de los de antes, el servicio en sala (puede que sea el dueño), es muy atento, muy amable, se pueden notar los años de profesión en ese trato, en las recomendaciones que te hacen y en la conversación que te dan si das pie a ello.

En la comida sin embargo, se permiten algunos toques de autor que se escapan a ese clasicismo, la materia prima es muy buena.

Pedimos el menu de la Abadia (19,60 €).
Consta de tres platillos y una carne, creo que es un menu acertado, la fórmula está bien, tres platillos para comprobar su cocina (es ahí donde vimos los puntos de creatividad) y luego la carne, quedas satisfecho.

- Para empezar unas croquetas de bacalao, pero de bacalao, bacalao, sobre una salsa de pisto realmente buenas
- Después una especie de buñuelo relleno de gamba con salsa de nécoras (también muy bueno)
- El tercer platillo, era berenjena con champiñones y foie encima, algún ingrediente mas habia.... (de nuevo también muy bueno)
- La carne, solomillo de iberico, con unos pimientos de padrón, champiñones y patatas fritas (correcto, aquí es mas difícil sorprender, la carne buena)
- Postre, una crema de almendras espectacular.

Teniamos que conducir así que no quisimos pedir una botella de vino, pero el señor nos ofreció vino por copas, una copita para el conductor y un par de ellas para el copiloto.
Nos ofreció un Marques de la Concordia, que aguantó bien, bien servido de temperatura, en buenas copas, no vi la carta, pero por las botellas que vi por allí, podria estar bien.

Cocina muy original, creativa, cantidad suficiente en los platos, buena calidad de los producutos y trato agradable y atento. Carta de vinos más que sificiente. El sitio me sorpendió gratamente.

Local muy peuqeño pero acogedor. Muy buena cocina. Hay que llamar con bastante antelación para reservar, ya que se completa enseguida. Cuando fui , tomé un menú degustación bastante decente por unos 44€ con todo incluido. La dorada al hojaldre esmuy recomendable. Recomendable