Restaurante La Estación en Úbeda
Restaurante La Estación
País:
España
Provincia:
Localidad:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:
Vino por copas:
No
Precio desde:
21,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Cierra:
miercoles
Nota de cata PRECIO MEDIO:
37 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
8.1
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
8.1
Comida COMIDA
8.1
Precio medio entorno ENTORNO
7.8
RCP CALIDAD-PRECIO
8.5
aperitivo
panna cottas de aceites de oliva con manzana ácida
 milhojas de cordero Segureño con cremoso de breas, vainilla y palo cortado AOEVE espíritu santo picual
tostón dorado, confitado en aceite de oliva picual Cortijo la Torre, melocotón y gel de lima
pulpo frito sobre gachas guijas y crujiente de tostón
Opiniones de La Estación
OPINIONES
14

Le tenía ganas. Había escuchado muy buenas opiniones sobre este local. Finalmente, aprovechando las vacaciones estivales, tuvimos la oportunidad de visitarlo. Como ya han comentado, la decoración del comedor principal evoca un vagón de tren antiguo. Además, disponen de la zona de la bodega y de la barra. Mesas de buen tamaño y correcta separación. Buen menaje. Servicio atento y profesional. Disponen de dos menús por encargo. Carta que mezcla platos tradicionales de la zona con otros más modernos y con un toque de autor. No miré mucho la carta de vinos porque tenía claro lo que quería. El precio, x1,5-x2 aprox. Buenas copas. Servicio consistente en apertura, prueba, primer llenado más algún que otro llenado adicional cuando pasaba algún camarero.

Almuerzo a la carta para tres. Empezamos con una degustación de 3 aceites (Oro Bailén arbequina, Claramunt koroneiki y Verde Esmeralda Imagine picual) acompañados de tres panes para elegir. Siguieron unos aperitivos de los que sólo recuerdo la vajilla, que imitaba una huevera con unos huevos con la cáscara rota (ver foto). Pedimos:

- Lingote de foie, manzana verde, queso de cabra, caramelizada con PX acompañado de mermelada de violetas (15 €) - El queso no lo noté apenas, pero me encantó el conjunto. Acompañado de unas regañás.

- Tartar de atún (21 €) - Sabroso, aunque hubiese agradecido que los trozos fuesen un poco más pequeños.

- Arroz caldoso de chipirones y carabineros (20 €) - Para dos. El precio es por persona. Más bien cremoso, pero espectacular.

- Lomo bajo de vaca vieja, pimientos del Padrón y patatas Deluxe (20,50 €) - La guarnición me pareció algo triste, pero la carne estaba tierna y deliciosa.

No recuerdo exactamente los postres. Creo que pedimos una tarta de queso y un postre con frutas y jenjibre. De cualquier modo, nos encantaron.

Presentaciones cuidadas y buena vajilla.

Para beber, tres botellas de agua (2 €/ud.), una botella (la última) de Paul Bara Millésime 2001 (58 €) y una copa de PX Tradición VOS (6 €).

Completa la cuenta el "pan y servicio" (1,75 €/persona), concepto que se indica en la carta y que no nos dolió en absoluto pagar.

Como me comentó un conocido, hay que ver lo que ha cambiado el panorama gastronómico en Úbeda desde que lo más que ofrecían eran los andrajos. Me encantará repetir para probar alguno de sus menús.

De ruta por Jaén, acabamos bajándonos en esta parada. Salón emulando un lujoso y antiguo vagón de tren (muy bien recreado, por cierto). El servicio, amable y correcto. Comimos a la carta:

Degustación de aceites (como no podía ser de otra forma): todos muy acertados y con muy buen servicio del pan.
De entrante: pulpo frito sobre gachas guijas y crujiente de tostón. Muy, muy bueno. Muy buen tratamiento al pulpo, sabroso. Aunque lo pudiera parecer por el acompañamiento, nada pesado.
De platos principales: tostón dorado, confitado en aceite de oliva picual Cortijo la Torre, melocotón y gel de lima: regular, algo aceitoso y reseco; y milhojas de cordero Segureño con cremoso de breas, vainilla y palo cortado AOEVE espíritu santo picual. En este sí acertamos, delicioso.
Y de postre: panna cottas de aceites de oliva con manzana ácida: no nos decía nada, simple, se quedó en el intento.

Junto con 2 copas de cerveza y un café: 67,30 euros.

  • aperitivo

    aperitivo

  • panna cottas de aceites de oliva con manzana ácida

    panna cottas de aceites de oliva con manzana ácida

  •  milhojas de cordero Segureño con cremoso de breas, vainilla y palo cortado AOEVE espíritu santo picual

    milhojas de cordero Segureño con cremoso de breas, vainilla y palo cortado AOEVE espíritu santo picual

  • tostón dorado, confitado en aceite de oliva picual Cortijo la Torre, melocotón y gel de lima

    tostón dorado, confitado en aceite de oliva picual Cortijo la Torre, melocotón y gel de lima

  • pulpo frito sobre gachas guijas y crujiente de tostón

    pulpo frito sobre gachas guijas y crujiente de tostón

Tras una lluviosa mañana dedicada a callejear por la vecina localidad de Baeza, que al igual que Úbeda anda sobrada de motivos para la visita, acudimos a comer a este restaurante de curiosa decoración (ya han comentado antes que recuerda a un tren de época). El local estaba lleno y quizás por eso el servicio fue algo lento, cosa que, la verdad, no nos importó demasiado pues veíamos que fuera no paraba de llover. Tras estudiar su carta, llena de sugerentes propuestas creativas, nos decantamos finalmente por su menú degustación (35€), consistente en dos entrantes fríos, dos entrantes calientes, un pescado, una carne, un prepostre y un postre. No recuerdo con exactitud todos los platos, pero mencionaré el Rulo de cordero lechal relleno de mollejas sobre un fondo de carne con pera confitada que me pareció de chuparse los dedos. El resto de los platos se encuentran a un nivel algo inferior, siendo en general también muy placenteros. A destacar por sus originales presentaciones las Falsa cerezas sobre fondo de polvo de aceite y la Hamburguesa de calamar.

Si el nivel de su cocina es notable todo lo relacionado con el vino roza el sobresaliente. Su carta es muy amplia, con buena representación de blancos y espumosos, así como de referencias extranjeras, el coperío es de nivel (Riedel), los vinos se presentan y se sirven adecuadamente y el jefe de sala, un enamorado de los vinos, cuenta con conocimientos suficientes. Elegimos un Emilio Rojo 2011, uno de los mejores blancos que recuerdo, y un The End 2010, una garnacha de Jiménez-Landi casi tan grande como el primero. Para acabar, y junto con los cafés, tomamos por invitación de la casa tres diferentes vinos por copas que sirvieron para prolongar la sobremesa hasta casi las 7 de la tarde.

Llevo viviendo 15 años en Jaén y , al principio, el panorama me pareció tristísimo. El famoso "Juanito" me pareció decepcionante y caro para su calidad. Localicé pronto a Casa Antonio, en la ciudad de Jaén, y me convertí en un fijo de "Los Sentidos" en Linares.
Varios amigos me habían hablado de “La Estación”, que no había visitado por falta de ocasión. El pasado día 27 diciembre fui con mi mujer a comer, por primera vez, aprovechando el feliz "abandono”, por un par de días, de mis hijos.
El restaurante estaba absolutamente "petao” a causa de las fechas y tuvimos la mala suerte de tener una mesa enorme-creo que de más de una veintena de personas- a nuestra vera. Hay que decir que la gente de la gran mesa era bastante educada: se les oía, pero era aguantable y lo agradecimos.
El local era agradable, con vajilla y cristalería correcta (Riedel). Nos atendió el Maitre que, creo, además es uno de los dueños, un hombre amable, con una cordialidad sencilla y trato fácil.
Después de comentar el tipo de vinos que nos apetecía nos recomendó un SELA 2009 (Roda), que no conocía. Resultó un vino muy agradable que, a mi entender, huye de la “parkerización”. Frutal, equilibrado y fácil de beber. Por cierto, el servicio del vino fue excelente y, en ningún caso, inferior al de otros restaurantes capitalinos de postín.
Escogimos un menú degustación por 30 € que, tengo que reconocer, no recuerdo bien su composición aunque me parece que eran cuatro entrantes y dos platos principales (bacalao-quizá el plato de menos interés de todos- y cochinillo confitado) más postre.
Hay que reconocer que el día que escogimos era muy complicado para la cocina, pero disfrutamos mucho de todos los platos, de una originalidad comedida, y que se sucedieron con buen ritmo: muy agradable el foie sobre fondo de violetas y nos encantó el Pulpo frito sobre puré de patata. Extraordinario. Lamento haber olvidado el resto del menú pero creo que lo relevante es la satisfactoria sensación con la que el comensal sale del restaurante.

El precio por comensal (cerveza +vino+ aperitivo + menú) fue de 40 €

Un local donde tomar tapas fuera de lo común,un 10 en presentación,calidad,finura y exquisitez.
Realmente sorprendente bajo mi punto de vista,tapas y raciones con un toque muy especial,originales por su presentación y su sabor,nada que ver con el resto de los restaurantes que he visitado en Europa. Me parece imposible que existan lugares como este. ¡Sorprendente!

-ayer mismo.. Uno de mis restauranes preferidos me dejo a medias. Yo todo entuiasmado invite a uno primos que queria sorprender, por su puestro pense en la ´Cantina la Estacion. Sera por ser lunes despues de un puente tan largo les faltaban algunas cosa de la carta como los chanquetes, pulpo etc. Compreendo que cosas frescas, Otro detalle es que la cocinera estaba de camarera, un tanto raro pero segun me esplico el che,,, ue no se porque le dicen el che pero es un tio simptico, risueño, bromista, ay agradable tanto que me dijo que o le daba 20 euros no, me daba mesa luego pilllamos la broma pero el no nos dijo na. Gracias, che, otra cosa es que el tal che es un erudito en elmndo del vino y muy homrado ya que habiamos pedidos dos salmorejos y el dijo que era muho gracias 9,oo menos . Bueno mi queja es que por mucho que se esforzaba el che y segun me dice su mujer monstse que en realidad es la cocinera el servio falta na persona mas. pero yo tambien me pregunto muchas cosas y si condtrata a una personas a mas pero el trato oo es el mismo, y si te cora de mas etc.Pues prefiero esperar pero por favor atiendame ustedes señores propietarios

tratare de ser lo mas escueto y claro a la vez. Sencillamente genial la comida, una presa iberica perfecta de temperatura, textura y punto, y unos andrajos (plato tipico de Ubeda segun me comentaron) acompañado con un vino recomendado por el jefe de sala, un tipo peculiar al que llaman Che. El vino se llamaba Antidoto, un ribera del duero crianza sencillamente extraordinario, por cierto dificil de encontrar puesto que lo he buscado por todas partes y no lo encuentro. Cafe Lavazza con espuma en una taza con dos compartimentos que nunca habia visto. En fin RECOMENDABILISIMO.

Me hablaron de el en el pueblo. y decidimos comer a la entrada una pequeña barra donde nos tomamos una cervezas, alucinados conlas dos tapas que nos pusieron, muy coquetas una fidegua negra en una latita con ali-oli y mejillon, luego, un esparrago blanco empando con salsa de melocoton, relleno de salmon y queso muyyy rico. Comentar el servicio de barra tan atento, y agradable. Pasamos al comedor un vagon de tren coqueto como lo habia visto nunca, volver a recarcar un servicio muy agradable. Tomamos una milhoja de foie, queso de cabra y caramelizada con px. nos invitaron a un vino sudafricano que decian estaban catando Klein Constantia. Una verdadera maravilla el maridaje. nos recomendaron un pulpo frito y muchas gracias por la recomendacion, Seguimos una ventresca de atun excelente la calidad. todo con unas copas de vino blanco fermentado en barrica. Un godello As sortes cubitera copas especiales unas riedel, para vino blanco servicio y conocimiento del vino fuera de lo comun (creo es el dueño). postre no pudimos tomar estavamos llenos la ejecucion y el punto de la ventresca extraoridinario.

Todo por 78.00€ Fabuloso...

En este ultimo año Ubeda ha sufrido una evolución gastronómica y gran parte del merito lo tiene esta familia, han relizado una gran cantidad de eventos nunca realizados en la ciudad, catas maridaje, degustaciones de quesos, de aceites, hasta una matanza muy original organizada en su restaurante, entre tanto divertimento para el cliente, ellos crean en su local un ambiente unico, gracias a sus propietarios, sorprendente debido a la cocina que elaboran, muy elegante en sus formas, explosiva en sabor y atractiva en su puesta en escena.
Hay que resaltar que este equipo de competicion gastronomica han echo de una cantina humilde un restautrante de alta escuela.

Visitando Úbeda y alrededores, nos recomendaron esta cantina y la verdad es que no nos defraudó. Esmerado servicio, original carta y elaboradas presentaciones. Cabe destacar un escenario realmente sorprendente, imitando el vagón de un tren. De lo mejor que comimos fue un nido de chanquetes con huevo y también el postre. Yo pedí cuajada con natillas que sin duda tenían un sabor que nunca había probado. Cuando vuelva a Linares, repetiré.

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