servicio super atento...flojea al final donde te ofrecen chupito gratis y luego no lo traen.
2 adultos y 2 niños.
1 pulpo gallega: 11.90: curiosos, trozos geniales y trozos superduros.
1 croquetas caseras: 6.50 buenas.
3 servicios de arroz con cabarieneros: 43.50 - normal.
cobran el servicio de pan del bebé
bueno el coulant.
dos cages, un zumo, un helado, 2 de agua de medio y media botella de masia bach seco.
101.90
Recientemente hemos estado en dos ocasiones. Ayer, dos personas para comer sin reserva previa.
El local bien preparado y a buena temperatura gracias a la brisa, sin necesidad de conectar el aire acondicionado.
El servicio muy amable y atento, pero sin agobiar.
La comida muy buena. Unas habitas con chipirones de entrante y paella de marisco. Esta última con buena cantidad de acompañamiento (3 gambas, 1 cigala y 5 mejillones, más tropezones, por persona a 13 euros la ración)y buen punto del arroz. Cantidad suficiente, aunque no sobra (quizás para alguien muy comedor pueda parecer justito).
Dos postres, ambos buenos y bien de cantidad.
De beber una botella de blanco de Rueda (Fray Germán) y media agua. Infusión y café (la casa invita a cava o chupito).
En conclusión, buena comida, bien servida y un ambiente tranquilo y agradable.
En Alcossebre creemos que es lo mejor junto con Can Roig.
Nos habian recomendado unos amigos este restaurante de Alcocebre. Sus recomendaciones quedaron cortas. El servicio de comedor es muy amable y profesional, cuidandonos al máximo detalle. Discretos pero sin descuidarnos en ningún momento.
La cocina excepcional. Una cocina tradicional muy bien trabajada y elaborada, que se echa de menos en algunos de esos restaurantes que quieren modernizarse y lo hacen a costa de la calidad de su cocina.
La carta es muy amplia y elaborada. Los entrantes fueron deliciosos para terminar con un arroz espectacular.
Tienen una muy extensa bodega y el servicio del vino por parte del maitre fue muy correcto, sosa que se echa de menos en algunos buenos restaurantes de hoy en dia.
Por nuestra parte una experiencia para repetir y muy recomendable.
Sólo actualizar el comentario del año pasado; este año he ido en dos ocasiones y me reafirmo en la opinión de que en este restaurante al pescado lo tratan mejor que a la carne.
El mero al horno con espinacas, pasas y piñones delicioso, así como el lenguado con gambas y salsa al cava.
Raciones generosas.
Cigalas a la plancha buenísimas -en este caso sólo dos-, a 9 € cada una.
Botella de albariño, -no recuerdo cuál, pero no se pasaba-, cafés y orujos.
Excelente trato, muy profesional, con detalles de entrada e invitación de orujos.
Absolutamente recomendable.
Volvimos al Sancho Panza y esta vez optamos por las carnes, con un resultado inferior a la última vez que fuimos y cenamos a base pescado.
No obstante, tras indicarle al maitre que no me acabó de gustar la paletilla de ternasco, -debido fundamentalmente a la salsa, con cierto regusto a pastilla de caldo concentrado-, lo aceptó de muy buen grado y acto seguido lo comunicó a cocina. Los medallones de solomillo con salsa de mostaza, estaban muy ricos.
Trato excelente, como siempre que hemos ido.
Sin lugar a dudas, se trata mejor al pescado que a la carne.
Hasta el pasado mes de septiembre, nunca había ido a cenar a este restaurante pese a que gran parte de mis vacaciones las disfruto en las playas de Alcossebre.
Desde que entras, te das cuenta de que va a disfrutar de una velada muy agradable; es como esos restaurantes a los que te llevaban tus padres en los años 70.
Trato amabilísimo y mucha profesionalidad, aspectos ambos que se echan de menos en bastantes restaurantes de hoy.
La comida, muy buena; optamos por pedir ostras y a continuación pescado que, tras ser servido en mesa, era retirado con el objeto de limpiarlo de espinas.
En cuanto al vino, sota, caballo y rey, centrado en riojas practicamente en su totalidad y algún ribera, nosotros optamos por un blanco de Marqués de Caceres que no estaba mal.
Relación calidad precio bastante ajustada.
Para mí, mejor que otros restaurantes de la zona, como Can Roig.