Animados por los comentarios anteriores decidimos visitar el Albus y la visita valió la pena.
Nos sentaron en la mesa delante de la espectacular bodega climatizada (una habitación cerrada con vista al comedor). Buena vista.
La comida sin ser el no va más en cuanto a creatividad, de muy buena factura y un trato a la materia prima de primera clase. Carnes de buenísima calidad y combinaciones bien elaboradas. El huevo film con ceps y foie, una delicia.
El vino, con buenas copas Schott, temperatura ideal y una carta de precios ajustados y variada, si bien, para mi gusto, poco atrevida.
El servicio, bueno, sin pasarse, pero bien. El local, bonito sin ser ningun prodigio.
Por unos 35€ + vino, te vas satisfecho y con ganas de repetir.

Despues de haber recorrido los principales rstaurantes de los pirineos, he de decir que este es sin duda el mejor, lejos de servicios elegantes y salones emperifollados este restaurante ofrece un servicio familiar, agradable y muy agradecido... pero la cosa no acaba aqui... cuando comienzan a llegar las viandas percibes que has topado con la cocina de un verdadero artista... el chef, Telmo ha sabido plasmar en sus creaciones el buen hacer y los sabores de la cocina tradicional del pirineo con algunas de las tecnicas mas novedosas.
Una cocina con sentimieto y entusiasta que hace que todo lo que llega a la mesa sea estupendo... y esto solo me ha ocurrido en otros dos restaurantes: Ca L´Enric y Can Roca.

Llevo toda mi vida visitando el pallars y he recorrido varios restaurantes. La cocina tradicional de montaña la llevan a cabo de maravilla en varios sitios, pero el año pasado con agradable sopresa descubrí un nuevo restaurante que no solo elabora los mejores guisos, morro y orella, cap y pota... si no que ha sabido crear presentaciones novedosas a estas elaboraciones y nuevos platos propios. La coca de recapte con foie es deliciosa, la chapata con cigalas y allioli se funde en la boca. Todo acompañado de un ambiente muy agradable y un carta de vinos con referencias de todo el país y muy buenos. Los postres con helados de elaboración propia no te los puedes perder tampoco y atréveta a acompañarlos de un vinito dulce. Para mi es una visita obligada cada vez, para probar los cambios en la carta... gracias al chef Telmo por lo bien que lo haces. Para mi, sin duda alguna, el mejor restaurante de los pirineos catalanes