NEGRO-ROJO es una de las apuestas del Grupo TRAGALUZ en Barcelona, situado en la parte alta de la Diagonal, enfrente del centro comercial L'illa Diagonal, NEGRO-ROJO tiene dos espacios claramente diferenciados y con personalidad propia.
En el piso inferior, ROJO, taberna moderna japonesa con cocina a la vista y mesas compartidas, y que tuve la suerte de disfrutar en otra visita. Muy buen producto y de calidad.
El motivo del comentario es analizar las propuestas de NEGRO, en el piso superior, restaurante de cocina internacionalen un ambiente moderno, con decoración industrial y con hilo musical un tanto elevado. El ambiente ROJO es mas llamativo, en ambos casos el concepto impide la intimidad.
Posibilidad de menu de mediodia (19€), de la carta:
“Huevos estrellados con chipirones”, sorprendente propuesta de los típicos huevos rotos acompañados por mini chipirones que mejoran el conjunto de manera sorprendente. Muy bueno.
“Ceviche de pez blanco”, la propuesta iba acompañada por jugo picante que hacía del conjunto complicado de tomar.
“Steak tartar crudo o vuelta y vuelta”, por supuesto crudo, escasa ración para una muy correcta e interesante propuesta.
En el menú de NEGRO se incluyen propuestas de ROJO, elegimos “Gyoza, Empanadillas de pollo”, realmente muy buenos.
Interesantes postres y buen café.
Posibilidad de recurrir a vino por copas, pedimos un Montsant BANCAL DEL BOSC un tino a base de cabernet sauvignon, garnacha tinta, syrah de Bodegas Vinyes Domènech - Capçanes.
En cuanto al local nada a añadir sobre lo que dice el comentario anterior. es un restaurante coómodo por ubicación y para todos los días, te da la posibilidad de ambos tipos de comida. No vas a disfrutar de una experiencia galáctica es para pasar y un día y poco más. Los platos son correctos sobretodo los primeros, en ocasiones apetecen más dos primeros que no primero y segundo. Es de los restaurantes que la carta es mejor que la comida. En cunato a los vinos otro de esos restaurantes empeñados en elegir vinos no convencionales, con dos claros objetivos: el que sabe de vinos dejarle un margen muy pequeño al difrute, y el que no sabe cobrar más de loq ue deben por un vino que no justifica bajo ningún criterio ese precio, vamos una tomadura de pelo. Una carta de vinos no se hace por a ver quíén pone los más extraños sino por elegir los más adecuados, sobrán toques de esnobismo en este sentido. Conclusión extrañamente comí con agua.
Restaurante japones y comida de vanguardia y diseño ,separado dos plantas muy claramete una esroja totalmente la cocina japonesa, al otra que esta a la altura de la calle color negro decoracion minimalista con detalles de diseño.
lugar de copas o cena musica ambiental segun cocina.desborda el diseño en los platos y en el ambiente.
mejor hacer reserva.Precio por persona 42€ + vino