Triste noticia la de que no hayan llegado a un acuerdo con el Hotel del Carmen este año, con lo que nos quedaremos sin poder disfrutar de su terraza y de las dulces noches de verano. En fin, el local no desmerece en absoluto en su estilo personal que fusiona folklore y diseño. Buena iluminación y separación de mesas, así como vajilla, cubertería y coperío. Había frente a nosotros una mesa de 25 comensales y apenas nos percatamos (también a ellos les doy las gracias por ser "normales" en los tiempos que corren).
Nos atiende un camarero ágil y, tras vacilar con el precio de un Maduresa (18 €!! jarrrlll!! al final todo quedaría en una ilusión, pero yo me pregunto...Si no se rectifica y el precio indicado son 18 €, y lo pido y luego me dicen "no, son 28!" y yo digo "uyyy, pero si AQUI pone 18..." Qué pasaría????) decidimos que, para probar varias de las especialidades, lo mejor será pedir el menú degustación. Son 25 € p.p., bebidas y cafés aparte. No obstante, me parece un precio realmente bueno a juzgar por lo consistente y "largo" del mismo. Para empezar, y como detalle de la casa, unas arbequinas que acompañaron perfectamente la cañita fresca que cada día se agradece más y más. Me dejaré algún plato, pero en síntesis:
- Fritura variada: cazón en adobo (inconmensurable), lágrimas de pollo (buenas, en sustitución de unas alcachofas que, por no ser ya temporada, habían marchado de vacaciones) y buñuelos de bacalao (consistentes en su textura pro ligeros y sabrosos). Al centro de la fuente, un pequeño salsero con mayonesa para acompañar. Sales a unas dos piezas de cada alimento por persona. Las piezas son grandes.
- Berenjenas rebozadas a la andaluza con algo dulce que no acierto a definir (muy ricas, casi una prolongación de la fritura antes descrita).
- Pincho de tortilla, acompañado de pan tostado con tomate y all-i-oli (sobran las palabras; quizá la tortilla algo seca, lo que contrasta con un aspecto, de veras, atractivo en su grosor, color y texturas).
- Minihamburguesas (un plato que choca con la línea general de la cena, pero con una carne de calidad que te hace pensar en qué te comerás realmente en los McDonald's y cía.)
- Rabo de toro estofado (el plato en sí, muy bueno, servido sobre lecho de papitas y zanahoria, el rabo con bastantes partse magras; su digestión, no tanto. He de indicar que esto es un problema personal que, tras una empírica dedicación, he resuelto que padezco. Nada de cosas estofadas por la noche).
- Cazuelita de patatas, dos huevos y chistorra (pues eso, uno de esos platos que no le pueden no gustar a alguien. Sabroso y ya, a estas alturas, incluso prescindible. Una burrada de comida señores...)
- De postre: Torrija coronada con helado (Muy dulce y refrescante).
Como se puede comprobar, no finalizas la cena con sensación de hambre ni mucho menos... De ahí que me permita recomendaros que prescindáis de algún plato que "os mole" menos al realizar la comanda. Sin duda se cena sobradamente. Las frituras y el resto de elaboraciones se realizan en su punto, siendo el rebozado crujiente y sabroso sin resultar aceitoso. Está..."sequito" todo, en su punto de fritura, y eso se agradece.
Para beber, uno de mis fijos: Mestizaje (20 €), servido a buena temperatura y dado a probar. El resto autoservicio. Cafés Nespresso, muy ricos. Al final, salimos a unos 34 euros por persona, lo que me parece aceptable y recomendable. De ahí que os lo transmita. ¡Un saludo!