Com ja han comentat anteriorment la decoració, que personalment em va agradar molt, només afegiré que és un petit restaurant que m'agradaria recomanar a tothom que cerci un bon lloc per a tastar productes de proximitat. Com que només dinàrem nosaltres, el cambrer va estar atent en tot moment. Carta curta però intensa, amb recomanacions de maridatges per a les postres. Carta de vins també curta i, segons ens explicaren, canviant, amb preus per sota de x2 servits a bona temperatura en copes prou correctes. Beguérem un Missenyora 2010 i ens anaren omplint les copes amb certa regularitat.

Tot el que tastàrem tenia una acurada presentació i un gust deliciós. Ens oferiren diversos gustosos tipus de panets (olives verdes, olives negres, poma,...), tot i que, a mida que s'esgotaven, no els reposaven. Amb tot, no em dolgué pagar els 2,90€ del pa. Espectacular el caneló i boníssimes les costelletes de conill "Com Cal" i la coca i l'amanida que l'acompanyaven. M'agradà especialment la presentació dels cargols, tot i que algunes de les salses (tomàquet i pebrot) no les vaig trobar gaire adients. En canvi, em sobtà la barreja de l'allioli amb el gelat de codony, que trobí senzillament deliciosa. També em sorprengué trobar rajada, freqüent a Tarragona però gairebé inexistent a Barcelona. Molt bones també les postres, així com els petit fours que ens posaren tot i no demanar cafès.

Resumint, barreja de cuina d'autor i tradicional que he gaudit molt i molt i procuraré repetir tant com pugui. El recomano absolutament, tot i que no és gens barat.

Fuimos de excursión en tren por la zona y decidimos reservar en este Restaurante. Nos instalaron en un salón con unas vistas horribles y la decoración interior era una colección de óleos vistiendo todas las paredes. Como era un día laborable optamos por el menú de 14,95 porque la variedad de platos que incluía nos pareció suficientemente atractiva. De primeros pedimos una ensalada con mejillones y vinagreta y fideuà de espárragos y gambitas. La vinagreta y los mejillones eran de sabor fuerte y bueno y la ensalada variada tenía un gusto a campo bastante acentuado. La fideuà estaba muy bien conjuntada de sabores, en su punto de cocción, y aliñada con una allioli de manzana exquisito. Ambos platos los sirvieron con una cubertería más típica de una carta supercara que de un menú de diario.
De segundos pedimos lubina con pimientos y un bacalao con tempura de tinta y miel. Los dos platos igualmente buenos y con raciones bastante completas. Nunca había visto ni comido una tempura negra y el dulzor que le aportaba al bacalao hacía una combinación de muy buen gusto y de una estética muy original. Un plato muy atrevido.
Los postres del menú estuvieron a la altura de la más alta exigencia. Tomamos una copa de piña caramelizada con crema catalana de la que resaltaría el exquisito sabor a limón de la crema y una combinación de helado de café, chocolate y bizcocho. El único pequeño "pero" es que el plum-cake o bizcocho estaba un pelín duro pero muy bien presentado y de sabor exquisito. La verdad es que para nosotros el menú resultó sorprendente y de una calidad y presentación inusuales. El vino y el servicio fueron muy sencillos.
Sin duda deben mejorar en vestir las mesas y en el servicio pero tienen lo principal que tiene que tener un buen restaurante, buena comida y generosidad a la hora de servirla.

El local dispone de un hall, que es la zona de fumadores, en el tienen una carta de coctails, i la carta de licores.
Es espacioso entre mesa i mesa,el servicio fue correcto, tomamos un cava tutusaus 12 € que no conocía y la verdad me sorprendió, de primeros platos una ensalada de ceps con vieiras y carpacció de gamba, una sopa de guisantes con buey de mar y caviar de trucha `` increíble , una tarrina de foie con ratafía i manzana y un carpaccio de salmón con bacalao, habitas y pistachos.Después nos tomamos un Pazo do Mar expresión 11,90€, de segundos una escorpora con bacón, escaluña y cohombros de mar, rodaballo en suquet, cigala i trompetas amarillas,cordero con ibérico, trufa i trompetas y yo me tome un arroz de caracoles, conejo i habitas `` increíble´´, de postre un brownie con manzana, helado de almendra, aceite de cacao , y un mel i mato con helado de pistachos, azafrán y piñones.Después nos tomamos 2 copas de wisky , tienes la posibilidad de catar en copas de degustación de 3 centilitros, un Lagavulin 16 años y un paddy. Tienen una hoja con la cata de cada wisky.Salio la cena por 198 € , con bebida incluida y cafés. Relación calidad precio increíble, volveremos.