Restaurante Las Piscinas en Villacarriedo
Restaurante Las Piscinas
País:
España
Provincia:
Localidad:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:

Añadir vino por copa

Precio desde:
14,65 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
37 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
7.9
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
7.6
Comida COMIDA
8.1
Precio medio entorno ENTORNO
7.1
RCP CALIDAD-PRECIO
9.1
Tarta de queso horneada
Albóndigas de buey
Huevos revueltos con patatas y foie
Sopa de pollo
Croquetas caseras: jamón y queso azul
El vino: Algueira Carravel
Albóndigas de buey
Tarta de queso
Huevos rotos con patatas y foie frito
Tarta de galleta
Callos de Wagyu
Riñones de lechazo
Albóndigas de buey
Escabeche de bonito
Tosta de foie y tomate
Tequila
Cocido Montañés
Corte de la carne
chuletón
Opiniones de Las Piscinas
OPINIONES
64
Tercera y última parada para comer en nuestro finde gastronómico: En pleno corazón de los valles pasiegos se encuentra este pequeño gran restaurante, bien conocido por los gourmets. No en vano, su propietario y alma máter Fonso es un gastrónomo inquieto que cuida especialmente bien el vino, lo que se traduce en una de las cartas más interesante de Cantabria. ¡Y a qué precios!¡Así sí que se puede beber bien!
El restaurante dispone de dos comedores amplios y una terraza aclimatada para celebraciones, pero aún así es recomendable reservar porque suele llenarse con facilidad.
Comida tras la cual toca conducir, así que optamos por no excedernos pidiendo platos de tan apetitosa carta. Estos fueron los elegidos:
- Aperitivo: Tosta de paté con mermelada dulce. Rico detalle de cortesía, con un buen AOVE y sal en escamas. Buen presagio.
- Sopa de pollo (4,50€): Sabroso caldo bien desgrasado con trocitos de carne y huevo, tan casera como la que podríamos hacer en casa.
- Croquetas caseras (6€): 8 excelentes croquetas, de jamón y queso azul, con una bechamel cremosa y un fino rebozado. Riquísimas.
- Huevos rotos con patatas y foie (17,50€): Los huevos se rompen en presencia del comensal. Fantásticos todos los ingredientes del plato, deliciosa la combinación dulce-salada con la que se trabaja el foie, que aporta una sabrosura espectacular al conjunto. Con esto y una buena botella de vino es difícil no ser feliz.
- Albóndigas de buey (10€): Uno de los platos estrella del local. Pese a que estaban riquísimas de sabor (la salsa es para dejar la panera vacía), la textura me pareció algo gomosa, quizá el corte de la carne utilizada sea algo más fibroso, o quizá le faltase un punto de cocción... Buenas, pero las he comido mejores.
- Tarta de queso horneada (4,40€): Mi lado goloso pudo más que el estómago pleno que llevábamos y no me pude resistir a probar esta maravilla, que se ofrece horneada o sin hornear, al gusto del comensal. Cremosísima y con el dulzor equilibrado, con base de galleta.

Acompañamos este festín con uno de "los otros", epígrafe de la carta en la que Fonso engloba los vinos seleccionados por él. Estaba entre un Clos Martinet (a unos irrisorios 38€) y un Algueira Carravel (22€). Dejé la elección en manos del jefe y, en un alarde de profesionalidad, decidió seleccionar el más económico por considerar que estaría más redondo para beber. Y doy fe de que su elección fue acertada, una mencía fragante y profunda que acompañó toda la comida fabulosamente, hasta tal punto que nos terminamos la botella mi mujer y yo (rara vez pasamos de la mitad de la botella de tinto en una comida). Vino servido en copas de nivel (Spiegelau), por supuesto.

Como buenos enochalados intercambiamos impresiones sobre algunos vinos con Fonso y salimos felices como perdices de su casa, que al final es de lo que se trata.

Todo un diamante que recomendamos encarecidamente a quienes disfrutan de la buena mesa. Ojalá podamos volver pronto a disfrutarlo de nuevo.
  • Tarta de queso horneada

    Tarta de queso horneada

  • Albóndigas de buey

    Albóndigas de buey

  • Huevos revueltos con patatas y foie

    Huevos revueltos con patatas y foie

  • Sopa de pollo

    Sopa de pollo

  • Croquetas caseras: jamón y queso azul

    Croquetas caseras: jamón y queso azul

  • El vino: Algueira Carravel

    El vino: Algueira Carravel

Primera parada de nuestros días por Cantabria. Semanas antes miro dónde puedo parar y Verema me dice, aquí debes parar.

Yo, como soy muy obediente hago mis deberes y reservo con antelación.

El restaurante se encuentra en el Bar/Restaurante de las piscinas de Villacarriedo. Nos acomodan en una mesa de sala con cristalera y vistas a la piscina y exterior.

Nos muestran la carta y nos comentan a viva voz las recomendaciones. Ya había leido lo que más se pide por lo que vamos a ello.

Ración de croquetas, media ración de huevos rotos con foie, albóndigas y chuletón. De beber un Dinastia Vivancos que llegó un poco más caliente de lo esperado y agua. De postre una tarta de queso y otra que no recuerdo el nombre, pero de hojaldre y crema.

Ración de croquetas: Todas de jamón. Muy buenas

Huevos rotos con foie. Aquí venía con muchas expectativas por la fama que le precede y por que soy un enamorado del foie y los rotos. La salsa que lleva el conjunto es de las que te debe gustar para poder disfrutarlos al 100%. Hay que decir que están muy buenos, los mejores, para gustos, en mi caso no, pero si eres un amante de todo ello, hay que probarlos sí o sí.

Albóndigas: Buena ración con un sabor de estas excelente. Se nota una carne de 10.

Chuletón: 1 Kg de chuletón cortado y servido con placa para poder hacerla al gusto. Si necesitas otra te la traen sin problema. Muy buen sabor. Lo disfrutamos.

Aquí ya íbamos llenos, pero yo ya me había encargado al tomar la comanda de pedir la tarta de queso al horno. Al verla llegar y una vez en la mesa sabes que va a ser de otra Galaxia. Y así fué, de llorar .... La mejor que he probado. Volvería todos los días a comerla. Todavía la recuerdo.

Para terminar un cortado con hielo y un carajillo de bayles con hielo. Servido como debe de ser, bayles en el hielo y café aparte.

Total 80€. Excelente RCP. El precio por persona lo dividiré entre 3 al ser 2 adultos y 2 niños.

En conclusión, no hay que perdérselo y espero volver lo antes posible.

Siguiendo los consejos veremeros, este añó sí hemos podido conocer el restaurante de Fonso...y quedamos contentos.

Cerveza y vermú de solera( leido en la crítica que antecede, acierto). Un par de copas de vino para la carne.

Ensalada, chuletón de mas de kilo, y albóndigas de buey( para los "peques"; una me la agencié yo!!). Todo rico, muy rico.

La afamada tarta de queso(esta no era horneada, aunque hablamos sobre ella con Fonso...), y helado de yogurt.

Trato, servicio...bueno, y amable.

Excelente RCP.( 62 e.)

Las piscinas. El bueno de Fonso. Como quieran llamarlo, un sitio especial!!.

Ibamos con las ideas muy claras. Huevos con foie y una chuleta. Nunca habiamos probado la carne en esta casa y después de ver y observar en anteriores visitas las que salían a otras mesas decidimos que este dia, sería nuestra mesa una de las agraciadas.

LLegamos, puntuales como siempre!! Frío dia, este año hace invierno de verdad en Cantabria. Mientras esperamos a que nos indiquen la mesa Mila toma un buen moscato y yo un vermú de solera bien rico. Las aceitunas que lo acompañan de muy buena calidad, como todo en esta casa.

Nos sentamos, no sin antes un gran recibimiento por parte de toda la plantilla que te hace sentir como en el comedor de tu propia casa. Fonso se nos acerca, nos indica lo que hay de carta y fuera de la misma. Nos hace la pregunta...

-"¿os gusta la tarta de queso? . Estamos haciendo una horneada de cojones"

Mila y yo nos miramos e indicamos - "nos encanta la tarta de queso!!!" 

- Esta la teneís que probar, os guardo unas raciones porque apenas me queda"

Hablamos de tartas de queso. Recientemente habia estado con Ignacio Solana en Zuberoa y le encantó, nosotros le comentamos nuestra experiencia en dicho sitio y le indicamos que como la de Cañadio no la hay, pero ultimamente en La Solana la están bordando.  Un camarero indica, que ha probado la de Cañadio y esta le gusta más. Fonso dice - "Que bien vendeís el producto de casa!!".

 

Al lío! De entrada su magnifica tosta de foie con naranaja. Es lo único que tiene sal en la comida. No hace falta ni indicarselo a Fonso, tomando la comanda antes de decir nada ya lo dice él -"Sin sal".

Los huevos... ese foie... esas patatas... podríamos comerlos a diario y yo creo que no nos cansariamos de ellos. Nos encantan!!!

La chuleta, algo más de kilo. Estupenda. Para la calidad de la misma, se me hizo barata; 38€ kilo.

Llega el plato deseado!!!! La tarta de queso!!!! Menuda pinta que tiene!!! Hago un video para un amigo, para reirnos un rato. Primer bocado, textura estupenda!! Un sabor marcado al final de queso azul, suave pero con el regustillo sano del mismo. Otro trozo a la boca, comenzamos a comparar. Esta buena, muy buena. Otro trozo... la parte trasera de la misma estupenda... Esto se acaba... de 9!!! Fonso nos pide opnión. Solo le indicamos que esta de la ostia, pero que si lo sirve caliente ya te pasas. Hará pruebas, estoy convencido y conseguirá una de las mejores tartas de queso horneadas de este maravilloso país!!

El pan como siempre, de muy buena calidad! Viene al dedo para mojar la yema de los huevos!!

Para beber, nos pregunta si queremos cava pero hoy queremos un poco de champagne. Se le enciende la bombilla y llama a su hotel, la Alfonsina y manda a un camarero raudo y veloz a por una botella en concreto, añada del 2009. Poirot. Un pelín subido de temperatura al principio, pero trás su paso por la cubitera acompañó estupendamente toda la comida.

Los café culminaron una comida estupenda.

Nos encanta, el sitio, el trato, la comida y todo lo demás que rodea magicamente a este establecimento! Para nosotros, un indispensable en la gastronomía cantabra!!!

Primera experiencia en Las Piscinas, con expectativas muy altas tras los comentarios de tanto veremero ilustre.

Comimos en una sala pequeña muy acogedora, con decoración rústica y a la vez elegante. No tuvimos la suerte de conocer a Fonso, pero la atención de Juanjo fue tan extraordinaria que no lo echamos de menos. Transmite pasión por el vino y sus recomendaciones fueron acertadísimas: un albariño Do Ferreiro Cepas Vellas 2015 de altísimo nivel y un tinto riojano Sela 2013 que nos sorprendió gratamente. Como remate nos trajo un par de copas de PX casi en punto de congelación con una textura espectacular y riquísimo de sabor, con el dulzor my controlado por el frio.

La comida de un nivel altísimo, la materia prima insuperable y la elaboración como me gustaría hacer a mi en mi casa si supiese cocinar... Indudablemente de los mejores riñones que he comido, callos sabrosísimos, un escabeche de bonito supremo, y unos huevos con patatas y foie con categoría mítica.

Una experiencia que sin duda repetiremos.

Hay restaurantes en los que uno se siente como si ya hubiese estado sin ni tan siquiera haber cruzado el umbral de sus puertas. Servidor ha leído tantas valoraciones y ha escuchado tantas experiencias en lugares como el que nos ocupa que llega a él completamente empapado de la filosofía del local, de su carta, del personal… Sobre Las Piscinas de Villacarriedo he recibido tanta y tan buena información que era inevitable pasarse por allí en nuestro periplo por tierras norteñas.

Hice la reserva la semana anterior y no hubo problemas. Menos mal. Una vez en el restaurante pude observar cómo se llenaron ambos salones y cómo tuvieron que decirles a varios clientes que llegaron sin reserva que no tenían mesa para ellos, siempre con educación y respeto.

Tras tomar unas cañas en la barra y unas deliciosas aceitunas fuimos acomodados en el salón más antiguo. Anexo al caserón del restaurante hay un salón con decoración más moderna y muy bonito pues todas sus paredes son acristaladas y con preciosas vistas a las arboledas que rodean el local. EL comedor de dentro no está exento de su encanto: rústico a rabiar, con el envigado de maderas, el mobiliario antiguo, el pavimento, las cortinas, las lámparas y un montón de detalles colgados en sus paredes o expuestos en sus estanterías.

Ojeamos la carta y pedimos consejo a Fonso pues llegábamos con la clara intención de degustar la chuleta de vaca vieja y queríamos llegar pletóricos de fuerzas al último pase. Él mismo fue quien confeccionó la comanda, siempre consultando con nosotros, claro está.

- Pincho de foie: aperitivo cortesía de la casa. Buen producto con la mínima manipulación. Empezamos bien.

- Bonito en escabeche (1/2 ración): Imperdible e imprescindible, nos indicó Fonso. Cierto. Tierno pero firme el lomo del animal y rico el escabeche. Cuenta la leyenda que se usa un poco de vermut en su elaboración ¿Será eso? Más que suficiente la ración ¿Cómo será la ración entera?

- Mollejas rebozadas: Ricas, aunque las prefiero salteadas, ciertamente.

- La susodicha chuleta de vaca vieja (1,100 gr): Corte perfecto, punto excepcional. Quienes tienen a bien leer mis valoraciones en este portal quizás hayan visto que tomé chuleta un par de días antes en un asador en Lezo. Mucho mejor ésta, Hablaba allí de la grasa en la carne y que no pude disfrutar de ella en aquella comida. La grasa de esta chuleta era pura mantequilla, una delicia. Se sirven una especie de bandejas calientes para conseguir degustar cada cachito a la temperatura idónea y se van sustituyendo continuamente. Acierto.

Tarta de galletas con chocolate: Me quedé con las ganas de probar la tarta de queso, pero mi acompañante no es gran amante de ellos. Ésta estaba rica, rebosaba tradición y honradez. La tarta de toda la vida.

En el apartado de vinos nos pusimos también en manos de Fonso con la única indicación de huir de vinos mediterráneos. Gran lección al exponernos que no debemos renunciar a nuestros grandes vinos de Valencia y Alicante. Huir de los vinos malos, sean de donde sean, y disfrutar de los buenos sin atender a su procedencia, esa es la actitud. Nos sacó “de abajo” – cito literalmente – un vino que no tenía en la carta: Chateau Crabitey 2004. El propio Fonso descorchó (tapón impoluto) y nos dio a catar con la indicación expresa que le fuésemos sinceros. Si no gusta, lo cambiamos. Pruebo y pido que le demos un tiempo. A los tres minutos en la copa, el vino se abre y resulta plenamente placentero: suave, pero con personalidad, asentado, pero completamente vivo… maridó bien con todos los pases, incluso con la tarta con la que apuramos los últimos sorbos.

El servicio estuvo perfecto. Si tardaron un pelín al principio fue por qué llegamos junto al aluvión máximo de clientes y la pequeña tardanza fue suficientemente compensada con el buen hacer de todos cuantos se acercaron a servirnos a nuestra mesa. Amables, profesionales, simpáticos… Ello, junto a la infinidad de referencias en la carta que resultaban tremendamente apetitosas y una excelente RCP me llevan a pensar que, de vivir por la zona, Las Piscinas sería uno de esos locales a los que uno jamás se cansa de volver para que le den bien de comer y de beber. Gracias a “los ilustres cántabros” de Verema y gracias al equipo de Las Piscinas.

Mucho tiempo leyendo comentarios de este restaurante cántabro, y tantas recomendaciones por parte de amigos veremeros y por fin llegó el día. Y no decepcionó en absoluto. Muy buena cocina y una más que interesante selección de vinos lo ponen fácil, la verdad. Decidimos compartir unas raciones. Pedimos:

- Escabeche de bonito: pedimos media ración, pero vaya media ración! Simplemente perfecto. El mejor escabeche que he comido en mi vida, una delicia. De 10.

- Callos de Wagyu: también media ración de un tamaña considerable y acompañados de unas muy buenas patatas fritas. Muy buenos, salsa melosa, puntillo picante y buen chorizo acompañante.

- Rabas de chipirón: hay que probarlas en todas partes ;-) Buen rebozado, nada aceitosas y tiernas. Muy buenas, claro.

- Huevos rotos con patatas y foie fresco frito: otro de esos platos legendarios por los que uno vendría aquí expresamente desde muy lejos. Llevan una especie de salsa dulzona que completa un conjunto espectacular. De vicio!

- Albóndigas de buey: al nivel de su fama, acompañadas de patatas fritas, aunque ya estábamos en las últimas cuando nos las sacaron. Así y todo no quedó ni rastro de ellas.

De postre yo me pedí otro clásico de Las Piscinas como es la tarta de galleta, buenísima, para repetir! Rosa se pidió una tarta de queso, que pude probar y estaba brutal, y las nenas si no recuerdo mal unos yogures. 

Para beber pedimos una botella de André Clouet Grande Réserve brut, muy buen champagne que ya conocíamos y que acompañó maravillosamente una comida tan variada. Por cierto, el precio de los vinos es cojonudo. Este champagne nos salió por 36 €, o sea, unos 7-8 € por encima del precio en tienda.

Respecto al servicio, muy amables, eficientes y atentos al comensal. Nos atendieron un chaval joven muy majo y Fonso, que vino en cuanto les preguntamos por opciones de vinos fuera de carta, que tienen unas cuantas.

El precio total para los 2 adultos y las 2 nenas (5 y 8 años) fue de 105'30 €, muy bueno para lo comido y bebido, tanto en calidad como en cantidad. El precio por persona está calculado contando 3 comensales.

Nuestra idea inicial era hacer un par de visitas para poder probar el máximo número de platos, pero no fue posible. Una lástima, aunque estoy seguro que algún día volveré "donde Fonso" a disfrutar de su cocina y esa interesante selección de vinos.

P.D. acabo de ver que es mi comentario número 100 en la sección de restaurantes! :-D La verdad es que me hace ilusión que haya sido precisamente Las Piscinas el que ostente este número tan redondo, ya que llevaba muuuuucho tiempo soñando con pasarme por aquí ;-)

  • Albóndigas de buey

    Albóndigas de buey

  • Tarta de queso

    Tarta de queso

  • Huevos rotos con patatas y foie frito

    Huevos rotos con patatas y foie frito

Segundo día en Cantabria. Guiado por los múltiples comentarios de Verema y ya que estamos por los valles pasiegos reservè el día antes en Las Piscinas de Villacarriedo. Y sí, los comentarios anteriores tenían toda la razón, en esta casa se come muy bien.

Para empezar compartimos una ensalada especial, con unos excelentes tomates y unas buenas croquetas, cremosas y con un rebozado fino y nada aceitoso. Además, por invitación de la casa un par de montaditos de foie excelentes.

De segundos, un filete para mi compañera, rica carne y yo me decido por las albóndigas de buey, 6 de buen tamaño, gustosas y con una salsa para mojar pan a saco. Ambos platos acompañados de patatas fritas caseras. 

De postre una buena tarta de queso a compartir. Con los 30° de este día en Villacarriedo el cuerpo no podía con más calorías.

botella de agua y 4 copas de tinto de Ribera del Duero, Arroyo crianza.

cafés invitación de la casa. 47€ todo lo servido, una RCP cojonuda. No hay que perdérselo si se está por la zona.

Le tenía muchas ganas a este local, y aprovechando que la autovia ya llega cerca y que Fonso ha montado un hotelito muy majo cerca, decidimos no esperar más, así que mas vale tarde…, y este día lo dedicamos a Fonso y sus locales.

Llegamos sobre las doce al hotel , bonito , nuevo , decorado con mucho gusto y cerca de los valles pasiegos , unas vistas espectaculares , Fonso nos comento donde y que hacer hasta la hora de la comida , no fuimos muy lejos , Abianzo , un pueblo desde donde se ve un bonito paisaje , también aproveche para comprar queso de la Jaradilla , a cinco minutos de Villacarriedo .

Nos acercamos a las piscinas, había ya mucha gente y Fonso nos atendió en cuanto pudo, que fue muy rapido, para como estaba el local de concurrido.

Como habíamos cogido una oferta de cena con la reserva del hotel, cosa muy interesante, Fonso nos recomendó algunos platos, ya que otros los teníamos en el menú de la cena .

Empezamos con un aperitivo de foie con mermelada de cebolla caramelizada, en tosta frita en aceite, buen principio.

Croquetas caseras de pollo, cremosas, crujientes, sabrosas, de libro, como os tengo dicho, donde saben hacer croquetas se come muy bien, ocho de buen tamaño, por 5€.

Judiones de la granja con setas y baicon, una buena ración, para compartir entre los tres, muy buena ejecución, buen punto de sabor y unos judiones de mantequilla, perrechicos , boletus y sitake , 7,75€.

Patatas paja, huevo de corral y matanza, chorizo, panceta y lomo, revuelto de la casa, 12,5€, un regalo, que calidad de producto, matanza casera, se rebaño to.

Aquí me pedí media de callos de wagyu, muy buenos, 7,75€, Fonso no me dejo pedir mas y con razón.

Como principal, aunque todos eran principales e indispensables, CABRITO, si lo pongo con mayúsculas, estofado y pasado por el horno, para darle el punto crujiente, simplemente espectacular , para mi , a nivel del cordero del Mannix o del buey de Ca Joan , al menos disfrute tanto como en esos dos lugares con esta carne , mantequilla , sabroso , crujiente , de la ostia .

Con ricas patatitas y una buena ensalada de lechuga y cebolla roja y a 17€ la racion por tres, 51€, encantado.

Postres, que semos de Bilbao, tarta de galleta, tarta de queso, muy rica y de hojaldre de mantequilla de Lierganes, parecida a la de Torrelavega, también de mantequilla a 4€ y poco cada uno.

Para beber me puse en manos de Fonso, comentándole mis gustos, una de Castro de Valtuille 2015 a 14,5€ y otra, de la que deje la mitad o menos para la cena, El Teson, no me acuerdo añada por 25,5€, como veréis por debajo del precio de compra o a ese precio, un regalo.
Un gin de siderit, o dos, invitación de la casa, un rato en el parque que hay fuera, para que jugase Uxue.

Encantados, nos fuimos al hotel a descansar para la cena, somos profesionales.

Ahora la cena, como os digo incluida en un pack con la reserva del hotel, decir que habitación para los tres con la cena y un desayuno, que dejo para el final, 120€, era una oferta de los enamorados, que Fonso tuvo a bien adaptar para la familia, muchas gracias.

Como si de un deja vu se tratase, hay estábamos otra vez, eso si benditos deja vu.

Empezamos con una ensalada de melón a la plancha, salmón ahumado y jamón al horno, lo confieso, estábamos derrotados, somos de Bilbao, pero no del centro, centro, no había suficiente espacio de tiempo entre ese pedazo de comida y la cena.

Bueno con la ensalada acabamos, unos pimientos de piquillo confitados, riquísimos con anchoas en salazón, estos me los comí yo, casi todos.

Rica merluza en tempura, se agradecía algo más liviano, aunque ya estábamos cansados de comer, que suerte.

Quizás por ese motivo los famosos huevos con patatas y foie , y si era foie , no mousse , ni pate , bueno , pues pasaron sin pena , ni gloria , una lastima , no les sacamos chupe , aunque los comimos , ya estábamos agotados .

Así que deciros de las albondigas de buey, digamos, que no fueron “catadas”, con demasiado buen criterio, en resumen me quedo con la comida de lejos, pero probablemente de habernos puesto lo de la cena en la comida y viceversa , nos hubiese pasado parecido, así que puntuare mi experiencia a la hora de comer y ese Cabrito, para mi sube la media de cocina, que seria de un 7, buenona a un 8,5, muy buenona.

Para beber una botella de gramona imperial a 18€, otro regalo y lo que me quedaba del vino de Raúl Perez.

El servicio, joven y súper profesional y muy simpático en general y Fonso un crack, y un tío currela, restaurante, hotel, restaurante.

El tema vino lo puntuó en base a los magníficos precios, el tema servicio, es lo normal, de un local de estas características, comida casera, muy buena, generosas raciones, local a tope, pues botella, abierta y punto, que para mi sobra.

Aprovecho para hablaros del desayuno del domingo en Alfonsina, el hotel de Fonso y no, el nombre no tiene nada que ver con Fonso, fue cosa del decorador.

Quince aceites para elegir , de primera calidad , jamón , cecina , fruta , yogurt y queso fresco , sobados y quesadilla pasiega de calidad , como no podía ser menos , bizcochos artesanos , zumo de naranja natural , etc, etc, etc .

Resumiendo un completo en toda regla, merece la pena muy mucho, esta estancia gastronómica, gracias Fonso, un placer y hasta la próxima.

El precio es sin el vino .

Como siempre, un placer visitar esta casa. El local a reventar, pero quizás decir a reventar es quedarse corto porque pocas jamás lo habíamos visto tan lleno.

Hoy estábamos acompañados de dos pequeñas fieras! Así que ellas mandan que se come en esta casa! Fonso nos recibe como siempre, nos canta las cosillas que hay y empezamos a pensar. Las pequeñas lo tienen muy claro:

De entrada pedimos, una ración de croquetas, soberbias. A ello le siguió una ración de almejas en salsa verde, con buen producto y una salsa que acompaña a mojar el estupendo pan que te sirven en este establecimiento. Luego, una ración de albóndigas, demasiada sal tenían pero hay que decir que todo lo demás, incluido el aperitivo de tostar de pan con fije, no tenía ni gota de sal. Después de todo esto, una ración de buen tomate con queso. Riquísimo.

Si, después de todo esto queríamos más. Pidiendo me vine arriba y propuse una de huevos con foie tanto para Mila como para mí, pero nos dijeron que si queríamos flotar después de todo esto. Con la ración que compartimos Mila y yo nos quedamos flotando, pero flotando de felicidad!

De beber, kas de naranja, nuestra, agua y media botellita de un cava que había traído Fonso para probarlo. Estaba muy bueno, pero ni idea del nombre!

Sin sitio para postre. Los cafés y a segur disfrutando del día!

Lo dicho, un sitio para volver un día detrás de otro!

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