Disfrutamos como xiquillos! Y nos lo comimos todo toíto to!
Felicidades al equipo Maralba.
Ada
Los Reyes Magos nos regalaron un bonito día de excursión por Almansa y tras visitar su castillo, subiendo hasta lo más alto de su torre del homenaje para abrir el apetito, nos presentamos en Maralba.
Atmósfera tranquila, un punto íntima, con luz tenue y buena selección musical de fondo a volumen adecuado. Recibimiento cálido. Una vez acomodados optamos, como no podía ser de otra forma, por el Menú Sorpresa (63 €) que quedó así:
Un primer pase compuesto por una Torta de Gachamigas con Piel de Sardina Salada, crujiente y repleta de sustancia que conseguía, con ese toque de la sardina, aumentar las buenas sensaciones. Un bocadito de Lomo de Orza artesanal de corte fino emulando una especie de ravioli que en boca resultaba suave, quizás demasiado. Una copita de Granizado de Cuerva, preparación con una base similar a la sangría con un puntito alto de vodka que, en mi opinión, pudiera estar mejor ubicado como colofón de los aperitivos.
Un segundo pase en el que nos encontramos con el Almuerzo Manchego que consistía en una yema de huevo cuasi líquida envuelta en pimiento y patata con una cobertura de fino rebozado y un filetito de sardina escabechada a modo de sombrero. Sencillamente brutal. A su lado estaba el Cornete de Atascaburras elaborado con pasta tipo brick rellena de una versión, de textura ligera, de la clásica elaboración tradicional de la zona.
El tercer pase contenía, por un lado, el Ajopringue con una fina tosta donde sustentar esa pasta de patente poderío. Por el otro, una triada de bocados formados por un Pimiento Corneta Seco y Frito semicrujiente y dulzón que te zampas en un santiamén. Una Corteza de Cerdo con Manteca Especiada, destacable por su ejecución que lograba transmitir unas sensaciones geniales. Para rematar estaba el Bombón de Queso Manchego al Romero que explota en boca manifestando un digno equilibrio.
A caballo entre los aperitivos y los entrantes nos presentaron un plato con tres bocados de preparaciones en escabeche. Un Mejillón al que eché en falta algo más de chispa. Una Perdiz Ligeramente Escabechada con máximo respeto al producto y un Montadito de Bacoreta, tres tacos con unos trocitos de coliflor por encima que componía un bocado sencillamente sublime.
Calamar en Texturas. Punto de tersura ideal la de las anillas, a las que no le hubiera venido nada mal un puntito de calor antes de su presentación, que combinadas con unas preparaciones de su tinta y un caldo de fondo armónico suponían un buen inicio de menú. Salida.
Alcachofas con Velo de Morro de Ternera y Tuétano. Bien confitados esos corazones cubiertos por el recio velo del morrete. El punto viscoso y denso que ofrecía el tuétano combinado con un toque crujiente de unas nueces de macadamia suponía un plato de escándalo. Conjunto.
Nuestra Sopa de Menudillos. Magnífica interpretación en la que, envuelta en hojas de espinaca escaldada, encontrabas unas alubias tiernas a rabiar que quedaban embebidas en un caldo de fondo resultón. Se acompañaban de unas crestas de gallo que redondeaba el conjunto con ese puntito gelatinoso y la infalible yema de huevo. Hogareño.
Gazpacho Manchego. Una versión de fondo más ligero que el plato tradicional pero no por ello falto de contundencia. Además, la Paloma Torcaz que coronaba la presentación alejaba cualquier atisbo de duda en cuanto a ello. Cuidado.
Gallo de San Pedro con Royal de Hinojo, Emulsión de Limón y Civet de sus Espinas. Buen pescado traído desde la lonja de la Vila para combinar con las distintas gotas y pinceladas salseras. Llano.
Civet de Liebre con Membrillo y Castaña. Visualmente como si se tratara de una rodaja gruesa de morcilla y en boca explosión de sabor con un especiado genial. Las texturas múltiples y variadas de ambos acompañantes muy bien resueltas y compatibles con el principal. Amorío.
Pichón con Ravioli de Morteruelo. Buen manejo el de esta casa con este tipo de carnes, en mi opinión difíciles de trabajar, que pugnaba con el potente paté que albergaba el ravioli cuya cobertura era de champiñón con resultado muy parejo. Nivel.
Peras en Texturas. El encanto de disfrutar en la mesa de un producto humilde manejado de forma que su resultado es para enmarcar. Cruda, asada, en sorbete y helada encima todas ellas de un caramelo toffee y condimentado con pimienta rosa. Arte.
Esponja Cítrica con Sorbete de Calabaza, Mandarina y Gellé de Miel. Muy chulo a nivel visual y algo más goloso que el anterior sin perder la onda de suavidad que conduce toda la comida. Punto final.
Terminé con un café más que reseñable. Los Petit Fours que lo acompañaron: Cremoso de Leche Merengada y Coco, Higo con Chocolate, Flan de Chocolate y Menta y Galleta de Manteca Dulce y Chicharrones nos hicieron salir con una gran sonrisa en la boca.
Para beber, agua y vino, concretamente Latúe Bio D.O. La Mancha, espumoso toledano elaborado con airén. Facilón en todos los sentidos, tanto que a la que te descuidas vacías la botella. Hubo que controlarse pues luego tocaba trayecto largo en coche para volver a casa.
En resumen, poco que aportar a lo descrito en comentarios previos. Tuvimos el placer de charlar con Cristina y Fran, saben lo que se traen entre manos, indudablemente. Cocina arraigada a su entorno a la que le dan una vuelta de tuerca buscando y encontrando la satisfacción en el cliente. No se puede pedir más.
Calamar en Texturas
Gazpacho Manchego
Esponja Cítrica con Sorbete de Calabaza, Mandarina y Gellé de Miel
Disfrutamos como xiquillos! Y nos lo comimos todo toíto to!
Felicidades al equipo Maralba.
Ada
Este es un restaurante que todo el mundo me ha hablado maravillas y por lo que veo a vosotros también os ha gustado.
Es una pena que me caiga fuera de todos los circuitos que me pueda montar saliendo desde de mi tierra.
Un saludo y os felicito.
De Valencia estás poco más de una hora...
Cuando quieras, la montamos.
Además tiene un precioso castillo, uno de los más bonitos de España.
Dos argumentos más que suficientes para justificar una excursión.
A Maralba hay que ir adrede, pero vale mucho la pena. Además como bien dice Aurelio tiene el complemento de la visita al Castillo.
Nosotros siempre hemos ido al mediodía y hemos salido casi a la hora de cenar. Además Cristina y Fran son un encanto de pareja.
Pues bien os dieron de comer porque para subir arriba del todo del castillo hay que jadear bastante.
Buen regalo de reyes. Se ve que os habeis portado bien durante 2014.
Saludos
Vaya, vaya, pues los reyes magos existen ;-)
Muy buen comentario y muy buen homenaje. Pienso como Gabriel, que es una pena que me caiga tan lejos...
Un saludo
Joan
Todo un maestro que ha creado escuela. Salió en la conversación durante la comida mientras nos ventilábamos esas crestas de gallo que acompañaban la sopa de menudillos.
Lo pasamos muy bien, hacen que te sientas como en casa. Una bonita excursión.
Un abrazo!
Nos gustó mucho. Cuando hay manos en cocina se nota a la legua.
Como dice Aurelio, queda a poco más de una hora de Valencia y por buena carretera. No será la última visita que les hagamos.
Muchas gracias por tus palabras.
La recompensa tras el esfuerzo mereció la pena, ya lo creo!
A veces traen carbón... pero del dulce ;-)
Un saludo!
Nunca hay que perder la ilusión Joan ;-)
Muchas gracias por tus palabras. Lo de la distancia es un handicap pero el esfuerzo se ve recompensado.
Un saludo!
A ver , ya hemos visitaDO maralba???
Había leído cosas muy buenas en los comentarios de Óscar respecto a este restaurante y veo que no es el único. A mí todavía me queda más lejos que a Gabriel así que salvo viaje hacia tierras levantinas será complicado que pueda probarlo.
Enhorabuena por el pedazo de disfrute y por la forma de contarlo!
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