Arroz con vistas

Local de ubicación excepcional cuyo paisaje desde la terraza es una postal que no ha cambiado en décadas y que todo el mundo que va por primera vez hace fotos de forma imparable. Han conseguido un buen aislamiento del calor a base de ventiladores y humidificadores ya que la orientación sur asegura una buena dosis de sol muy interesante durante el año menos en julio y agosto; no hace calor; las mesas pegadas a la barandilla de la terraza se complementan con unas sombrillas pero que por algunos puntos se filtra el sol y se nota en agosto. Mesas con buena distribución en la amplia terraza. Algunas duplicaron servicio.

Mantel, copas, cubertería, cambio de platos, muy correctos. Servicio profesional (no debutantes de verano), bien de eficiencia.
Carta de vinos espectacular, bien hecha hasta con las etiquetas de las botellas, con muchas referencias de todos los sitios llegando hasta burdeos de 1500€ la botella.
Carta de comidas que se puede consultar previamente por internet e incluso reservarlo con antelación para asegurarte el tipo de arroz porque hay no muchos, sino muchísimas opciones de arroces y elegible si seco, meloso o caldoso. Los precios de las raciones son elevados aunque las raciones son abundantes.

Cinco para comer (incluyendo 3 veremeros) en ya clásica comida veraniega de playa. De entradas optamos por 3 raciones de ensalada que incluye a parte de abundante verde, tomate, tacos de atun en aceite, piparras, pimiento y aceitunas aliñados: suficiente para los 5 que ya arrastrabamos un aperitivo con cervezas, 5 clases de queso, jamon, patatas chips, berberechos...No pudimos resistir añadir unas tellinas muy buenas, de tamaño medio.

De principal y servidos al centro optamos por 3 raciones de arroz Quinn, con bogavante, rape y ajos tiernos. Buena cocción del arroz, de capa fina en la paella, abundante cantidad de pescado y marisco, muy bien de sabor y hubiera sido suficiente para los cinco.
De complemento de raciones que faltaba, dos, fueron de all i pebre, buena cantidad de anguila, patatas bien cocidas, caldo trabado, abundante ración; tanto es así, que sobró una que nos llevamos en fiambrera que nos pusieron.

A pesar de los veremeros, esta vez fueron 4 de agua con gas y otra sin gas, y sólo una de vino y además blanco: Jean Leon petit chardonnay 2010 muy suave, quizás demasiado, servido sin buena temperatura y que hubo que enfriar, lo que retrasó su disfrute.

De postres: una mousse de turron muy sabroso y bien presentado, un carpacchio de piña complementado con una bola de helado de aceite de oliva, curioso pero difícil por el amargor del aceite, 3 raciones de melón.

Un buen pan que apenas probamos con acetite y tostado, un regalo de una bola de helado de aceite de oliva para probar al centro, dos cafés y sin opción de chupitos, petits fours, etc.

Un entorno excepcional, servicio profesional, buena bodega, muy buenos arroces. ¿Problema? El precio: más de 45€ para una ensalada, un arroz y un melon, con botella de agua y dos copas de vino más bien barato.

  1. #1

    Aloof

    y por que no trasladadis la celebracion a eliana albiach,gloriamar o casa manolo.ya he estado en blanqueries :extraordinario.saludos.

  2. #2

    Abreunvinito

    en respuesta a Aloof
    Ver mensaje de Aloof

    Pues son buenas opciones para futuros momentos veraniegos. Gracias.
    Apuntado tengo el tema de Blanquerias desde antes del verano.
    Saludos

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