En los últimos años han proliferado restaurantes de este tipo en Girona. Situado en la zona de "copeo pijo", atrae a los posteriores consumidores de cubatas de garrafón a 8€ en los bares y pubs adyacentes. Incluso el propio restaurante "se convierte" en pub hacia las 00h-01h. A ver, la comida no está mal, hay platos realmente buenos y originales y el precio sin vino no es muy exagerado, unos 35€. Lo que me pasa a mi con esta clase de restaurantes que quieren darle un rollito tradicional (por la decoración, el nombre...), es que los encuentro un poco "clónicos", vamos, que todos intentan hacer lo mismo: un poco de "diseño" por aquí, un par de platos resultones por allá... y no convencen porque todo queda muy impersonal. La carta de vinos un poco floja, las copas también flojillas y la temperatura pché, pché. Mesas juntitas, ruido y humo (no sé que habrán hecho desde la nueva ley). Me parece poco para un restaurante que se llama "La cooperativa gironina de vins i licors".
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