Restaurante AlamedaCinco en Valencia
Restaurante AlamedaCinco
País:
España
Provincia:
Localidad:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:

Añadir vino por copa

Precio desde:
18,50 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
27 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
6.0
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
4.9
Comida COMIDA
6.4
Precio medio entorno ENTORNO
6.9
RCP CALIDAD-PRECIO
5.7
Opiniones de AlamedaCinco
OPINIONES
16

Para completar un mes de agosto de desaciertos,aterrizamos en este local.Comoquiera que el calor apretaba,reservamos dentro.Nos colocaron debajo de una T.V.-donde estyaban retransmitiendo un partido de fútbol!-,los aseos,y la salida de la cocina.
Pedimos algunos entrantes para compartir.
-ensalada con queso de cabra y salmón.Hojas verdes en juliana,secas,insípidas...con dos trozos de queso de cabra.
-Revuelto de boletus(al pedir el plato pregunté si realmente llevaba boletus,afirmándomelo el camarero)con champiñones y pimiento.Escasísima ración consistente en uno-o dos-huevos revueltos-fríos-con champìñones,un octavo de boletus,y tres tacos de jamón-fatal-(8 e.).
-Lasaña de verduras y foie-correcta-
-Fideos finos-de "cabellín-con foie fresco.A alguno de los comensales les gustó; a mí,nada de nada.Blandos y aceitosos.
-De postre,un surtido de tatín,brownie,chocolate blanco...Muy ricos-destacando la tatín-
Cervezas y cafés.
Debido al mal olor-a frito,frito,,,refrito-que emanaba de la cocina ya no pedimos nada mas al centro depués de los entrantes,pasando directamente a los postres.
!NO VOLVERÉ!

Lo mejor sin duda es su situación, en el precioso paseo de la Alameda, con terrazas que son una auténtica gozada en verano (y sobre todo un poco antes y un poco después). Dentro la cosa ya cambia algo... ruido y poco espacio. La comida está bien sin más, el servicio cumple, en definitiva un agadable sitio para cenar, sin estridencias, y en mitad el Paseo. Esto es muy de tener en cuenta para los niños!

Su terraza en verano es un lugar ideal para cenar y poder salir a tomar una copa por el entorno sin tener que coger el coche. Para el resto del año ofrece, además, un cuidado aspecto interior, en el que siempre destacan los cuadros modernos que se exponen (y se venden) en sus paredes.

Su cocina engloba la mayoría de los ingredientes mediterráneos y los combina con gusto y originalidad. Las ensaladas son abundantes y están bien aliñadas 8me encanta la de vieiras). Para el centro vale la pena pedir el variado de crujientes (mini crepes cerrados con queso, salmón o carne) y, sobre todo, los revueltos (el de fideos finos con foie es excelente).

Carne o pescado son buenas alternativas como plato (siguiendo con el foie, el solomillo ibérico con una tostadita es mi favorito) y el toque final lo dan unos postres tan bien preparados como generosos (mousse de chocolate negro, biscuit con chocolate caliente...).

La carta de vinos es corta pero con opciones para todos los gustos, aunque en el servicio hubo que pedir que nos cambiaran las copas por una más adecuada. Sin embargo, en general el servicio, la comida y el precio fueron más que satisfactorios.

No suelo frecuentar esta zona así que no había tenido ocasión de probar este restaurante, hasta este pasado viernes que me llevaron unos amigos.
El local es algo frío y la distribución de las mesas no es demasiado cómoda. Las más independientes están pegadas a la barra, constituyendo el pasillo de entrada al restaurante, por lo que entre los movimientos de la camarera en barra y el desfile de clientes la cena se hace un tanto ajetreada. Hacia el interior del local las mesas quedan bastante adosadas unas a otras, lo que tampoco permite algo de intimidad.
La cata está seccionada en ensaladas, crujientes, entrantes varios y platos principales. Tomamos la omnipresente ensalada con bacon y queso de cabra, nada destacable ni reprochable, un revuelto de foie y manzana bastante mediocre, unos crujientes (rollitos de brick)de queso y longaniza, bastante correctos pero algo faltos de alma, una entrecotte para compartir bastante bueno y con un punto de cocción óptimo y, el plato que más me gustó por su originalidad y sensación final, unos fideos fritos con foie. Solo destacaría este plato como digno de mención, el resto de platos no tienen más reproche el ser correctos sin más, nada nuevo y nada digno de mención.

Así pues la cocina de este restaurante está más pensada para cenas en grupo, donde la compañía es la protagonista y la comida una actriz secundaria. Cocina correcta y sencilla para salir del paso.

Tampoco brilla el cuidado por el vino. La carta es escueta y con pocas cosas interesantes, aunque disponen de algunas referencias que pueden salvarte la cena. Precios algo elevados, sobre todo si se tiene en cuenta que, al menos no se ven las neveras de conservación (nuestro vino salió a temperatura ambiente a la mesa, suerte que era una noche fría) y las copas son de ínfima calidad (copas princesa de hostelería de batalla).

El servicio es amable, discreto y desenfadado, lo que te hace sentirte a gusto. El ambiente es algo bullicioso, lo que no parece molestar a los comensales, que llegan incluso a conversar entre mesas.

No es un lugar que me haya gustado mucho, simplemente me parece un restaurante correcto, aunque si yo fuera el propietario no tocaría absolutamente nada, parece ser que no tienen problemas de clientela, ya que el restaurante estaba lleno y, como me comentaron, esta es la tónica general.

Restaurante rectangular alargado, moderno, algo frío. Sin embargo el buen ambiente y el ruido (excesivo) "calientan" la atmósfera.
Dispone de una terraza en plena Alameda en la que se debe estar de fábula.
Cocina de mercado discreta, con una oferta actual y funcional: ensaladas varias, plancha, revueltos, rollitos crujientes, salteados de fideo, carnes trinchadas, algún pescado...
Diseñado para compartir platos al centro.
Nada destacable ni para bien ni para mal.
Carta de vinos justita y trato de los mismos mejorable.
Servicio rápido y cordial.

Tras la partida de padel de los miércoles , nos dirigimos a cenar a Alameda Cinco .
A la llegada , todavía libres 4 o 5 mesas . En cuestión de un rato prácticamente lleno .
Local con decoración moderna y confortable . Carta pensada para compartir , y así hacemos .
Nos tomamos : Humus ( una especie de crema realizada con base de garbanzos ) , salteado de pulpo , revuelto de setas y salteado de fideos finos con foie . Todo bueno . Cenamos con cerveza . Respecto a la carta de vinos , muy básica . No observo neveras conservadoras .
Prácticamente atendido por un solo camarero , bastante atareado ( había otra camarera en barra , pero no salía de ella ) . No tomamos postre .
Lo mejor de Alameda , su agradable terraza .
Creo que por este precio existen muchas otras opciones ( como por ejemplo La Lluerna ) .

Como restaurante de picoteo es un valor seguro y como prueba baste decir que en este jueves lluvioso el local estaba lleno hasta la bandera. Aplicando la formula de todo al centro tomamos ensalada de frutos secos (buena), crujiente de verduras, crujiente de queso y un poco de foie.
De segundo un par de solomillos de ternera y ventresca atún a la plancha. Nada sorprende pero nada desmerece, todo lo mencionado en su punto (quizás la ventresca lo mejor por sabor y punto de plancha).
Para beber Martínez Lacuesta cuyo servicio consiste en abrir la botella y dar a probar. Por la temperatura parece que estaba en cava (aunque no lo puedo asegurar) y el pan ha mejorado algo aunque sigue siendo mediocre. Las copas y platos algo descuidados sobre todo en limpieza.
De postre tome fruta (piña) por tanto no puedo opinar de la calidad de la cocina. Lo dicho, si sólo se aspira a picar algo es una buena opción, no cabe exigir más.

Local minimalista con terracita en la alameda ,fuimos un domingo a comer y estaba bastante lleno.pedimos 4 anchoas con ajetes ,crujiente de longaniza ,estaba muy seca y la pasta blanda un salteado de fideas con alcachofas y foie ,muy bien conseguido, revuelto de manzana jamon y foie, una mezcla agri _dulce que tambien nos gusto. De postre un buen flan de cafe irlandes y tarta de zanahoria con naranja--Lo unico mejorable el pan No comprendo como no ponen mas atencion algunos restaurantes a este acompañamiento tan fundamental .Rcp buena Se me olvidaba nos tomamos un venta de puerto 12 estupendo (15 e.)

En los restaurantes de la Alameda uno espera picar algo mientras toma el sol en una terraza. Por tanto cuando comes uno platos de calidad, bien servidos y presentados te quedas gratamente sorprendido.
De primero tellinas (muy ricas pues tienen un toque de plancha), jamón ibérico, ensalada de frutos secos y degustación de quesos (con especial mención al rulo de cabra gratinado). De segundo fideo fino de caldo de cocido con alcachofa, jamón y foie que se funde en la mezcla dando un giro de sabor sorprendente. Además un buen entrecot de buey trinchado con patatas y pimientos del piquillo. De postre mousse de chocolate y una contundente tarta de chocolate negro.
Sin embargo, lo peor es el trato del vino y el pan . Lo primero es una carta reducida que ni siquiera está conservada en nevara (tomamos Rivola Rsva.Esp. de A.Retuerta). Lo segundo, el pan, se diría que es congelado y recalentado en el microondas. En resumen salvo por estos últimos detalles una opción muy recomendable en la Alameda para estos días donde apetece empezar a disfrutar del buen tiempo y de la buena mesa.

He vuelto hoy en comida de trabajo y, aunque sigo muy muy contento, la verdad que se nota el funcionamiento con respecto a la cena. El servicio estaba mas tenso por la abundancia de clientes y han sido un poco lentos. Eramos cinco y hemos pedido Ensalada de pollo, que llevaba bacon, piñones y cebolla asada entre otros. Ademas, un pulpo a la gallega muy bueno y en su punto. De platos, la camarera nos ha ofrecido unos platos extra a parte de la carta, como Lasaña de espinacas y Arroz meloso de bogavante, que ha sido mi eleccion y la verdad que estaba muy bueno a excepcion de que yo lo hubiera hecho con bastante menos sal, aunque de por si este plato es un poco salado. De postre hemos pedido un surtido en el que lo mejor era con diferencia el flan de cafe, diferente a los que habia probado. En general la cocina cuidada y la presentacion buena. No hemos pedido vino.
Volvere.

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