Restaurante Enrique Becerra en Sevilla
Restaurante Enrique Becerra
País:
España
Provincia:
Localidad:
Dirección:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:

Añadir vino por copa

Precio desde:
37,50 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
37 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
6.2
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
6.0
Comida COMIDA
6.3
Precio medio entorno ENTORNO
6.3
RCP CALIDAD-PRECIO
5.0
Opiniones de Enrique Becerra
OPINIONES
6

Callejeando por la ciudad de Sevilla, en el mediodía de un domingo con la idea de visitar a nuestro paisano Rogelio en la Flor de Toranzo (también llamado Trifón), al llegar a sus puertas nos encontramos que se encuentra cerrado. Como la hora apremia, levantamos la vista y nos encontramos con el letrero de este restaurante. Su nombre nos evoca aun lugar clásico en la ciudad de Sevilla y sin pensarlo más, nos dirigimos a él sin reserva previa.

Se encuentra el local sin ninguna aglomeración y nos instalamos en la zona superior (la zona inferior por lo que pude apreciar se destinada al tapeo), acomodados en una amplia mesa redonda, seis comensales (cuatro adultos y dos niños), con un entorno que genera casi la sensación de cierto dejadez.

Mesa bien vestidas y cubertería y vajilla al igual que el entorno. Optamos en un principio para compartir:

Una de lomito ibérico a 18 €.

Una de tirabuzones de calamar fritos a 12 €

Un plato de cazuela marinera con rape, guisantes y alguna gamba e 18 €.

El lomo ibérico con un nivel de notable, los tirabuzones no aportaron nada en concreto y el plato marinero, en mi criterio fue del único que en la comida llegó al nivel de sobresaliente

De platos

Atún rojo a la plancha con crema de calabaza a 22,50 €

Berenjenas rellenas de gambas a 16 €

Dos de hamburguesas de carne de toro de lidia a 16 euros

Y otras dos medias de iguales hamburguesas a ocho euros (es de destacar que no se sobrecargo nada en el precio de estos platos, a pesar de ser medias raciones)

Buen nivel tanto de atún como de las berenjenas, sin pasar de ahí y en cuanto a las hamburguesas, decir que en las raciones completas presentaban un volumen muy importante de carne pero sin llegar a entusiasmaron absoluto la textura de la misma. Curiosamente las dos medios hamburguesas estaban mucho más especiadas que las completas.

No llegamos a los postres.

En cuanto al vino, con una carta de tipo clásica, en un principio tomamos Enate 234 del año 2011 a 15,50 € y para la carne de toro optamos por un Enrique Mendoza syrah del año 2010 a 23,20 €. Precisamos pedir las copas del vino tinto y el servicio de abrir y probar. Buena temperatura de los vinos.

Los cafés, que fueron 4 a 2.50 euros.

Todos los precios mencionados son sin el IVA.

El precio al final fue de un importe de 224 euros, por tanto 37.5 euros por comensal, pero hay que hacer notar que dos de los comensales eran niños y no hubo postres.

Comentario:

Restaurante clásico, con un entrono que precisa una aire que le dé un empujón (no digo cambio), con una servicio atento y profesional, pero que creo que le falta otro aire de frescura.

La cocina clásica, sin sorprender en absoluto, aceptando que todo pasaba bien el nivel de aprobado, pero que no generó la ilusión en ningún plato y con un precio que tampoco es barato si se analiza de forma fría.

Otro clásico visitado, que se llenó al final de una clientela de ídem tipo y que seguro que en una ciudad como Sevilla, tiene su lugar, pero que para los “turistas” seguro que habrá otros que no dejen mejor sabor de boca.

Local con arraigo sevillano en donde se puede degustar una buena cocina con tintes clásicos, bien servido y atendido y sintiéndose uno con mucha comodidad. Quizá el local necesite un poco de actualización pero con esas patatas aliñadas, calamares rellenos, atún, solomillo, etc tan bien elaborados el resto pasa a segundo plano. Excelente el queso manchego de postre. En mi caso, copas y servicio del vino correcto, a buena temperatura. Buena opción para pasar una agradable jornada en Sevilla. Precio medio 40 € (+ vino).

Local autodenominado de alta cocina andaluza. Nada más lejos de la realidad, salvo los precios, que es lo que más se aproxima a este concepto. Por sentarte en la mesa (4 personas) ya pagamos 10 euretes, que es lo que cuesta el servicio de pan más unas aceitunas. Cocina clásica sin más contemplaciones, con servicio justo y poco simpático. Carta de vinos con dominio absoluto de riojas y riberas. Alguna interesante referencia en los vinos dulces. El comedor de la primera planta es acogedor. Entre 45 y 55 euros por persona.

Sorprendidos quedamos pero en la vertiente negativa del asunto, en este reputado restaurante sevillano.Las tapas sin más,como en cualquier bar:croquetas de pringá,fideos a la Marinera(lo de a la Marinera es un decir,para eso me quedo en mi ciudad que tiene mar y no hago tonterias en Sevilla),papas aliñadas y berenjenas rellenas de gambas,platos que prometian y se quedaron en eso en simples promesas,cual politicos hablando.Como plato principal escogi acertadamente cordero asado a la miel relleno de piñones y pasas,delicioso,fue mi único acierto.El vino un Campillo, crianza correcto y servido a temperatura correcta si bien las copas no eran Riedel.Lo que nos resultó insultante fue el trato,nada más llegar al preguntar si se podia fumar, el camarero nos contestó que tabaco si,pero no otras sustancias, lo cuál me puede parecer divertido en un bareto, pero no cuando voy a un restaurante con supuesta solera.Nos metieron en una mesa arrinconada,y durante la comida el mismo Enrique Becerra hablaba a voces con un marchante de vinos cerca nuestro,almenos vimos que entendia del tema.Lo peor fue el engendro de camarero que servia el pan, y a pesar de tener las pinzas,Lo hacia con las manos!!!.Para rematar demostró un absoluo desconocimiento a la hora de aconsejar postres, si bien al pobre ya se le veia,pues Enrique lo abroncó delante la clientela.Para rematar,fallo garrafal al hacer las cuentas, afortunadamente a nuestro favor.En fin no nos volverá a pasar, esperamos olvidarlo pronto.

Muy acogedor, excelentes profesionales, mi enhorabuena a su propietario, gran servicio y de lo mejorcito en Sevilla.

Sin duda este restaurante es el que más me ha gustado de una reciente visita a Sevilla. Situado a pocos metros del ayuntamiento, tiene una barra de tapas separada del restaurante, con un piso superior con comedor muy coqueto. Mantel y servilletas de hilo, cubertería, cristalería, vajillas, acorde con el lugar. Atención de maitre y camareros excelente, variedad de panes muy bien.
Carta no muy extensa pero de productos y elaboración fenomenales, ni uno solo de los comensales quedó insastisfecho (íbamos 10). La misma incluye buey del Esla, presa de cerdo ibérico,...,enrantes buenísimos :huevas al ajillo, croquetas de rabo de toro, papas aliñás...
Carta de vinos suficiente a precios algo elevados. Buena conservación y servicio. Lo mismo puede decirse del vino dulce por copas, excelente oferta pero a precios altos.
Un lugar para comer fenómeno entre 40-60€. vino incluido, basdo en la mejor coina andaluza.

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