Probe este restaurannte por conocerlo, pero la verdad es que deja mucho que desear, es muy pequeño, la carta es escasa y muy pobre, los platos son servidos con muy poca presecencia, y eso por no hablar de lo caro que es todo. En mi opinión creo que este restaurante se quiere comparar con restaurantes de Sevilla, de la talla como Az-Zait, Komo, Avantal, pero creo que aún le falta mucho pero que mucho.
Como nota final, decir que una cena para dos me costó 76€, y tanto como mi pareja y yo nos fuimos con hambre.
Si quereis un consejo, hay en Sevilla restaurantes mucho mejores y algo mas baratos que este.NO LO RECOMIENDO!!!

Hay que decir que se come muy bien, pero las raciones son escasísimas y los precios excesivamente altos. Yo desde luego he comido bien pero últimamente no se lo recomendaría a nadie. El cus-cus MAL y sin carne de cordero, los arroces: Es solo arroz, con buen sabor eso sí. Las gambas , que son buenas(12 Gambas) = 72€ .Buenas pero un 30% mas caras de lo normal.Los pescaditos fritos verdaderamente excelentes pero también caros.

Taquitos de mero 117,20kg ,ración 15 o 20 taquitos-35.16 euros,muy bien cobrado. Pijotas 44 euros/Kg. ración de doce pijotitas 15,40 euros, muy bien cobradas. Ración de Calamares aproximadamente doce calamaritos 11 euros, a euro el calamarito, muy bien cobrada. Ración de croquetas de pescado, cantidad diez croquetas 10 euros, me parece muy barato, a euro la croqueta. Arroz para dos, Abanda, con dos o tres taquitos de pescado 34 euros, muy bien cobrado. El servicio entre ración y ración aproximadamente quince o veinte minutos, si te vas a comer a las doce, puedes terminar a las cuatro de la tarde. Relación calidad-precio y cantidad. Calidad: la calidad es buena. Precio: carísimo. Cantidad: escasísima. Es la primera
vez que voy y la última. NO SE LO RECOMENDARÉ A NADIE.

La verdad es que me llevo muy mal recuerdo de este sitio. Los platos me parecieron muy caros y escasos y para colmo el plato de cuscús nos dijo la camarera (al parecer era nueva) que llevaba cordero y éste no apareció por ningún sitio. La llamé para preguntar y vino otro chico a decir que la compañera me había atendido bien y no se había equivocado y ni tan siquiera una disculpa o cambio de plato, nada. No lo recomiendo. La carta de vinos escasa.

Espléndido restaurante, de comedor con decoración un tanto de tabernaria, pero agradable. Cocina de producto, y de ¡qué calidad! Coquinas, gambas, langostinos, merluza, boquerones, todo de temporada, recien traído del puerto. Eso sí, los precios de algunas cosas pueden parecer algo altos, pero el producto fetén cada día es más escaso y por tanto a veces caro. Los puntos de hechura perfectos. Bordan las frituras, así como algunos arroces. Carta de vinos no demasiado amplia, pero con cosas interesantes. El postre estubo acompañado de dos copitas de Noé con el que tocamos el cielo. Nos atendió en la sala el hijo del propietario, que es la amabilidad y la eficacia personificada, además de simpático a más no poder. Tras la comida y un buen rato de charla, tuvo el detalle de regalarnos, al ver que estábamos interesados en conocer otros locales de Andalucía, una guía de restaurantes de España.

Un restaurante de corte tradicional, tanto en cocina como en decoración, pero con muchas ganas de hacer bien las cosas. Servicio familiar y agradable. Carta de vinos bastante básica. Materia prima y tratamiento de la misnma, perfectos. Las frituras tan alabadas, correctas, y el marisco en su punto de cocción o plancha. 1 persona, con vino e incluyendo una racion de gambas extra, que siempre suben la factura sustancialmente, 70 euros.

Si algo saben hacer bien en Alhucemas son las frituras, quizás las mejores que he probado en mi vida. Del resto de comida no puedo opinar, puesto que me alimenté a base de puntillitas, calamares, boquerones y pescaito frito. Postres caseros y de buen nivel, excelente la mousse de turrón.

Reducido restaurante con un acojedor comedor situado en la planta de arriba y decorado con sencillez.
Bordan las frituras y algún plato de inspiracion arabiga. Muy recomendable los boquerones al limón, las puntillitas y las frituras en general, en la plancha tampoco se quedan cortos y destacan el cous-cous y los pinchos morunos como platos árabes.
Posibilidad de pedir medias raciones
La carta de vinos es corta pero bien pensada, buenas copas y servicio correcto.
Precio medio 25€ sin vino
Como curiosisdad decir que Ferran Adria es cliente habitual de este restaurante cada vez que viaja a Sanlúcar