Restaurante El Palacete en Toledo
Restaurante El Palacete
País:
España
Provincia:
Localidad:
Dirección:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:

Añadir vino por copa

Precio desde:
48,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
54 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
7.2
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
6.0
Comida COMIDA
6.7
Precio medio entorno ENTORNO
8.5
RCP CALIDAD-PRECIO
8.5
Gnoci de mazapán sobre crema de naranja
Sólo Chocolate
Mejillones gratinados con especias
Opiniones de El Palacete
OPINIONES
6

Restaurante ubicado en un Palacio Hispano Musulmán del S. XI (antigua casa del Temple).
La recepción con mayúsculas a cargo de Joel Bougeant, quien nos explicó la historia de la casa, además de asesorarnos en la comida.

De entrantes pedimos sardina ahumada sobre tosta de lasagne y vinagre de mango (un bocado exquisito) y Mejillones gratinados con especias.

De plato principal, cochinillo confitado a baja temperatura con crema de manzana.

De postre: Gnoci de mazapán sobre crema tibia de naranja y helado de pacharán y Sólo Chocolate (ambos postres espectaculares).

Cervezas y Vino de Castilla La Mancha Carril Cruzado (Syrah) 2007.

Sin lugar a dudas, un sitio con encanto en la Imperial Toledo.

  • Gnoci de mazapán sobre crema de naranja

    Gnoci de mazapán sobre crema de naranja

  • Sólo Chocolate

    Sólo Chocolate

  • Mejillones gratinados con especias

    Mejillones gratinados con especias

Me gusto mucho se le ha dado ha este restaurante un estilo personal y creativo.
La sala estubo bien.
La comida lo mejor y muy bien decorados los platos las salsas calientes las guarniciones y el producto principal en su punto.
Pedimos .
Salmorejo muy bueno sorprendente las distintas texturas del plato muy buena .
Crujientes de langostinos muy buenos y se no ta que el produnto es fresco.
Perdiz a la toledana muy buena y bastante cantidad.
Perdiz al vino tinto muy buena y bastante cantidad
Rodaballo prefecta cocion del mismo excelente textura buena cantidad.
recomiendo este restaurante a todo el mundo.
Sorbete de mojito muy bueno
Sopa de chocolate blanco muy buena y no empalagaba como suele pasar en otros restaurantes.
NOTA.reservar antes para asegurar un buen sitio en este maravilloso restaurante.

Visitar Toledo sin pasar por El Palacete es perderse algo especial. Un entorno maravilloso en un antiguo palacio del Temple magnificamente restaurado (por algo tuvieron el 1er premio europeo. Saben combinar una excelente elaboración de los platos (a destacar el lomo y el cochinillo deshuesado) con una cantidad pocas veces vista en restaurantes de su categoría que optan por minúsculas raciones. Aqui, los platos son de aúpa, recogiendo la tradición del buen yantar castellano. Bárbara estuvo muy atenta con nosotros y pudimos descubrir los mojitos que se preparan para la larga sobremesa que disfrutamos. No podemos más que recomendarlo y si volvemos a Toledo no dudaremos en repetir.

Vaya decepción... después de un par de visitas anteriores, acudía a este restaurante con una gran ilusión y con ganas de celebrar algo muy importante para mí. Pero la experiencia resultó bastante triste, un cúmulo de desatinos uno tras otro. Para empezar, en todas las mesas sirvieron un pequeño aperitivo que a la nuestra no llegó. Seguidamente, pedimos dos entrantes y recalcamos que queríamos primero uno, y luego otro; pues nada, los dos a la vez. La comida muy sosa, tuvimos que pedir sal y eso que comemos con poca sal. Si en la carta denomina a un plato "CarabineroS con lentejas", no pueden servirnos un carabinero y dos langostinitos... es bastante triste... En los segundos, unos rollitos de rape con verduras rebozados que no hacían sino adolecer de una cantidad desmesurada de pasta de fritura, y mi atún, que lo pedí muy poco hecho, me lo trajeron levemente rosado, muy seco. Ni siquiera pedimos postre por miedo... Es cierto que el servicio ha mejorado, que estaba el local lleno, pero estos detalles no son aceptables en ningún caso. No me gusta nada criticar tan severamente un restaurante, porque sé lo que se cuece por dentro, pero era una ocasión especial y salimos muy decepcionados. Más de 100 euros sin postre y con un Marqués de Riscal Verdejo de Rueda. Lo mejor, el pan de ajo y ese único carabinero.

El lugar es un sitio es bonito y muy espacioso. Pero a mi parecer es bastante flojo en el tema gastronomito. El servicio es frió, distante y poco profesional.
De entrantes tomamos una ensalada de bacalao, que resulto bastante correcta. Y unas setas con mollejas muy saladas y excesivamente calientes (abrasaban) no había manera de distinguir ningún sabor.
De segundos tomamos solomillo buey a las dos pimientas, buena materia prima pero mal complementada, una pena. Y merluza con pisto, buena.
Vino, un Quercus. Servido a una temperatura excesiva, otra pena más, y más con este vino. Las copas correctas.
Postres, una tendencia en los restaurantes últimamente, es que tomen nota de los postres al principio de la cena o comida. Me parece correcto y muy loable siempre y cuando estos requieran una elaboración muy alta. Pero,¿no será que lo que se busque es tener ya pedido este plato antes de que el comensal se sacie y se eche atrás? Me explico, pedimos, al principio de los tiempos, unas torrijas y un pastel de chocolate caliente. Las torrijas, torrijas son, sobran explicaciones. El pastel de chocolate caliente, era pastel de chocolate templado. Muy decepcionante.
Lo mejor, Que pagamos un Quercus (caliente) a 14 € en vez de 38 €, pues en la carta de vinos había un error tipográfico.
Resumiendo mucho continente pero poco contenido.

Restaurante ubicado en la antigua Casa del Temple, en un precioso patio andaluz reformado. Servicio muy cuidado, humano, cercano y atento, pendiente de todos los detalles. Tomamos como entrantes foie con gelatina de oporto y unas verduras a la plancha con romesco exquisitas. Posteriormente cochinillo confitado (excelente!!!), merluza con pisto y aceite de azafrán, bacalao con hummus de garbanzos y cocochas. Todo extraordinario. Muy recomendable el pastel de chocolante caliente de postre..mmm... recomendable, en un marco que enamora.
Tomamos un Quercus servido perfectamente en copas Schott (temperatura, cantidad...). Precios del vino controlados. Muchísimos detalles a lo largo de todo el almuerzo: copa de cava al comenzar, aperitivo por parte de la casa, tomamos dos botellas de agua de las cuales sólo cobraron una, siempre teníamos como mínimo dos panecillos en nuestros platillos (cosa que es de alabar y que no es nada común) y otro que me marcó, cuando se nos acabo nuestro Quercus, nos sirvieron a los cuatro comensales un Canforrales al que nos convidó el camarero y que, después de servirnos, dejó en la mesa por si queríamos tomar más. Un petit four después del postre en forma de tarta de chocolate con salsa de pera al vino y espuma de limón extraordinario... Todo por 50 € por persona con IVA y vino todo incluido. En fin, un restaurante totalmente recomendable, en un marco que enamora.

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