Hacía tiempo que no nos acercábamos por Orson, y este jueves teníamos un poco de prisa y siempre es una apuesta segura.
Atención estupenda por parte del personal, mesa para dos y un carrito.
Dos dobles de Estrella de Galicia, uno de rubia y otro de tostada.
Para comer de primero Vichyssoise al aroma de trufa que salió caliente, pero muy buena y arroz de verduras, bueno, pero con la alcachofa algo tirante.
De segundos un buen crepe de pollo y aguacate y un excelente Brócoli con muselina de allioli y jamón, de verdad, muy fino y sabroso.
Piña natural y piña a la plancha con helado de vainilla.
No tomamos café, pues íbamos con el tiempo muy justo.
Dos menús a 10.50€ + iva.
Volveremos.

Celebración familiar este domingo para celebrar que somos uno más. Santiago nos reservó casi todo el local ya que nos presentamos 65 personas para comer. El local no se dedica a estos menesteres pero nos hicieron un favor y nos acoplamos bien.
El menú de adultos fue como casi siempre:
• Patatas fritas caseras
• Salmorejo con virutas de jamón ibérico
• Cigalitas con puerros y piñones
• Huevas de sepia con ajitos tiernos
• Arroz meloso de caldero (bueno pero para mí le sobraban los guisantes y le faltaba sal)
• Coulant de chocolate caliente con helado de vainilla
Todo buenísimo como siempre, en especial las cigalitas.
Para los más pequeños de la familia (y algún mayor que siempre se apunta)…
• Patatas fritas caseras
• Jamón ibérico
• Croquetas de pato
• Paellita de pollo y pato
• Helado de vainilla con sirope de chocolate
Para beber, cervezas, agua y refrescos. Vino Mo de bodegas Salinas, de Villena Alicante, con Monastrell (en mayor medida) y otras variedades como Garnacha Tintorera, Cabernet Sauvignon, Syrah y Merlot.
Cafés, infusiones y un cava brut nature que no recuerdo el nombre ya que no lo elegí, nos invitó Santiago.
Nos aguantaron más de la cuenta y salimos cerca de las seis de la tarde, otra vez gracias por la paciencia.
Un saludo.

Volvimos este sábado para comer y Santi nos guardó la mesa de la entrada junto al ventanal. Comida familiar para siete adultos y una chiquita. Bonita presentación de mesa y excelente trato familiar como siempre. Avisamos que la pequeña es celíaca y modificaron la preparación de lo demandado para que no hubiera ningún problema.
Pedimos para compartir patatas fritas caseras, salmorejo con jamón ibérico, cigalas con puerros y piñones y rollitos de salmón con espárragos y queso. Y un par de entrecottes trinchados al punto.
Casi siempre pedimos lo mismo porque la verdad es que nos gusta mucho.
Para beber refrescos, cerveza de barril y una botella de Casa L'Àngel servida a correcta temperatura en buenas copas (creo que nuevas porque normalmente nos ponen unas de inferior calidad). El servicio del vino se limita al almacenaje en cava y descorche de la botella.
De postres varios Coulant con helado de vainilla, sorbete de mojito y helado de moras.
Cafés.
El precio es estimativo ya que esta vez no pagué yo.
Estupenda comida en falilia en un local donde nos sentimos como en casa.
Un saludo y muchas gracias.

Comida para ocho personas un sábado.

Patatas fritas de la casa.
Sepionet con habas, buenísimo.
Puntillas.
Croquetas de pato.
Entrecôte de buey para compartir al centro de la mesa, excelente .

Para beber, tres estupendas botellas de Prima 2008 (14€) y de postre coulant de chocolate, muy rico.

El servicio en todo momento muy atento, buen trato al vino, me parece un sitio muy a tener en cuenta.

Menu de mediodia 10 € bastante aceptable con cuatro primeros y cuatro segundos. En la carta los precios asequibles para las "locuras" que a veces nos encontramos, optamos por ella. El gazpacho exquisito con este calor y el bacalao excelente tanto con almendras como con romescu. Sin duda la diligencia y amabilidad de ella, quien nos atendió, fantástica. Seguro que repetiremos.

Viernes a las 15.20 y no teníamos nada de comer. Pasando por abastos nos decidimos a volver al Orson que sabemos que nunca defrauda… Entramos y el local está con más de media entrada a pesar de las horas que son, nos colocan en una mesa de cuatro a pesar de ser dos. Manteles individuales y servilletas de tela y copas normalitas que nos retiran al elegir cerveza y no vino. Muy buena atención por parte de las dos camareras que nos atienden (como siempre). Optamos por el menú de mediodía… Bebimos Grimbergen tostada de doble fermentación y probamos también una cerveza artesanal de la zona de Tarragona llamada Rosita, una cerveza con una segunda fermentación en botella que me sorprendió, tiene un puntito de miel que consigue un sabor suave y muy agradable. Para comer, primero elegimos los dos un sabroso arroz negro de sepia con alcachofitas y de segundo mi pareja escoge marmitako de atún (bueno) y yo picantón al horno con patatas chips, el picantón se deshacía, muy bueno. De postre piña natural y yogur con frutos del bosque.
Café solo para mí. Todo por 22.58€, me parece un precio bárbaro para la atención y la calidad de los platos degustados. Nuestro local de referencia para cualquier comida o cena que surja de repente y también para algo más preparado, ya que Santi te arregla el menú que prefieras tanto para dos personas como para 70, como ya nos sucedió recientemente.
Seguiremos acudiendo, un saludo y seguid así.

La verdad que solemos ir bastante a menudo al Restaurante de Santi. Una delicia. Trato siempre amable y una relación calidad-precio a mi entender más que buena. Es cierto que para los gustos de los que opinamos aquí, el servicio del vino deja 'un poco' que desear.
A nosotros nos encanta ir primero por el trato tanto de Santi como por el de todo el personal, simpatiquísimas todas las camareras que nos aguantan y sobre todo a nuestra hija de 16 meses que es un poco 'miura'.
A lo que vamos, estupendas patatas fritas caseras, sepia con habitas, clóchinas, excelente arroz al horno y más que recomendable las cigalitas con puerros y piñones. Bien los platos principales, pero nosotros nos decantamos por 'tapear'. Postres más que decentes, sobre todo el coulant de la que mi mujer es una enamorada (a pesar de no gustarle los postres).
Destacable también el menú de mediodía que por unos 10€ puedes degustar.
Punto a mejorar claramente es el trato al vino, que como comenta algún post anterior, se saca de la vinoteca y poco más. Solemos optar por un Enrique Mendoza Merlot que creo que está por unos 13€.
Buena opción para los que disfruten con una comida un poco más elaborada pero si ninguna estridencia.

He estado varias veces, en cena y comida.. A mi particularmente me gusta la fideguá, que hacen con fideo fino..Los vinos son escasitos y el tema de la cubitera, si que realmente sucede. Hay que pedirla.
Las patatas fritas que sirven para picoteo, están conseguidas.los postres suelen ser bastante buenos.
Las habitas con chipirones muy buenas..la ventresca de atún exquisita..
Me gusta especialmente la decoración..unas lámparas que tienen hechas de tela rustica a juego con una flor que ponen en las mesas reservadas, así como el detalle de las botellas en la parte de arriba del local..Le dan un ambiente especial..
Creo que merece la pena acercarse por allí.

Y acogedor, acudimos de casualidad ya que la Taula de Paula esta cerrada por reformas. Buenos entrantes y como platos principales tomamos un casero y buen arroz al horno, bacalao en su punto y rape con romescu. Buenos postres. Carta y servicio de vinos decente. Una buena opcion en la zona de abastos.

No es una maravilla en ningún aspecto, pero está bien para una cena informal a base de platos-raciones y acompañarlo con un vino. La RCP es buena y por 30 euros persona puedes salir satisfecho.

Lo peor, como se ha dicho, que la carta de vinos es corta, las copas normalitas y en nuestro caso hubo que pedir una cubitera para enfriar un poco el vino. No se dan cuenta de que a pesar de que salga de la cava, si el local está muy cargado, como en nuestro caso -la mayoría fumando y molestando- la botella enseguida se calienta. En este caso fue un Enrique Mendoza Merlot, algo duro al principio, pero fue mejorando al coger su temperatura.

Pero intentas abstraerte y el servicio no decepciona. Rápidos y profesionales porque no nos sirvieron un plato al ver que no habíamos terminado el anterior. Un detalle que no entienden en otros lares.

La elección fue foie (correcto), jamón ibérico (bueno), huevas de sepia (bien cocinadas) y chistorra (sabrosa). Las raciones son generosas, por lo que nos sobró un plato.