No entiendo como se reserva mesa y te plantan en una esquina de todo el jardin, cuando este todavia esta vacio, y por supuesto se va llenando de extranjeros. Estamos en España, pero parece que solo se dejan el dinero ellos.
Tras la protesta,nos cambiaron de mesa. El sumiller aparecio tras terminar los 3 entrantes sin tomar nada de vino!!. Habia pedido la carta, pero al estar faltos de cartas y de personal, eso se nota. El que pedi no lo tenian, y ya llevo varios años que me pasa esto en muchisimos lugares. Pedi otro y bien. El jamon rico , algo salado, pero muy bien cortado, la coca de pulpo bien, la brasa algo pasada. El rodaballo mal y pobre. El cochinillo crujiente muy bueno. El bacalao mazacote sin gracia. En postres muy cortos y sin ideas, sosos. El camarero de nuestra mesa muy bien toda la noche, muy atento. Cafes y petit fous correctos.
Noche bien amenizada con voces de jazz. Il giardino es una barra perfecta para tomar cocktails sin prisa.
Lo unico que no me gusto es que aprietan con la comanda cuando estas disfrutando en el jardin, que intentan meterte precios de mas en la factura,por supuesto con equivocacion por su parte,no esta hecho a idea como no; y que se les escucha todo lo que hablan entre ellos en la sala, sin complejos, como que nos habian metido muy bien media de jamon.
Eso si un joyero vendia piedras preciosas a 6000euros con toda comodidad, a doble de precio, pero el número de camareros y maitres muy justos.
El lugar es precioso, pero para extranjeros con dinero contante y sonante.
En fin, no volvere. Ha sido la 4ª vez y desde la primera hasta hoy en 7 años, ha ido a peor.