Uno de esos sitios que encuentras por casualidad, de paso. Quizá por eso te sorprende mas todavía.
Muy bien localizado en la zona de playa de Setúbal, justo en frente de la península de Troia (Reserva Natural). Perfectamente decorado y ambientado.
Servicio algo escaso (solo dos personas para un local con algo mas de 15 mesas) pero diligente, atento y agradable.
Cocina básicamente marinera con multitud de propuestas de temporada y de la zona, todo muy fresco y perfectamente preparado y presentado.
Excelente la bodega con multitud de propuestas para todos los gustos, bien las copas, vajilla, cubertería y mantelería.
Magnifica la repostería con un carrito de autentico lujo.
Buenísimos los cafés y los oportos de repostería, gentileza de la casa.
Sorprendente la Relación Calidad Precio, tres personas con un Gran vino blanco maduro del Algarve, sobre los 100 euros!
Muy, muy Recomendable!