Local sin cambios a reseñar ni en local, carta, servicio, etc... Se mantiene, lo que por esta zona no es poco y más durante los meses de invierno en que la actividad de la población decae enormememte.

Dos para comer de forma rápida: Radler y agua de litro. En el aparatado sólido:

. entrante compartdo: ensalada y morcilla de la casa. Cumplen bien.

. principal: entrecotte y bacalao de la Via. Buena materia prima, bien elaborado y emplatado.

No hubo postres ni cafés.

Local cercano a la via del metro (antiguo trenet) lo cual le da nombre al local, se trata de una antigua casa (chalet) por .lo que la distribución del comedor está condicionada por ello. Muy agradables las dos mesas del fondo con su ventana al jardín.
Mesas correctamente vestidas, copas, platos y cubiertos y cambio de platos correcto.

Carta de vinos en la que se nota a faltar algo de imaginación que se salga de los vinos clásicos. Solo una opción de media botella de tinto. Situación más recortada que hace años donde habian algunos vinos punteros. Servicio de vino dar a catar y autoservicio posterior.
Carta de comidas con bastantes opciones. Alguna oferta fuera de carta que aceptamos.

Cuatro para comer en mesa redonda, muy amplia. Elegimos añ centro:
. calamar de playa: tamaño bueno, bien hecho, nada correoso, bien condimentado.
. ensalada de pollo escabechado: amplia ración, bien de verduras, pollo escabechado gustoso.
. morcilla de Burgos: un trozo por persona de buen tamaño, bien de plancha, muy sabrosa.

Principales:
. carne americana (sic) x 3 raciones, buenas piezas poco hechas servidas sobre ladrillo caliente que permite terminarla, sin hacer mucho humo ni olores; acompañan unas patatass y pimientos de Padron bien hechos.
. magret de pato con salsa de frutos rojos: buena pieza, algo seca y un exceso de salsa que ocultaba el sabor del pato, amen del dulzor excesivo (casi mermelada).

No se ofreció postre y pasamos directamente a unos buenos cafés. Ofrecen algun chupito de dulce y aceptamos de una mistela que no se supo su origen pese a insistit, más un licor de avellanas y un orujo de hierbas.

Antes, unas cervezas al llegar y una botella de Martin Codax 2014, y una media de Viña Bujanda crianza 2011 algo viejete.

Buen servicio en sala, buenas recomendaciones, rapidez facilitada por ser solo dos mesas ocupadas.

Acudí con un familiar en una nueva ocasion a La Vía a celebrar el cumpleaños y la verdad que se mantiene al más alto nivel.
De entrantes pedimos el calamar entero fresco a la plancha que estaba exquisito, con la carne muy tierna. A continuación probamos el carpaccio de atún, que estaba acompañado de alcaparras y que estaba también excelente.
De plato principal probamos el chuletón de buey y el solomillo, dada la especialidad en carnes de la casa. La carne estaba en su punto y con una textura excelente. Alta calidad.
Todo ello acompañado por un Enrique Mendoza, que más pedir.
De postre probamos el coulant que estaba francamente bien, y en el que tuvieron además el agradable detalle de colocarnos una vela.
Para mi, un sitio para frecuentar.

Un amigo nos organizó una comida en La Vía, y resultó ser una de las sorpresas gastronómicas más agradables que recuerdo. La amabilidad y familiaridad que transmite Rafa Blanquer hacen que te sientas en un lugar extremadamente acogedor.
Al entrar al restaurante teníamos ya envinadas nuestras copas con un Royal del 70, vino que estuvo espectacular, conservando su acidez y frescura. Los entrantes muy buenos, a destacar el calamar, de primera.
El plato principal y el objeto de la sorpresa, un gazpacho manchego que nos habían preparado que hasta la fecha es el mejor que he probado.
Los postres también muy bien preparados.
Volveré a la Vía seguro, es el lugar ideal para llevar a alguien que aprecias y disfrutar de la gastronomía.

He ido vairas veces a comer a la Via con mi mujer, tanto solos como acompañados con amigos y SIEPRE que hemos comido o cenado en este chalet hemos disfrutado, hemos salido satisfechos en cuanto la calidad de la comida como en el trato serviacial y atento. La comida es excelente tanto la preparación, la presentación y la forma de cocinar los alimentos. Siempre te aciertan si te aconsejan y tambien aciertan con el punto de cocción de la carne. En cuanto a la variedad de vinos que tienen es muy amplia, aunque no soy un aficionado de los vinos, la gente con la que hemos ido, ha disfrutado con la carta que tienen. En general es muy buen RESTAURANTE tiene unos entrantes muy selectos, nosotros solemos pedir un foei de pato con cebollita cortada super delgada y caramelizada, calamar natural a la plancha y unos saquitos creo que de ojaldre rellenos de morcilla que nos encantan, la verdad que hemos probado más cosas y esta todo muy bueno. Esta claro que no todos tenemos el mismo gusto y nos gustan las mismas cosas. Todo lo que tienen es comida muy casera. Por ultimo y para terminar dejaros hueco para el postre, tienen un flan de queso y un coulant con chocolate que esta buenisimo. Es un RESTAURANTE muy bueno y recomendable.

fuimos a comer a la via porque me lo habia recomendado un amigo, y la verdad es que fue un acierto total.Al medio tomamos un calamar a la plancha excelente y unos originales champiñones rellenos . de plato principal yo tome las mejores alubias con foie que he probado nunca.Mi mujer un bacalao con pisto casero muy sabroso.De la extensa carta de vinos optamos por un clasico valenciano tinto,Mendoza Merlot .
El local es muy acogedor y con encanto.El servicio muy correcto y amable.

La verdad es que no está mal pero tampoco bien. De primero unos entrantes al centro. Queso con salsa de higos, champiñón relleno, foie caliente y calamar a la plancha. Raciones normales, cocina ya vista. De segundo optamos por la carne. Parece que el solomillo estaba exquisito pero mi entrecote era una autentica piedra con una salsa insípida ¿¡roquefort!? Basta decir que lo mejor de esa carne eran las patatas de guarnición. De postre sorbetes y el coulant de chocolate que es casi estandard en cualquier restaurante.
La carta de vinos tiene las DO habituales (Ribera, Rioja y vinos valencianos) y una sección con un poco de todo Los precios razonables. El servicio se limita dar a catar una vez abierto. Tomamos un Cepas Viejas del Bierzo que fue un descubrimiento, muy rico (por 19 euros). Por último café y licores.
Quizás reseñar que el precio es módico y el sitio agradable para salir a cenar con tranquilidad. Sin embargo, gastronómicamente es prescindible

Restaurante que conozco desde hace mas de siete años y sigue siendo bajo mi punto de vista un restaurante que desde su inaguracion continua con su buena calidad y un precio adecuado.
Recomiendo las anchoas con confitura de tomate,el queso con salsa de higos y su tipico champiñon relleno como entrantes.En cuanto a segundos tanto carnes como pescados raciones copiosas y de excelencte calidad,con reseña al magret con reduccion de PX y el buey(tanto solomillo como entrecot)a la piedra.
Referente al vino tienen una carta extensa y variada.Lugar muy acogedor y trato "familiar".

Solo por degustar cualquiera de sus trabajos con higos, merece la pena visitarlo.
Por lo demás, se trata de un correcto restaurante. Buenas carnes a la piedra y atractivas picaditas de entrante.
Corta carta de vinos.

Conociendo la buena relacion PRC, esperabamos algo más. Ubicado en la zona del pueblo de La Cañada (al lado del Vaixell) el local (Chalet) para recargado sin mucho gusto y algo viejo. El Servicio muy agradable pero falto en conocimientos enologicos (fallaron el vino estrepitosamente, cuestion quizas de mala suerte). Recomendable como entrada el "higado fresco con reduccion de PX" y como plato principal el "solomillo a la piedra" y el "magret de pato" aunque este ultimo algo aceitoso como todas las Chips.
Las raciones son muy, muy abundantes.
El precio con un Finca Malaveina a 24€ y un postre compartido (helado) nos salio por 50€/pers. Caro para lo recibido. No recomendable.