Estuvimos tomando unos vinos y degustando sus pinchos, tres de ellos más en concreto, en plenas fiestas de San Fermín. No era de los locales más concurridos de la calle, cosa que se agradece, pero no andaba falto de ambiente el local. Gente suficiente trabajando tras la barra, detalle éste digno de elogio pues facilita mucho la rapidez en las comanda y revierte en la satisfacción del cliente.

- "Trump"antojo: Muy original e impactante a la vista. En plato individual se sirve un matojo de pasta Kataifi tostada que, por su configuración y color, nos recuerda el popular flequillo del actual presidente de los EEUU. Escondido bajo él, un guiso que identificamos como sesos o alguna otra carne de textura peculiar. Está rico, pero, por pariodar la mata de pelo, hay un exceso de Kataifi que dificulta la ingesta.

- Ceviche de salmón: Impecable. Pincho individual, ración más que cumplida, pescado de calidad y acertado aliño. Muy rico.

- Boomveja: Pincho ganador en el Certamen "Semana del pincho de Navarra 2017". Sobre una especie de brioche o panecillo de vapor con marcada presencia de trufa, se sirve un guiso de cordero thai. El plato se presenta envuelto en nitrógeno líquido, cosa que dispara el impacto visual. Pero no sólo hay show en el pincho. Su ingesta reporta grandes dosis de placer. Un platazo en forma de pincho. Top.

Acompañamos todos ellos con alguna copa del sauvignon blanc que se ofrecía en barra y una botella de Parxet Brut Nature, el cava de la casa.

restaurante novedoso desde el cambio de propietario. Pinchos de autor y comida sietes pasos francamente magnifica. Merece la pena.

Animados por los comentarios previos hemos acudido a este restaurante a probar el menú de pinchos que ofertan y, la verdad, me esperaba algo más. Por cierto, en su web anuncian dos menús de pinchos, pero luego en el local sólo aparece uno. El degustado por nosotros, cuyo precio era de 24€, consistía en lo siguiente: Milhojas de tomate confitado con anchoa y salmón, Bacalao ahumado con vinagreta de tomate, Lascas de hongos en tempura con cebolla confitada, Ciervo con hongo beltza, Carpaccio de piquillo con nube de idiazábal, La huerta al cubo y Degustación de quesos. A destacar las Lascas de hongos (gulesco), pero ninguno de los demás alcanza la notabilidad. La carta de vinos es cortita, pero interesante. La temperatura de servicio es la correcta, pero las copas son totalmenmte inadecuadas, tanto las que tienen en la mesa cuando te sientas como la que te sacan cuando les dices que quieres una mejor, específica para el vino.

Local situado en una de las calles que corta con la plaza principal de Pamplona, muy conocido. Estuvimos cenando de pinchos, y la verdad es que merecen la pena. Son tapas bastante elaboradas, de las cuales probamos la torrija de manitas de cerdo, diferente, te tiene que gustar, dos tostas de foie muy buenas, unas milhojas de tomate y bacalao estupendas, una correcta ración de queso Idiazábal, el carpaccio de avestruz, original y sabroso. La carta de pinchos comentaba varios premios que habían recibido por diferentes pinchos, por ejemplo era el primer restaurantes que ofrecía un pincho de avestruz. El servicio del vino es normalito: hay unos cuantos vinos de Navarra y alguna cosa más, pero no disponene de válvulas para sacar el aire al vino, con lo cual es aconsejable juntarse unos cuantos y empezar las botellas de cero. Aún asi los caldos que probamos, un rosado de navarra y varios tintos, estuvieron bien. Recomendable.

Estuvimos en los sanfermines y nos pasamos dos días por el Baserri: el primer dia cenamos en el comedor y el segundo en la barra de pinchos. Mejor opción la segunda, pero como andábamos hartos de patear, se agradecía también sentarse a la mesa.

Menú único de San Fermín (27€) que se avisa al reservar por teléfono (buen detalle). A elegir un primero y un segundo por persona. Compartimos los primeros: terrina de foie, alcachofas con almejas y saquito de txanguro con salsa de gambas. Los segundos: Entrecot, Atún (ambos un poco pasados) y cocochas de bacalao. De postre sorbete (estábamos más que llenos). Nos gusto todo en general. Vino de Navarra que desconocíamos bastante bueno (no recuerdo el nombre). Servicio eficiente en un local abarrotado.

El segundo día en la barra festival de pinchos, cervezas y vino: de ciervo, de marisco, de salpicón de pulpo... cada uno superando al anterior. Geniales!

El precio que pongo es la media entre lo que pagamos dentro y fuera. De todas formas RCP buena.

Multipremiado y reconocido negocio, con pintxos de primera calidad, entre los que pudimos degustar, un dado elaborado con gelatinas de verduras, alioli ligero y "ralladura" de jamón (ver foto, para más señas), torrija de manitas de cerdo (en la que quizás la canela se apoderaba del sabor de la manita), milhojas de tomate, salmón y anchoa, y un montadito de ciervo guisado con hongos, en la que un toque de avellana le daba un toque especial, precios adecuados al nivel de virtuosismo, situado en pleno casco antiguo de Pamplona, la ambientación, el servicio, limpieza, o incluso el servicio del vino se pueden calificar de adecuados.

Dispone al fondo del local, de unna sla donde poder comer, si bien es cierto que no pude ojear ni la carta.