Con los comentarios leídos, había que acercarse.
Restaurante a 15 min. del Casco Histórico. Se agradece la ambientación como contrapunto al caos turístico (mesas con separación suficiente, decoración modernita, música ambiente). Cocina tradicional, sin arriesgarse, muy buenas materias primas.
Comida para tres.
Entrantes: Revuelto de patata y morcilla (buena, pelín fuerte), 1/2 ración de mollejas y setas (bueno), 1/2 ración de garbanzos, espinacas y chipirones (bueno).
Segundos: 2 Paletillas de cordero lechal asadas (muy buenas) y una perdiz a la toledana (excelente).
Postres: 2 ponches toledanos con helado de café (muy bueno), con 2 copitas Casta Diva Cosecha Miel.
Carta de vinos amplia (no enciclopédica), actualizada. Precios x1.5. Pedimos Finca Sandoval 2005 (33€ IVA inc) con copas Shiraz Riedel, decantado y bien de temperatura.
Servicio atentísimo por parte del soumellier. Nos invitó a 2 copas de Olivares (Monastrell semidulce).
Precio total (inc. IVA): 184€

Hacia mucho que me quería pasar por este afamado local toledano,el sabado por la noche por fín lo logré.
Genial puesta en escena a cargo de Rafael Torres y su equipo, por no decir sus hermanos en la cocina, pedimos verduras en tempura, nada aceitosas y crujientes, jamón muy sabroso, y foie fresco con PX, de segundo unas chuletillas de lechal(auténtico de bocado) y un bacalao pil-pil simplemente sublime. De postre nos dejamos tentar por una tarta de queso casera, un creppe relleno de crema pasterera y chocolate caliente y finalmente por unas trufas de chocolate estupendas.
Para beber nos dejamos guiar por Rafael y nos recomendó un Finca els Camps Ull de Llebre 00 de Jane Ventura que al menos al que escribe le dejó apenas sin palabras.
Gracias.

Acudí con mi familia a este restaurante al hilo de los unánimes y elogiosos comentarios recogidos en esta web. Nos desplazamos desde Madrid expresamente a comer y la experiencia sin duda, mereció la pena. El personal fue muy agradable en todo momento: nos condujeron a una mesa que estaba junto a una ya ocupada con personas fumando (en el local se permite fumar), y tras solicitar una alejada de humos y olores, nos permitieron elegir otra (afortunadamente nuestros vecinos no fumaron). Rafa estuvo charlando con nosotros sobre la historia del local hasta convertirse en lo que conocemos hoy. Y claro, también sobre vino. Con la comida, probamos un Dominio de Valdepusa Petit Verdot que nos supo a gloria, como los platos elegidos (a la tempura le faltó un punto más de "crujiente"). El resto, impecable. Absolutamente recomendable. Precio entre 50-60€/pax.

Poco más que añadir a lo ya comentado, impecable restaurante. Raciones generosas y aún así se quedan cortas, por que? por que están perfectas de ejecución/sabor y quieres más, desde los garbanzos con chipirones, pasando por el foie, hasta el rabo de toro. Aquí no es un tópico lo de "les traigo media ración, que puede que hayan pedido mucho" y no lo es cuando ves llegar la ración de merluza, que aún con mas de 4cm de grosor estaba perfectamente cocinada en todo su volumen.

El servicio de vino, serio, sin alardes, no se hace nada de cara a la galería, se nota que se sabe lo que se esta haciendo, dudo mucho que a Rafa se le escape algo fuera de punto y llegue a la mesa. Es de agradecer que si dejas a su elección el vino este no se convierta en una sorpresa de 60€, que así también acierto yo.

No puedo hablar mucho de los postres por que no pude con más, eso si, probé la tarta/crema de queso que pidió mi mujer y muy rica y otra vez ración generosísima.

2 pax. 150.-€ (Viña Consolación 2001 24.-€ + 2 copas de Casta Diva 12.-€)

1/2
Me veo en la obligación de estrenarme en la sección de restaurantes con el As de Espadas de Toledo, un localo que, en mi opinión, debe ser referencia en el panorama de la hostelería española por todos y cada uno de los detalles que me ofrecieron el sábado pasado.
Los platos que comimos rozaban la perfección, sino llegaban a ella. Platos abundantes con que para dos personas comientes fueron más que suficiente. Una ración de verduras variadas, crujientes, en su punto, con una salsa de acompañamiento. Una perdiz estofada que se saboreaba melosa y con un golpe de potencia. Pero el plato que más nos sorprendió fue un rabo de toro que se deshacía en la boca, aunando suavidad y concentración de especias. De postre compartimos también una porción de tarta de queso y una creppe, deliciosos, con la dulzura justa.
El vino, consultado previamente con Rafa Torres, fue un Dehesa del Carrizal Syrah 2003. Muy bueno, acompañó de maravilla la comida. Para el postre dos copas de Etim de sobremaduración. El servicio del vino perfecto, todos los detalles y más que a un enamorado del vino como yo le hacen descubrir cómo se deben hacer las cosas.

2/2
El servicio en general fue una maravilla. Todas y cada una de las personas que nos atendieron estuvieron perfectas. Mención especial para Rafa Torres que conversó con dos turistas de Toledo como nosotros como si nos conociera de toda la vida. Un profesional como la copa de un pino al que hay que valorarle, por supuesto también a sus hermanos, la gran labor que realiza en este local.
La relación calidad-precio, según mi punto de vista, excelente.

Volvimos nuevamente para confirmar que lo ocurrido en fechas anteriores no había sido un sueño.
De acuerdo con todo lo comentado anteriormente, MAGNIFICOS cocineros los hermanos TORRES, materias primas de excelente calidad, el rissoto delicioso, las mollejas exquisitas, las cocochas un placer, y la carne maravillosa, para acompañar a la carta yo pondría un par de sugerencias fuera de ella.
La sala, el servicio, la cocina, los lavabos impecables.
El servicio del vino lo dejo para el final.
Decidimos llevar, un Cirsión que teníamos nosotros, Rafa no había preparado una mesa en un pequeño apartado y comenzó la magia del saber, un saber amplio, amplio que disimula con pequeñas anécdotas y bromas, pero que te hace ver sus bastos conocimientos, dosificándolos para que no pienses que es prepotencia, nos dejamos llevar y fue abriendo y sorprendiéndonos con vinos y vinos, descorcho el que llevamos con perfección, detalles calidos y humanos que te hacen sentir que estas en la casa de un amigo, mas que en un restaurante.
P.D. El local es nuevo, pero ellos llevan la hosteleria a sus espaldas desde sus padres, han afrontado el cambio para el futuro con gran criterio.

Consigue lo más difícil, que no es llegar, sino mantenerse. Enhorabuena una vez más a los hermanos Torres. Magnífica cena. Conserva su máxima: materia prima de primera calidad elaborada con maestría (delicioso risotto). Por otro lado, el "caldo-man" sigue exhibiéndose a la hora de ofrecer sus maravillas embotelladas: ser un apasionado del vino se mezcla con la habilidad de un maestro en el servicio del mismo. Recomiendo no sentarse cerca del "cofre del tesoro", dado que se puede caer en la tentación de cometer un hurto entre tanta buena botella. Por cierto: considero necesario hacer una mención especial para el baño de este establecimiento. Gracias "Rafa y compañia".

Después de patear Toledo y llegada la hora del almuerzo no encontramos con Rafa y su "As de Espadas". El trato personal y próximo, buena gente. Empezamos por el servicio del vino, muy bueno, buenas copas y temperatura de servicio. Excelentes consejos en la elección, quizá solo un comentario, estaría bien que el descorche lo realizase delante de los clientes. Siempre se aprende algo. Los platos son de cocina de la tierra con algunos pescados en la carta, bien presentados con excelente materia prima y buenas raciones, aconsejaría un poco mas de innovación, sobre todo en los postres. El local de nueva factura con espacios cómodos y amplias mesas, solo cabe mejorar el ajuste de la climatización. Es la segunda vez que estoy en Toledo y aun no puedo decir que sea el mejor restaurante de la ciudad, quizá la próxima vez lo sea. Saludos a Rafa y Familia.

Muy bien, lugar bonito y amplio, raciones amplias y generosas, en el vino si te dejas asesorar por Rafa, ademas de recibir un trato perfecto en el que te sientes como en casa, pon tu el precio y preferencias que siempre tiene algo de su gran bodega que te va a gustar o incluso si te dejas sorprender como nos paso a nosotros, salimos encantados y desde luego recomendable y para volver.
El resto del servicio tambien muy profesional y atento.
Muy bien.