Restaurante Marquet en Escaldes
Restaurante Marquet
País:
Andorra
Localidad:
Tipo de cocina:

Añadir vino por copa

Precio desde:
42,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
55 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
7.6
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
8.8
Comida COMIDA
7.5
Precio medio entorno ENTORNO
7.0
RCP CALIDAD-PRECIO
6.3
Fachada
Primera Planta
Clos de Goisses de Philipponnat
Opiniones de Marquet
OPINIONES
11

Avanzando en nuestro periplo, tocaba dirigir nuestro pasos a un viejo conocido en donde sólo he tenido experiencias satisfactorias: la gourmeterie Marquet, cuyo nombre, por cierto, hace honor a la verdad.

Situación y entorno: Al lado del hotel Roc Blanc, en la plaza en la que finaliza la Avenida Meritxell (y, por ende, la zona de compras). La plaza en cuestión es relativamente agradable, y se puede disfrutar porque el restaurante comentado dispone de una terraza con bonitas sombrillas de diversos colores, primer punto agradable del mismo. Accediendo a la parte interior, lo primero que queda a la vista es un pequeño habitáculo en donde se ubican algunos de los productos gourmets, la zona de cobro y dos escaleras: la que da acceso al restaurante, y la que da acceso a la joya de la corona: su majestuosa bodega.

El restaurante -situado en la parte superior- es muy agradable, con notas de modernidad (decoración del techo) mezcladas con motivos antiguos (báscula de peso). A la derecha la cocina y a la izquierda un salón diáfano, de no excesiva capacidad (reserva obligatoria). Mesas de tamaño correcto, sillas cómodas, buena separación entre mesas e iluminación casi natural -hay cristaleras-. Buena cubertería, muy buena vajilla -blanca, de diversas formas y tamaños-. Medios Manteles (lo más flojo), pero acompañadas de unas servilletas excelentes con una Q bordada en rojo. Copas Riedel. Suelo de madera reluciente. Limpieza absoluta. Baños impolutos. En fin, lo que uno se espera en un sitio con este nombre.

Servicio y servicio del vino: Excelente. Amable, muy educado. Camareros perfectamente ataviados. Sin prisas, pero sin esperas de ningún tipo. Rapidez en el tema de la comanda, con inmediata toma de la bebida y presentación de los panes, así como el aperitivo. Del vino, qué decir: además del coperío Riedel ya mencionado, la carta de vinos es muy completa -casi excelente-, con buena variedad de precios, siendo el propietario un gran amante de lo vinos. Aparte de los de la carta -que van, en cuestión precio, del X 1,2 al X 2,5 pudiendo beber muy bien si se afina en la elección-, están los “demás”, los de “abajo” (la bodega), los Cheval Blanc, los Latour, los Lafite, incluida alguna añada grande-, también Borgoña, Rhône, Vega Sicilia ... para una interminable lista que bien pudiera ser el deseo soñado por muchos de nosotros.

Por nuestra parte, repetimos el vino que tomamos la última vez, el Haut Beasejour, pero en cosecha 2009. Servido a adecuada temperatura. Muy rico para lo que se comió y a un precio muy asequible (30 euros). Hubiera sido perfecto si todas las veces nos hubieran servido el vino. Pero, aun así, todo muy bien en este aspecto, sin tacha o motivo de queja alguno. Al contrario, un disfrute.

Comida: Carta variada, con precios adecuados a la calidad del producto. Salmones, foies, quesos, caviar... Con otras posibilidades, claro, pastas, ensaladas, rissotos, carnes y pescados. Todo muy bien presentado, en cantidades más que aceptables y con algún toque de refinamiento. De los sitios que gusta estar. De los que te daría por probar un poco de todo.

Ello se confirmó con el aperitivo: una rica mini-tostada untada con abundante sobrasada, acompañada de un par de gotas de miel... Bien empezábamos.

En cuanto a los platos, y dado que llevábamos un cierto tiempo sin acercarnos a las especialidades italianas, optamos por pedir dos tipos de pasta distintos. Una de ellas consistente en macheroni negros con salsa de gambas y langostinos, muy sabrosa, con abundante presencia de estos últimos y una salsa muy bien ligada y ligera. Y unos espaguetis a la crema de pesto -rematados por dos galletas de queso-, buenos, pero con un sabor algo más atenuado, posiblemente por ser la salsa que acompañaba algo más simplona. La cocción, más correcta que en España, sin llegar al famoso -y, sin duda, acertado- “dente” italiano.

Satisfechos de lo anterior, y sabedores de que aquí la botella de vino había que acabarla, de segundo cayó un clásico: steak tartare, pero en este caso de buey. Aunque siempre que pido este plato sé que las comparaciones van a ser odiosas -el tartare del restaurante Palomeque de mi ciudad es inigualable-, lo cierto es que estaba bueno. Buen género, bien picada la carne, preparación en directo, doble prueba de sabor y picor!. Muy bien, acompañado de unas magníficas tostadas y de una buena ración de patatas servidas aparte y muy bien fritas.

Panes: Ricas las tostadas para el steak. Pan con frutos secos precortado y tostadas de foie. Acompañan la canasta de panes, dos envases individuales de mantequilla Pascual.

No hubo postre, aunque sí un café, para dejar un precio final de 88 euros/2 pax. A mi juicio, una buena RCP.

Y todo ello para terminar, como siempre, con las dos pautas que ya se han convertido para mi en una inveterada costumbre: a) Visita a la bodega acompañado del propietario para ver si “caía algo” -que no fue el caso esta vez-, y para admirar lo que allí se ve; y b) salida del local con una sonrisa y con el estómago preparado para dirigir mis pasos hacia la no menos tradicional cata de ginebras con que el amable propietario de la Cava Benito tiene el detalle de obsequiarme antes de elegir las que me llevo.

Cosas de la vida, que a veces nos deleita con estos momentos, los cuales estoy seguro que podrán experimentar en primera persona, en esta bella localidad andorrana, si se animan a seguir el sencillo recorrido aquí descrito.

Servicio lento, los platos llegaron fríos a la mesa y no estaban a la altura de las visitas anteriores.

- 10 Croquetas Joselito 18,27€, - Normalitas
- 6 Ostras francesas 12,58€, - Bien
- 1 Canelones 13,94€, la pasta era de crep - Normalitos
- 2 Strogonoff 49,04€, - Poca carne y le faltaba sabor
- 1 Berberechos con alcachofas 23,99 - Bien
- 1 Civet de liebre 25€, - Poco sabroso

- 1 Flan de coco 4,76€ - Bueno
- 2 Tarta de manzana 14,42 - Muy Buena
- 1 Brownie 7,21€ - no me lo pude comer - Mal

- 1 Agua 2,21€
- 1 Cerveza 2,50€
- 1 12 Volts 07, 17€

- 3 Cafés 4.76€
- 1 Cortado 1,68€

En esta segunda visita quisimos comprobar si la impresión que nos llevamos de la primea fue un espejismo, o si realmente este restaurante es así, y vaya si lo es.

Para empezar el servicio de todos los camareros y de los dueños es muy, muy cercano y profesional.

Esta vez pedimos:
Ración de rossinyols; con un exceso de aceite.
Ración de jamón; Muy bueno, pero sin llegar al nivel del Maldonado.
Ración de 4 quesos; Muy buenos.
Canelones, Muy bueno.
Filete de Kobe; Excepcional.
Tournedo; Muy bueno aunque con un cierto exceso de salsa.

Para beber pedimos un Gosset Grand Rose; muy buen servicio, durante toda la comida, y servido en su temperatura óptima (la primera vez falló la temperatura.

En defintiva, una muy buena elección para ir a comer a Andorra. Plenamente recomendable.

Como bien dicen en los comentarios anteriores, se trata de de un restaurante situado en la primera planta de una tienda de productos gourmet.
Decoracion que combina paredes de piedra, techos y suelos de madera con mostradores de cristal, alacenas, basculas etc...
Mesas de cristal de tamaño reducido para mi gusto y bastante juntas unas de otras, comedor lleno, vajilla y cuberteria correcta y cristaleria Riedel.
Servicio correcto.
Pedimos raciones todas para compartir:
Salmon ahumado Karpier 17,31€, impresionante, se fundia en la boca.
Foie micuit 18,75€, simplemente correcto. acompañado de panecillos variados.
Rovellones salteados con ajo y perejil 18€, pura fragancia y sabor.
Canelones 13,94€, bastante mediocres y con una bechamel con mucho sabor a nuez moscada.
De postre brownie de chocolate con helado de vainilla 7,21€, prescindible.
En el apartado de vinos tienen una carta bastante interesante con precios bastante comedidos, sobre todo franceses y espumosos, nos decidimos por Donnhoff Oberhauser Brucke Riesling Spatlese 25€, servido en cubitera.
Terminamos con unos GT de Bulldog y G-Vine Nouaison con Fever Tree 7,60 € c/u.
Sin duda es preferible pedir lo que es producto que platos elaborados.

Después de leer todos los comentarios anteriores, ya teníaos ganas de ir a comer a este restaurane.

Lo curioso es que es un restaurante dentro de una tienda de delicatessen, o como ellos dice gourmenterie.

Como entrantes pedimos:
8 croquetas de jamon "joselito"; Por lo que dijeron mis hijos increibles, y la verdad es que no me dejaron ni probarlas.
Plato de jamón; a duras penas pude probarlo, pero realmente excepcional.
Ensalada de ventresca; esto sí que pude probarlo, generosa y estaba buena.

Como platos principales:
Canelones; Muy buenos. La pasta no es la típica pasta de canelón, sino que los preparan con pasta de crep, y con un relleno de 3 carnes. Los mejores que he probado en un restaurante.
Pasta con trufa; sencillamente Buena.
Tournedo; Muy bueno
Filete con verduras; Muy bueno.

Para acompañar estos platos, pedimos un champagne Gosset Rose, muy bueno pero no llega a la cota del Billecart Salmón.

Al final a todos los comensales nos saludó el responsable del restaurante.

En definitiva, la primera vez que como tan bien en Andorra. Sin duda alguna volveremos.

Es un clasico que nunca defrauda y el precio, si se cuida lo que se pide, no está nada mal.
Ostras, jamón y ensalada de entradas.Tres de pasta(sublime la de trufa, un magret normalito y unas piernas de codorniz excesivamente avinagradas, aguas, cervezas y un pago de capellanes 07 buenisimo , por 210€ para cinco. Excelente por 42€ por persona. Para repetir

Plato de jamon Joselito
2 raciones de Anchoas (unas 8)
Ración y media de Foie
6 croquetas
Una ensalada de queso de cabra
2 tiramisus
1 flan de coco
Botella de vino (20 euros)Buena recomendación de la casa
2 copas de Champagne de la casa (Bueno)

165 euros

Hombre, todo estaba muy bueno, pero no era excepcional. Asi que aun siendo bueno, el precio para mi demasiado alto.

Magnífico local muy bien descrito en el comentario anterior.
Cené yo solo en la parte de arriba (rodeado de vitrinas con botellas de cognac, armagnac, whiskies) donde puedes tomar unos perfectos entrantes (salmón, jamón Joselito, caviar, etc) y unos segundos muy atractivos. Las mesas un tanto justas y demasiado próximas.

Servicio más bien distante pero profesional por parte de la señorita que me atendió.
Sin detalles ni antes ni después de la cena.

Cena para 1pax:
Salmón ahumado Carpier (impresionante)
3 croquetas de Joselito (buenas pero tampoco para entusiasmar; a 1.95€ la unidad)
Canelones caseros con bechamel (rellenos de pollo, ternera y foie-gras). Simplemente perfectos.
Postre: Brownie con helado de vainilla (impresionante aunque el helado, anodino, sobraba).

Servicio del vino: Ya está todo dicho de su carta de vinos. Evidentemente hay detrás alguien que sabe lo que se trae entre manos (distribuidor de vinos). Bastante amplia (incluidos algunos vinos portugueses) y al corriente de las novedades. Precios estupendos (Malleolus a 30€ o San Vicente a 33€ o Valbuena a 74€). Conté hasta 14 champagnes. Pedí un Sancerre Michel Redde Les Tuilieres 2007 servido en cubitera y copas Riedle. El servicio consiste en descorche y sírvete tu mismo.

Precio total (incluido impuestos y una botella de 1/2l de agua): 66.70€

Nota: Ciertamente recomendable para todos los "exquisitos" que pisen Andorra.

Gran acierto de Jorge Marquet, lo que ha supuesto el cambio al nuevo local situado en la plaza peatonal frente al Hotel Roc Blanc, uno de los hoteles clásicos de Andorra. La nueva instalación se reparte en 3 estancias perfectamente definidos. A pie de calle se encuentra la tienda de todos los productos gourmet de primera calidad, como son jamones y lomos de Joselito, salmón y ahumados de Carpier, una buena selección de aceites y otros muchos productos que hace difícil poner limites a la compra. En esta misma planta se encuentras unas 3 o 4 mesas para poder tomar unos vinos o champagnes. En la planta inferior, se encuentra la bodega, perfectamente climatizada, donde a los aficionados al vino se nos hacen los dientes largo, tanto por cantidad como por la calidad. Aquí nos tomamos un botella de Champagne de Clos de Goisses de Philipponnat, acompañado de un manchego curado, combinación magnifica. Hasta aquí, todo es similar a la anterior ubicación, si bien ganando en esta última en calidad y cantidad de espacios. Por último, en la planta superior se encuentra la parte de restaurante, donde se puede cenar algo informal, todos los productos de primera calidad y todo acompañado de copas de Riedel. En la próxima visita reservaré para comer en esta primera planta.

Creo que es sitio obligado para los aficionados al vino y productos de buena calidad, desde hace más de 15 años que conoció mi Abuelo (y maestro que me inició en este maravilloso mundo de los vinos y la buena mesa) a Jorge Marquet venimos yendo a este sitio cada vez que vamos a Andorra.

El poner precio me espero a ponerlo la próxima vez, ya que me invitaron.

  • Fachada

    Fachada

  • Clos de Goisses de Philipponnat

    Clos de Goisses de Philipponnat

  • Primera Planta

    Primera Planta

Espectacular en tots els sentits!! Producte de molta qualitat i servei del vi immillorable amb una gran varietat i copes Riedel. Vam menjar salmó carpier, pernil Joselito, un foie exquisit, canelons, tournedó. Tot d'una qualitat insuperable.
Per veure un riesling alsacià i un pinot noir borgonyès. Els dos memorables!
Però lo millor de tot és el servei i les explicacions que donen tant el Sr. Marquet com els seus fills.
Tornarem sempre que estiguem per Andorra.

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