Por fin han vuelto a reabrir este maravilloso restaurante que debería ser patrimonio de la isla. Una casa antigua típica con su patio y las habitaciones como comedores. La carta se compone de platos típicos canarios, eso si algunos tienen que ser por encargo debido a su preparación. Los precios son razonables siempre dependerá de lo que pida cada uno. Nos gastamos unos 65€ con dos entrantes papas arrugadas y queso del país, dos raciones de atún, postres, pan, vino Bermejo y agua. Muy rico todo sea dicho, comida canaria de toda la vida. Tienen bastante variedad en la carta en este sitio encantador, por cierto los camareros visten con la típica vestimenta de la isla que no deja dudas de donde nos encontramos, volveremos.
Antes de ir esta Semana Santa a Lanzarote me apunté algunos restaurantes recomendados en Verema para ir sobre seguro, pero en este caso, os aseguro que hacia mucho tiempo que no cenaba tan mal. Servicio deplorable, platos frios y dificultad en reconocer lo que habías pedido en el plato. Solo como ejemplo, me decidí por probar el solomillo y tuve que explicar lo que queria decir "al punto"
Seguro que no volveremos y no os lo recomiendo en absoluto. Dos calles más arriba hay otro resuraurante que le da mil vueltas: La Casona de Yaiza.
Llevaba muchas ilusiones al visitar este restaurante, pero no salí muy contento.
para empezar me resultó algo incorrecto ver la carta (y el cartel de la entrada)llena de advertencias de que se cobraría un cubierto adicional si se pedía menú degustación para compartir, o que no se servían platos aislados. me pareció simplemente grosero (algo así como decir que si no vas a gastarte dinero pidiendo "a saco", no entres)
los primeros, muy decepcionantes: surtido de entrantes canarios deplorable y ensalada de aguacate mínima y poco atractiva al paladar.
las carnes q pedimos de segundo, muy buenas (excelente calidad de la materia prima y sin excesivas sorpresas o sofisticaciones en su elaboración)
postres correctos aunq "muy cortitos"
de vino: "el grifo", blanco seco de lanzarote muy bueno.
servicio no profesional y poco amable.
el lugar, con cierto encanto, pero tampoco para tirar cohetes.
ni mucho menos me parece de lo mejor de la isla, hay 100.000 sitios mejores en lanzarote.
decepcionante, no volveré
Suscribo lo dicho anteriormente; entre los 3 mejores de la isla. Para empezar, el marco: una antigua casona reformada por el mismo Manrique. Tiene varios comedores pequeños y discretos, respetando la estructura original.
Carta de varias denominaciones, pero corta y gravosa (nos conformamos con un Viña Pomal).
Gran nivel en cuanto a la comida: recetario canario actualizado(nos aclararon que había recetas de cada una de las 7 islas). Para haceros una idea, para 2 pax: ensalada de cherne ahumado(una especie de mero), potaje templado de garbanzos (¡finísimo!) y de 2º lomo de atún al punto sobre una sublime vinagreta y láminas de solomillo con pisto. De postre el recomendable mousse de chocolate y para un goloso sin remisión como yo, el surtido de postres típicos. Todo por no más de 100€.
Por último, el local gana encanto si se va de noche.
Espectacular. Sin duda el mejor restaurante de la isla. Si decides ir reserva con dias de antelación porque hay mucha demanda. Comimos un surtido de entrantes tipicos, de primero salmón de Uga y de segundo un pescado autóctono que estaba delicioso. La carta es extensa y variada. A los amantes del vino blanco no os perdais el degustar los vinos Lanzaroteños, son alucinantes. No desentonan en absoluto del mejor vino blanco peninsular. Yo pedí un Antonio Malvasía, estupendo, me recordaba al Viña Esmeralda. Lo dicho, su vais a Lanzarote no podeis marcharos sin comer en el mejor restaurante de cocina típica Lanzaroteña.
Un saludo.