Restaurante El Hostal en Oruña de Pielagos
Restaurante El Hostal
País:
España
Provincia:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:

Añadir vino por copa

Precio desde:
54,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
59 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
8.6
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
7.5
Comida COMIDA
9.5
Precio medio entorno ENTORNO
8.5
RCP CALIDAD-PRECIO
9.0
Le Versant 2014
Crema Cántabra y piña con helado al ron
Arroz de salmonetes de roca
Maganos encebollados
Tartar de bonito
Opiniones de El Hostal
OPINIONES
5

Nueva visita al Hostal, esto es como en las películas una saga, con la diferencia que en las mismas normalmente baja su nivel, cosa que no sucede aquí.

Por ese motivo he puesto el mismo título pero la fase 2

* Steak tartar con setas, un perfecto steak acompañado en su base con una seta revuelta de crujiente

* Panceta perfectamente desgrasada, acompañada de un langostino tigre con un aporte externo crujiente en el mismo y un perfecto y sabrosos fondo

* Pochas marineras, unas tiernísimas  pochas con calamar y un caldo que te recuerda los sabores del mar.

* Arroz de carabinero, arroz meloso, con un sombrero de arroz socarrado y encima del mismo un tartar de carabinero, conjugando con ello tres texturas que hacen disfrutar el mismo.   

* Sardina marinada con pie de manzana huevas y ajo blanco de nueces

* Buñuelo de bacalao con jugo de morros

* Foie frutos secos y gelatina de oloroso

* Callos

Postre, cafés etc........

A resaltar en el menú que al no gustarme el foie, sobre todo cuando no son sucedáneos como es el caso, me lo sustituyeron por los callos.

Solo resaltar el corto intervalo de tiempo y todos los platos del menú diferentes a  la anterior visita, pues el servicio cocina etc.... mantiene siempre una regularidad por supuesto excelente.

No voy a descubrir a la mayoría en esta página la cocina de Gustavo Pérez.

Muchos de los que escriben en la misma han tenido la ocasión de disfrutarla.

Cocina que nunca se estanca y evoluciona con y a través del tiempo, haciendo disfrutar y mucho a sus clientes.

En esta ocasión el menú degustado se compuso de la siguiente forma.

* Sardina marinada en salazones, plato con aporte citrico, anchoa, huevas etc, consiguiendo un plato redondo.

* Machote marinado, cilantro, pepino baby, gelatina de manzanilla un verdadero placer para el paladar.

* Ajo blanco de nueces con royal de carabinero.

* Croqueta de langostino tigre.

* Huevo con patatas, su visual es semejante a un San Jacobo, en su interior lleva una yema de huevo envuelta en cecina, plato que me sorprendió realmente.

* Chipirón relleno arroz en tinta.

* Carrillera en escabeche y coliflor con centollo.

* Paletilla de conejo con caldo de sus asaduras

* Torrija de pan, helado y crema de orujo.

Todos los platos degustados brillaron a un altisimo nivel, sorprendiendome mucho, quizas el que parece mas sencillo y de peor efecto visual el huevo con patatas 

Cocina sin grasas, platos que causan explosiones de sabores en el paladar por su complejidad creativa, sumando a ello un cuidado arte visual en los mismos

Aunque este restaurante la única mención que tiene es el Bib Gourmand concedido este año, cumple todos los requisitos para un disfrute gastronómico al mayor nivel.

Su cocina se complementa con David y Raquel como escuderos de Gustavo Perez.

La sala brilla asimismo con estrellas que titilan con luz propia por su personalidad y profesionalidad.

La misma liderada por Menchu Cabrera, perfectamente acompañada de Aurora y Chema.

 

Restaurante inexcusable visita para viajeros y asimismo para los cántabros que no lo conozcan, pues se llevaran una grata sorpresa.

Independientemente de lo que se pueda extraer de su pagina Web, aconsejo a quien quiera disfrutar de distintos placeres a los detallados en la misma, consulte por tfno pues el abanico de posibilidades es mucho mayor.

Jajajaja a los que no me conozcan y piensen es propaganda.

Si así fuera, con las innumerables veces que he visitado este local desde su apertura,

podía tranquilamente haber inundado esta ficha de valoraciones y es la primera que cuelgo.

Va para dos años que Gustavo Pérez y Menchu Cabrero aterrizarán en el Hostal de Oruña de Piélagos, a unos 10 kilómetros de Santander. En este tiempo, han asentado el restaurante en esta casa solariega de tres pisos e imponente jardín. Desde hace unas tres semanas, se ofrece un menú degustación de diez pases (solo disponible para las noches de viernes y sábado). Servicios de menor número de clientes en el que se pueden permitir en cocina preparar un número más alto de pases individuales.

Desde la Nueva Torruca de Quijas hasta el Hostal he seguido a Gustavo Pérez. Su cocina me parece atractiva, personal, de alguna forma reconocible dentro del panorama de Cantabria. Sus escabeches, el tratamiento de los pescados en cocinados livianos, los arroces y sobre todo la concentración de sus fondos con características de su cocina. Fuera de los flashes, los congresos, la publicidad y las revistas están la mayoría de los cocineros que simplemente intentan vivir de ello, no sin dificultad. Gustavo y su mujer ocupándose de la sala, son una de esas parejas que únicamente tienen a la cocina como profesión y pasión. Recuerden siempre que la cocina es mucho más que las estrellas.

En el Hostal, existe base para crecer y construir una experiencia más gastronómica. La experiencia y el saber hacer existen. Se trata de tiempo, ganas y visión de todos los implicados. El camino debe seguir cercano al que marcan los productos de temporada junto con tratamientos no abusivos que mantenga su carácter y extraigan su personalidad. A partir de ahí, ampliar la amalgama de técnicas y elaboraciones para crear platos de mayor enjundia y espectro. La marmita de calamar, las cocochas, el arroz de coliflor con almejas o todo el carabinero son buenos ejemplos del viaje adecuado.

Para post completo http://www.complicidadgastronomica.es/2017/12/elhostal/

 

Comida 7,5

Servicio 7

RCP 8

Entorno 7 (salón) 

 

 

Desde hace unos años, no pierdo de vista al cocinero Gustavo Pérez. Después de La Nueva Torruca de Quijas y Anna en la ciudad de Santander, desde Febrero de este año se encuentra en las cocinas de El Hostal en la localidad cántabra de Oruña de Piélagos a unos doce kilómetros de la capital cántabra. El Hostal abrió como restaurante en Marzo de 2015 y tras unos meses titubeantes decidió pegar un giro radical con la incorporación de Gustavo y Menchu Cabrera gestionando bodega y servicio.

En esta época, resulta evidente destacar el jardín exterior. Amplio, bien cuidado y equipado de forma completa para un buen mediodía o velada. Muy recomendable para estas fechas de agradable temperatura cántabra.

En lo culinario, de forma anticipada dejo que la pareja sean los que elijan por mí. Ya saben que parte de la experiencia está en la sorpresa, en el desconocimiento de lo que será degustado, en desplazar la responsabilidad de la elección al cocinero.

Se comienza con un aperitivo de sardina, tomate y pan (a modo de torrija sin caramelizar). Sabores que casan, pescado a la plancha con un agradable punto. Bien limpio, pero sin desespinar. Satisfactorio comienzo.

Aprovechando el momento, un plato de bonito escabechado al momento. Extremadamente fresco, perfecto en textura y punto de cocinado como si fuera un tataki. A las primeras de cambio, aparece la buena mano y ese sentido para los peces que Gustavo desarrolla. Riquísimo.

Siguiendo a ese nivel la gamba roja, con aguacate y cebolla. Toda la esencia del crustáceo en un maravilloso fondo que aporta la personalidad al plato. La gamba apenas asustada para no perder su textura se funde en matrimonio con ese punto graso del aguacate. Sobresaliente.

En la Costa Cantábrica en estos meses de verano existe una joya que es el chipirón o magano de guadañeta o anzuelo. Lo único que hay que hacer es respetarlo y ofrecerlo fresco. Se presenta a la plancha con un toque mínimo de pocos segundos por cada lado. Al cortarlo se escucha un sonido tenue entre cuchillo y cefalópodo que muestra la exactitud del cocinado. Impecable.

A continuación unas pochas con cocochas. Correctas, faltándole al guiso un guiño de brillantez, soltura y de integración con la glándula.

Bastante mejor el arroz de cabracho, con el pescado marcado a la plancha, notándose en boca sus músculos. Fondo potente, muy sabroso, bocados que inundan la boca de gusto. Ligeramente desequilibrado por exceso de azafrán. Tengan en cuenta la oferta de arroces del lugar, totalmente recomendables, sin duda de los mejores de la región.
Todavía se recuerdo ese arroz de cocido lebaniego que es obligatorio en el otoño e invierno.

Para finalizar un guiso de morros y callos con bacalao. Bien desengrasados, suaves, no excesivamente melosos, carnosos, permitiendo que el pescado también tuviera presencia. Notables.

En el apartado dulce, queda claro espacio para la mejora. Tengamos en cuenta que estamos ante una propuesta de ambición razonable pero no extrema. El brazo gitano con helado de orujo y sobao resulta ligeramente dulzón, echando de menos algún elemento ácido.

La palabra que mejor define la oferta actual de El Hostal es sensatez. Una carta para todos los públicos, sencilla en su enumeración pero que permita mostrar a Gustavo su conocimiento y experiencia en los puntos aplicados a un notable producto. La sala se muestra amable y cercana, mostrando saber estar y experiencia. En bodega déjense recomendar por Menchu Cabrera que seguro podrá ofrecerles botellas de interés fuera de la carta.

El Hostal: Una realidad

Post completo y fotos en http://www.complicidadgastronomica.es/2016/08/hostal-una-realidad/

Comida: 7,5
Entorno: 8,5
Servicio: 7,5
Calidad-Precio: 7,5

Tras una experiencia que no cuajó en Santander (Anna), Gustavo y Menchu se han trasladado a Oruña de Piélagos en un entorno fantástico, justo al lado de un parque a los pies del Rio Pas y del puente viejo de Puente Arce, el más monumental de Cantabria. El local está en una preciosa casa de indianos con una encantadora terraza. Como el día amenazaba lluvia nos quedamos en el comedor interior de abajo, pequeño y agradable, con buena separación de mesas, totalmente lleno.

En la cocina Gustavo es puro talento tal y como nos demostró en su trayectoria en el Solar de la Puebla donde llegó a tener estrella Michelín o después en Cúrcuma o La Torruca y en la sala Menchu siempre destaca por su simpatía y buen hacer, además de su interés por el vino. Lo que hemos notado es que de momento, ambos tienen un poco limitado su radio de acción, quizá porque ahora no pueden arriesgar más pero la sensación es que tienen dentro mucho más de lo todavía que muestran aquí. Actualmente no se ofrece menú degustación, hay un menú del día y carta. Tomamos lo siguiente:

Tartar de bonito (17€): para nosotros, verano y Cantabria son sinónimo de un producto sobre el resto, el bonito del norte. Nos encanta en casi todas sus preparaciones y consideramos que no tiene nada que envidiar al mejor atún rojo de almadraba. Tartar impecable, con magnifico punto de marinado y de calidad del producto. Y apartado especial para el pan tostado que ponían, realmente excelente.

Maganos encebollados (25€): la otra gran estrella del verano cántabro y un producto excelso, quizá nuestro preferido del mar, lástima su escasez y precio. En estas preparaciones sencillas es donde mejor lucen. Excelsos.

Arroz de salmonetes de roca (17€): Gustavo borda los arroces de siempre y éste no es una excepción. Arroz seco y con un sabor marcado de salmonete, granos sueltos en punto perfecto e impregnados con el sabor de un caldo sustancioso, con los lomos del propio salmonete en trocitos. Para repetir y de hecho repetimos, la ración lo permitía.

Crema Cántabra y piña con helado al ron (5€ cada uno): dos postres y a cada cual más rico, una crema con todo el sabor de la leche y mantequilla de la tierra y una fresquísima piña con un cremoso helado para finalizar una comida más que satisfactoria.

Cocina sin artificios, de sólida base y mucho sabor, basada en un excelente producto de temporada, aunque como hemos comentado Gustavo puede dar más todavía de lo que ofrece, aunque probablemente ahora prefiere no arriesgar y cocinar platos accesibles para todo el mundo y que además borda. Sales con la sensación de haber comido francamente bien.

Carta de vinos escasa y escueta, tirando a comercial, basada en tintos y con poca oferta de los vinos que más consumimos, Champagne, Jerez o blancos internacionales. Precios bastante ajustados en general pero también falta algo de riesgo y más cuando Menchu es buena aficionada. Nos sacó fuera de carta un Vignobles Foncalieu Le Versant 2014 (20€), un sauvignon blanc del Languedoc francés correcto, sin más. Copas de buen nivel y servicio atento y amable.

Pagamos por todo 108 euros en total, una RCP bastante buena. Muy agradable por tanto la comida en El Hostal, un local realmente bonito y con una terraza sublime, una cocina impecable por sabor y producto y una sala y servicio a la altura, quizá a mejorar poco a poco la carta de vinos y a esperar a que Gustavo “se suelte” un poco más, porque tiene talento para dar y tomar. De los mejores cocineros en Cantabria.

  • Le Versant 2014

    Le Versant 2014

  • Crema Cántabra y piña con helado al ron

    Crema Cántabra y piña con helado al ron

  • Arroz de salmonetes de roca

    Arroz de salmonetes de roca

  • Maganos encebollados

    Maganos encebollados

  • Tartar de bonito

    Tartar de bonito

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