Fuimos con un cupón de Grupon.
Desde el primer momento nos sentimos como en casa, Fernando junto con su mujer Bee la chef, hicieron que nos sintiéramos por un rato privilegiados, probando una variedad de platos exóticos, sumergiéndonos en un mundo de sabores y texturas increíbles, creía que había probado la cocina tailandesa, pero estaba equivocado. Fernando nos ofreció un menú magnifico, dejándolo todo de su mano. El equipo muy atento y excepcional.

El menú consistió:
Entrantes:
Poh Pia: rollitos de pasta de arroz con verdura selecta y ecológica de la huerta del restaurante. Este entrante se acompaña con una salsa de tamarindo finamente picante. Tiger Kung Thai: langostino pelado y envuelto en un crujiente filamento de patata.
Kai Satee: brochetas de pollo a la plancha, maceradas en salsa curry y leche de coco. Se sirven bañadas en una crema thai de cacahuete. Primeros:
Pad Thai: auténticos tallarines tailandeses de arroz salteados con verduras, tofu, brotes de soja, huevo, cacahuete picado y salsa thai. Se puede elegir con o sin gambas.
Phaneng Kung (curry rojo): compuesto de una intensa cocción aromatizada con leche de coco y hojas de kaffin (hoja de lima thai), patata y langostino. Este plato se sirve acompañado de arroz thai. Con un toque picante.
Keng Kiew Wuan (curry verde): guiso de pollo de corral con calabacín, pimiento rojo, berenjena y curry verde con leche de coco. también con arroz.
Postre:
Shankaya: flan de coco al estilo tailandés bañado con helado.

El restaurante dispone de un menú degustación por un precio muy bueno y un menú diario muy bueno para el bolsillo, al ser zona de estudiantes muy acertado.

Gracias Fernando y Bee, por el trato y aguantar todas las preguntas que os hice. Espero volver muchas veces, ya que me sentí en mi casa.

Hasta pronto.

Precios según la opción que elijas, ve y descúbrelo.