Hacia diez años que no habíamos visitado este restaurante de nuestra ciudad y puedo ya adelantar que no tardaremos tanto tiempo en visitarlo nuevamente.

El restaurante, recomendado por las guias michelin y gault millau, está situado no muy lejos del centro de Montpellier, en una mansión burguesa estilo Napoleón III que data del siglo XIX.
Desde que comencé a frecuentarlo a finales de los años 90, la decoración del restaurante apenas ha cambiado, y sigue manteniendo su estilo "vieille France" que perdura también en el trato amable de la copropietaria, directora de sala y sommelier del restaurante. Este dispone de tres comedores en el interior de la casa, y de un comedor en una terraza sombreada en el jardín. Nosotros fuimos ubicados en el comedor "Auguste Escoffier", el mas grande, con una capacidad para 44 comensales, que esa noche estuvo frecuentado únicamente por dos personas mas aunque tengo que añadir que en una sala próxima había un grupo de una veintena de comensales, lo que no está nada mal para un martes por la noche.
Las mesas son grandes, la nuestra era circular, y están muy bien separadas las unas de las otras, bien vestidas, con buenos manteles y cubiertos y vajillas de calidad, las copas eran C&S (open up, muy corrientes últimamente en muchos restaurantes de aquí). El servicio de sala, formado por dos jóvenes camareros muy atentos y simpáticos al estilo "maison", es bueno y profesional, aunque esa noche fue un poco lento entre plato y plato, supongo que debido al trasiego entre los distintos comedores. El servicio del vino es muy bueno,(Presentación, explicación, descorche, cata, rellenado de las copas durante toda la cena y en nuestro caso decantación aconsejada por la sommelier) aunque esa noche también falló un poco en la continuidad del rellenado de copas, sobre todo al final de la cena. El decantador permaneció en frío, a la buena temperatura, en una mesa de servicio adyacente a la nuestra junto a la botella vacía colocada en un presentador. La carta tiene mas de 140 referencias de vinos franceses.

El chef, Patrick Guiltat, originario de la Borgoña, forma parte del grupo de restauradores "Maitres cuisiniers de France" y elabora una cocina gastronómica "Fait maison". Su cocina es tradicional con ciertos toques de modernidad. Su esposa Nathalie, alma mater y sommelier del restaurante es una perfecta anfitriona a la antigua usanza. Nos dio la bienvenida a nuestra llegada, siguió regularmente nuestra mesa y nos despidió muy cordialmente al final de la cena.


El restaurante propone diversos menús y la carta.

Como estábamos de celebración optamos por el menu semi-largo "Bouganvilliers",(hay otro mas largo, pero por la noche nos pareció demasiado copioso)

Comenzamos con un aperitivo, ofrecido por el restaurante, compuesto de una trilogía :

Tomates avec écrevisse et chorizo Tomates con cangrejo de rio y chorizo
"Pincho" saumon-fromage frais Pincho de salmon y queso fresco

Oeuf de caille poché sur un lit de mousse d'asperges Huevo de codorniz poché sobre un lecho de mousse de esparragos y servido en un vaso

Los tres aperitivos, bien elaborados y bien presentados, fueron un buen presagio de lo que iba a seguir a continuación.

Continuamos con los primeros platos (entre tres a escoger) :

Langoustines juste raidies aux petits poids printaniers au thym Cigalas pasadas ligeramente sobre la plancha con guisantes de primavera y tomillo. Buena presentación y buena calidad del producto. MC lo encontró delicioso.


Chair de tourteau à l'huile d'olive des Orgues et guacamole fumé Buey de mar con aceite de oliva de los Orgues (Roussillon) sobre un lecho de guacamole ahumado. Al principio me sorprendió esa mezcla con el guacamole ahumado, pero en cuanto lo probé, me gustó.

De segundos (entre tres platos de pescado a escoger) tomamos :

Rouget barbet en filet farci de tapenade sur un lit de ratatouille et duo d'asperges du pays Salmonete de roca relleno de "tapenade" sobre un lecho de "ratatouille" y duo de esparragos, blanco y verde, del terruño. Muy bueno. Excelentes productos, muy bien cocinado y sabrosísimo. Plato muy original que encantó a MC. Tuve la ocasión de probarlo y también me encantó.

Daurade Royale en filet au pesto Filete de dorada "Royale" (sparus aurata) con pesto, un clásico, muy buen producto y perfectamente cocinado.

De tercero (entre tres platos de carne a escoger) optamos por :

Pigeon en deux cuissons avec sauce aux morilles et tambour de petits légumes, reposant sur un lit de pommes de terre à la ricotta aux herbes Pichón en dos cocciones con salsa de múrgulas y tambor de verduras sobre un lecho de patatas con ricotta a las hierbas. Cocción perfecta, la única pena es que las múrgulas que acompañaban la salsa fuesen secas porque a MC le encantan las frescas. Plato excelente.

Déclinaison d'agneau, jus à l'ail des Ours et son parmentier Declinación de cordero con jugo de ajos silvestres y su parmentier . La carne, en tres versiones filete y costilla, rosada en su punto, y en mechas con especias, muy bien condimentada, estaba deliciosa, el jugo buenísimo así como la flor de ajo, que me aconsejaron que fuese mordiéndo al mismo tiempo que el cordero y cuyo resultado fue optimo. Buenísimo.

Las dos variedades de pan, rústico y cereales, que acompañaron la comida antes de los quesos fueron buenas.

A continuación :

Charriot de fromages Carro de quesos, afinados, e escoger.

Entre ambos tomamos : Roquefort, cabra de la zona sin AO, epoisses, camembert al Calvados, vaca muy cremosa , Stilton... y algún otro cuyo nombre no recuerdo. Que decir... sino que estaban todos riquísimos y además iban acompañados de un sabroso pan de frutas y de miel.

Los quesos pusieron fin a la parte salada.

Para beber tomamos un vino blanco del Languedoc con 12 meses de crianza en barricas de roble Domaine de l'Aigle 2014 AOC Limoux Gerard Bertrand, en Roquetaillade, cepajes 100% Chardonnay. Nos pareció fresco, redondo y largo en boca, elegante y mineral. Acompañó perfectamente tanto la carne como los pescados. La sommelier nos aconsejó decantarlo y asi lo hizo. El único bemol, como siempre fue el precio, este vino se vende entre 12 y 13 € en la red y se nos facturó a 45 €.

Como postres, se podía escoger cualquier postre de la carta.

Ambos optamos por tomar un Café gourmand que constaba de :
un café que nosotros escogimos corto y fuerte y de tres porciones de degustación de postres :

Trigone de chocolat noir, mousse chocolat au lait parfumée à la rose sur un biscuit moelleux de "Mokaya" (Chocolat bio du Mexique) Trigono de chocolate negro, mousse de chocolate con leche perfumado a la rosa sobre un bizcocho de Mokaya (chocolate bio de Mexico)

Parfait glacé au Grand Marnier et kumquat confits Parfait helado al Grand Marnier y kumquatat confits.

Verrine de mascarpone aux fraises, framboise et sirop à l'infusion de basilic Tarrito de mascarpone con fresas , frambuesa y jarabe con infusión de albahaca

Los tres muy buenos y a la misma altura que la parte salada.

Y para terminar, antes de traernos la cuenta, nos trajeron unos deliciosos Petits fours : Tulipe de mousse au chocolat avec cerise au kirsch et pâte de fruits à la framboiseTulipan de mousse de chocolate con cereza al kirsch y gominolas a la frambuesa.

La cuenta ascendió a 94,50 €/persona(menú sin vinos 72 €). Muy buena RCP. Buena cocina tradicional que cambia según mercado y temporada y que utiliza producto de calidad. Un verdadero restaurante "Fait maison". Muy recomendable. Volveremos.