Restaurante Angelita Madrid en Madrid
Restaurante Angelita Madrid
País:
España
Provincia:
Localidad:
Dirección:
Cód. Postal:
Vino por copas:
Precio desde:
28,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Cierra:
domingos
Nota de cata PRECIO MEDIO:
49 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
8.4
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
9.4
Comida COMIDA
8.1
Precio medio entorno ENTORNO
7.7
RCP CALIDAD-PRECIO
8.4
Vinos de la cena
Lomo saltado
Carne excelente de Zamora
Facera de atún en jugo reducido e hinojo
Cochinillo de Guadarrama con regaliz
Pisto de tomate amarillo con yemas y puntilla
Pimientos asados
Tomate Corazón de Buey
Pez limón con emulsión de escabeche verde
Prevost La Closerie Les Beguines 2006
Jarrete de 2kg
Alcachofas con langostinos
Pisto de tomate OX y huevos escalfados
Rusa de gambas y piparras fritas
Vino
Pepitoria
Ensaladilla
Callos
Huevos con pisto
Opiniones de Angelita Madrid
OPINIONES
28

Habiamos comido en El Padre en el 2014,ya tocaba una visita a Angelita.En mi opinion uno de los templos vinicolas en España.Nos atendio David.Hablamos de vino y de mas vino...aprovechando su profundo conocimiento del tema.Cuando hablas con un apasionado como el,te das cuenta de los poco que sabemos.Pues bien,la comida excelente,producto como siempre.En el tema de vinos,nos ofrecio escoger entre tres Champagnes,tres blancos y tres tintos.Todos ellos acompañados de una explicacion muy extensa.Al fina nos decidinos por un Michel Gonet Grand Cru a Avize Brut 1996(9.9),una maravilla que marido perfectamente con la comida.Continuamos con un Meursault 2020 de Pierre Yves Colin Morey(9.8),el hermano mayor de la saga,que se independizo tras trabajar con sus dos hermanos.A pesar de ser un 2020,el vinos estaba espectacular(un Village!!!!),como todo lo que hace.Increible textura y complejidad.Finalizamos con un extraordinario Domaine Chandon de Briailles Pernand-Verguelesses Premier Cru Ile des Perguelesses 2017(9.8),una pinot increible, de una parcela considerada por Francois Nicolay un GC.Complejidad y elegancia a la par.

Sin duda vale la pena viajar a Madrid para comer en Angelita.Tambien lo hizimos en Cuenllas(bebimos un Withcraft  Pinot Noir 2018 (9.6) y un Grain Pinot Les Esserts 2021(9.7),de la gran Marie Therese Chapaz,otra jornada inolvidable con Fernando.Finalizamos nuestra estancia en Madrid, en Laredo.En esta ocasion no pudimos disfrutar de la compañia de Miguel,pero lo hizimos de sus vinos(Arnot Roberts Syrah 2018(9.6),Morgen Long Willamette Valley Chardonnay 2018(9.9)vinazo brutal.Empezamos con un Philipponat Blanc de Noirs Extra Brut 2012(9.7)espectacular Champagne.

El grupo de enochalados Miquel,Joan,Guillem y Alejandro...volveremos pronto a Madrid.

Brut

Tanto la zona de arriba para comer tapas, chacinas y platos elaborados, como la zona de coctelería  de abajo donde en cualquiera de estos espacios tienen gran selección de vinos del mundo por copa y botella a buen precio!! Sin duda un templo de vinos por copas para disfrutar y entretenerse en seguir aprendiendo y para probar nuevos cocteles :) Saludos

Hemos ido en el último año bastantes veces la verdad, seguramente será el restaurante que podemos opinar con más criterio.

Realmente está centrado en el vino, es un bar de vinos elegante, lo que pasa es que la comida está muy rica y compite en importancia con el vino. No se cuantas referencias tienen por copas, pero no conozco otro en Madrid con tal oferta. Hay de todo de beber, todo es bueno y mucho de lo que hay es poco común, con lo cual el sitio es ideal para aquellos que quieran descubrir etiquetas nuevas. Gran parte del mérito es de uno de los dos hermanos, David, un enamorado del vino en todas sus variedades. Si hay pocos locales donde tengan esta oferta de vinos, no digamos a la hora de explicarlos al cliente... aquí es medalla de oro David, conocimiento y devoción. Mención especial al champagne, nos encanta descubrir cositas de pequeños productores.

Conocemos toda la carta, básicos para nosotros serían el pisto a su manera, el steak de los mejores de Madrid, los callos asturianos (diferentes), la cecina siempre buena, rica la ensaladilla, bueno el canelón de rabo de toro, la oreja siempre sorprendente... Por supuesto en temporada los tomates... que manjar, y cualquier verdura del huerto de los padres de David (ojo a las flores de calabacín). Fuera de carta nos encanta el pescado que traen fresco del día, hemos probado buenísimo mero, bonito, chipirones... 

La verdad que me gustaría que siguieran metiendo más platos, en ese sentido que se pareciera más a El Padre, pero bueno, carta corta y buena, con grandes vinos es una mezcla que no falla. 

En la parte de abajo lidera el otro hermano, Mario, es un oasis para los amantes de los destilados y cocktails, francamente un buen sitio para achucharse una copita con algo de música.

Para nosotros uno de nuestros rincones favoritos Angelita, de esos sitios donde el tiempo pasa demasiado rápido, NOS VAN A VER VOLVER. 

Fuimos ayer a Angelita Madrid. Son momentos duros para la hostelería en los que algunos pueden dejarse llevar por el desánimo. No vimos esto en Angelita, más bien lo contrario: un gran equipo muy motivado, con ganas de que los comensales disfrutemos. Se puede decir que con nosotros lo consiguieron .

La carta es corta, ya demás tienen algunos platos del día fuera de ella. Nos dejamos aconsejar y pedimos las alcachofas, que, nos advirtieron, habían sido recogidas antes del confinamiento y blanqueadas. Las sirvieron con una crema de tupinambo, frutos secos y vinagreta. Estaban muy buenas, al dente. Luego vino el bonito -- solo sellado -- en ajoblanco. Para mí el plato más espectacular. Le siguieron unos cappellacci de liebre. Un plato contundente en su sabor, muy bueno, y rematamos con los canelones de rabo de toro y rebozuelos. Otro plato contundente pero de gran finura. Siguió una tabla de quesos y por fin la tarta selva negra, que hacen a su manera y que, para mi gusto, no alcanza el nivel de otros platos.

En cuanto a vinos nos dejamos aconsejar. Con las alcachofas tomamos Santyuste, un verdejo de Segovia elaborado de una manera distinta. La rusticidad y la poca intervención hacen de él un vino a tener en cuenta. Con el bonito tomamos un Kientz gewürztraminer, siguió un A Elisabeth dolcetto d'alba para los cappellacci y finalmente un reserva Viña Real con los canelones. Con  los quesos amontillado Amón y con la tarta D'Oliveiras medio doce. El camarero nos explicó por qué había elegido cada vino en concreto para cada plato. 

El local no es amplio pero tampoco hay un número excesivo de mesas. Nos sentamos en una de las que están pegando a la ventana. Al principio había música cubana: filin, Benny Moré y otros, pero luego tuvieron la buena idea de apagarla. ¡Y eso que es una música que me encanta! pero para comer siempre es preferible algo más relajado, o, mejor aún, el silencio.

El servicio del vino fue muy bueno: tanto por las explicaciones como por la copas usadas o la temperatura. 

Tenía la referencia de El padre y eso ya era garantía de calidad. Con Angelita han solucionado el problema que tenían: el local. El actual es amplio, luminoso y dotado de la infraestructura suficiente.

David no estaba en sala, creí verlo organizando en cocina. Una pena no poder hablar con él de vinos, pero estuvo bien suplido por el encargado, un chico italiano.

Unos cincuenta vinos por copas, todos excelentes. Destacó un riesling trocken.

De comida puerros a la brasa con salsas varias, tataki de salmón con crema vietnamita y presa ibérica a la brasa con crema de boniato. Buen pan de masa madre y excelente servicio. Raciones perfectas para dos personas.

Un valor seguro en Madrid.

Una pena que la coctelería adjunta no abra hasta las 17'30. Debería abrir a las 16, tras las comidas.

Bar de vinos y bistro en la planta calle y gastrococtelería en la planta sótano. En el bar de vinos decoración austera con predominio de madera clara y mesas sin mantel, un mural canalla al fondo del local y una gran barra para un picoteo y una degustación de vinos más informal con una enorme vinoteca a la vista tras ella. Reserve un lunes a las 22:30, para 10 personas. David (que es uno de los dueños) me aconsejó para la cena comida para compartir, y con cada plato maridar con diferentes vinos, ahí estuvimos todos de acuerdo en que David cogiera las riendas, que por cierto fue un acierto. Tomamos para compartir : Cecina cortada a máquina. Correcta y muy acertada, presentada en una tabla de corte de madera. Continuamos con unos tomates de la variedad corazón de buey. Riquísimos. Seguimos con ración de pisto con yema,uno de los platos imprescindible de La Angelita elaborado con los tomates de su huerto ecológico de Zamora. Contundente y sin complejos. Lo siguiente fue una rica sopa de cebolla. Arroz con chipirón. Terminamos con pluma ibérica y puré de berenjena.Carne de gran calidad con ingredientes perfectamente integrados. Llegados a este punto, nos preguntaron si queríamos continuar comiendo, ofreciéndonos una tabla de quesos, y a posteriori el postre . En unanimidad, decidimos que ya había sido suficiente, por cantidad, estábamos saciados.Ración de pan muy bueno y crujiente. Y todo regado con estos estupendos vinos ; ( imagen) Servicio amable e informal. El concepto me gustó mucho, especialmente porque es un verdadero wine bar en el que puedes disfrutar de lo lindo si eres amante del vino, más teniendo en cuenta que la oferta gastronómica es muy digna y está a la altura.

  • Vinos de la cena

    Vinos de la cena

Una carta de vinos excelente, no sólo por la variedad de referencias sino por el buen gusto de la selección. Una extensa oferta de vinos por copas y medias copas. Y una carta de comidas corta, pero bien resuelta en el restaurante, con producto de calidad y verduras de la huerta familiar en Zamora. En la Coctelería de abajo, el mejor barman de la ciudad: calidad y creatividad...y una carta distinta para comer a cualquier hora de la noche, cuando no has podido reservar arriba. Y el personal, de primera: todos saben asesorar a los clientes y su trato es espléndido. Uno de los mejores de Madrid.

  • Lomo saltado

    Lomo saltado

  • Carne excelente de Zamora

    Carne excelente de Zamora

Me enteré el pasado viernes de que la gente de El Padre habían vuelto. Hacía tiempo que no comentaba por aquí, la ocasión lo merece. Cómo no ir a conocer su  nuevo 'garito'. Sigue la misma línea que su predecesor, a una escala más reducida. Buena sorpresa ver a David repartiendo sabiduría con los vinos. La carta ya te da una idea de que tipo de restaurante es, una hoja con comida y 5 hojas dedicadas al vino (jerez, tinto, blanco, espumoso y dulce). De aperitivo ponen un canapé de salmón y unas olivas, luego compartimos media de queso (bien), media de embutidos (muy ricos), media de callos (espectaculares, con 10 días de nevera, triturados), media de steak tartare (muy bueno) y una presa ibérica guisada (buena también). Una copa de ribeiro, una IPA, una botella de La Vallada 2014 servida en copas top que nos gustó mucho. De postre una rica torrila con dos copas de vino dulce, un malvasía de las bodegas Bermejo (Lanzarote) y un Pedro Ximenez. La comida como en El Padre casera y sabrosa, los vinos bien elegidos. Buena atención toda la comida. Al terminar bajamos a conocer la sala donde el otro hermano se luce con los cocktails: se lo pusimos fácil con dos gintonic, servidos de forma espectácular ambos. A 55 por cabeza sin las copas. Repetiremos pronto.

Teniamos que probarlo en una nueva visita a Madrid, ya sabiamos que íbamos sobre seguro después de las experiencias en El Padre y los comentarios en Verema.

Con reserva muy previa para asegurar la mesa, tuvimos una agradable conversación con David, charlando sobre las experiencias en El Padre, y su evolución a este nuevo local, y como no, sobre comida y vino, nos comentó la carta y el fuera de carta y nos aconsejó sobre la cantidad de platos y la posibilidad de medias raciones, así como el  tipo de vinos una vez decido que íbamos a comer.

El local está descrito, elegante, pero el hecho de partir una mesa de cuatro en dos mesas de dos, hizo que nuestra mesa estuviese demasiado cerca de nuestros vecinos, las conversaciones se interferían.

Empezamos con algo de verdura.

Media de ensalada de pimientos, buen comienzo con muy buena materia prima como no podía ser de otra manera.

Media de pisto con yema, la yema por un lado que pinchas y repartes por el plato y la clara por separado a modo de crujiente. muy sabroso y fino y elegante a la vez, suave en boca, muy buena elección.

Seguimos con carnes.

Media de canelón rossini con trufa, fuera de carta, la media es una entera en muchos lugares, prueba de fuego ya que somo catalanes y los canelones en Catalunya son bandera. Muy buen relleno, casi no recuerdo lo que llevaba, pero seguro algo de foie y secreto o pluma con algo mas, bechamel cremosa y suave y el toque muy acertado de la trufa, un par de rodajitas encima del canelón.

Pluma ibérica, esta vez ración entera, buenísima carne, sabrosa, muy masticable, tierna, acompañada con chips de boniato y una cremita también de boniato dulce, creo recordar, un colofón perfecto.

Vinos. Para las verduras, un par de copas de El triangulo tinto, DO VT Cádiz, para la carne El Gordo DO Yecla, mas expresivo y con mas cuerpo.

Por supuesto, buenas copas, a pesar de pedir el vino por copas, antes te lo dan a probar, junto con una explicación del vino.

Un pequeño borrón, en el segundo vino nos dieron a probar uno, que no recuerdo, sin percatarse de que era el culo de la botella y llenó la copa de precipitaciones, no lo pudimos beber, se cambió son problema.

Rematamos con una tabla de cuatro quesos, donde destacamos uno de cabra y el queso con toques de trufa, acompañados con una copa de De Muller delicioso.

Un café y la constatación de que no nos habíamos equivocado en nuestra visita relámpago a Madrid.

 

Cambio de tercio, en cuanto estilo de cocina, e incorporación de Ana, así que ya estábamos los tres.

Nos acercamos hasta este bullicioso local, lleno hasta las trancas y empezamos una cena muy completa.

Esta descrito el local y su historia, decir que me lleve una grata sorpresa a encontrarme con la persona que llevaba el tema vinos en la Candela, en transito hacia otro futuro destino.

Así que como ya me distingue , directamente me saca con unas ricas aceitunas , una copa de manzanilla pastora , del tema de vinos , poco puedo decir que no se sepa , una maravilla de carta , tanto por copas , como por botellas y además referencias de todos los estilos y para todos los gustos , yo al menos encontré las referencias perfectas .

Empezamos con un aperitivo de salmón ahumado en rollito de lechuga, sabroso.

Sashimi de pez mantequilla, salsa bilbaína, otra vez, triunfa este estilo en la cocina nipona, tinta de calamar, verduras encurtidas y huevas de tobiko , todo bien combinado y mezclado rico , probé solo el pez mantequilla y la verdad , ni fu , ni fa , 12,5€ .

Media ración de entremeses, presa ibérica de Guijuelo, chorizo picante casero de Zamora, pastrami, salchichón de casa Sendra y huevas de maruca, todo de primera calidad, 12€.

Tomate raff, suelen tener de huerto propio, pero todavía era pronto, con nieve de burrata, aun así estaba muy bueno, media 10€.

Sardina ahumada, rabanito, pepino y pimientos de la huerta de Zamora, esta bien eso, producto de calidad, media, 9,5€.

Steak tartar con un toque ahumado, buen solomillo y preparado como tiene que ser, muy bueno, 18,5€.

Entrecot de vaca, lomo bajo a la plancha, patata asada y seta shitake, calidad, textura y rico sabor, 27€.

A mi me sacaron tres quesitos, uno del Loira, uno madrileño y uno manchego con trufa, muy buenos y perfectamente acompañados por pasas, y mermeladas.

Uxue y su madre compartieron una original tarta de chocolate por 6€.

Para beber ademas de la manzanilla, 3,5€, una copa de blanco lovamor, 3,25€, otra de blanco komokabras , 3,75€ y una botella de tinto Corral de los altos de Viña zorzal , 18€ , me encantan los tintos de esta bodega , una maravilla el apartado de los vinos , una gozada y la comida de calidad , sin complicaciones , algún guiño a la cocina de fusión , pero de pasada , calidad, producto y huerta , muy bien , salimos encantados y claro , acabamos tomando un gintonic en la parte de abajo , donde han montado un local para la sobremesa abarrotado , súper preparado el gin , de esos que a los puristas no les gusta , infusionando cosa , etc , 10€ , perfecto y otro cóctel sin alcohol para las chicas , 7,5€ , una velada completísima .

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