Situado en parte meridional del Delta del Ebro. Dispone de un salón con una docena de mesas más una terraza con otra media docena. Decoración austera. Mesas de buen tamaño. Buen menaje. Cristalería correcta. Servicio amable y profesional. Carta a base de platos tradicionales de la zona. Carta de vinos con predominio de vinos de la zona y precios por debajo de x2. Servicio consistente en apertura, prueba y primer llenado.

Empezamos con unos platos para compartir:

- Xapadillo de anguila (12,50€) - No conocía este plato. Básicamente es anguila frita. Crujiente y deliciosa.
- Croquetas caseras (8,-€) - Muy buenas.
- Cocochas de bacalao con almejas (12,-€) - Deliciosas.

Estando como estábamos en el Delta del Ebro, elegimos como platos principales:

- Arroz a banda (13,20€) - Arroz en su punto. A banda, un sardo con patatas cocidas y una sabrosa salsa que me recordó a un escabeche. No era como el conocía, pero me gustó mucho.
- Arroz negro (10,-€) - Muy bueno.

Los arroces son para dos personas como mínimo. Raciones más que generosas. Quedan para una posterior visita las ancas de rana. Pregunté y me dijeron que eran de vivero. No sabía que hubiese viveros de ranas.

Postres caseros:

- Brocheta de frutas con chocolate (3,50€) - No es precisamente la mejor época para elegir fruta pero era lo más ligero. No lo pedí yo.
- Coulant de chocolate (3,75€) - Muy bueno.
- Flan con nata (3,-€) - Muy bueno, salvo por la nata de bote.
- Tarta de chocolate (3,75€) - Muy buena.

Para beber, un par de botellas de agua de 1 l. (1,65€/ud.), un refresco (1,53€), una botella de Ilercavònia 2014 (13,-€) y una infusión (1,22€).

Merece la pena llegar con tiempo para dar un paseo por los alrededores.

El precio corresponde a lo que tomé yo.