Despues de unos vermuts ( baratos) y picoteo (caro carisimo) en el Mercado de San Miguel, queriamos cenar algo mas formalmente y previa reserva una hora antes nos acercamos a este local que esta junto al mercado. Veo que tiene otros tres restaurantes en Madrid , cosa que no sabia.
El lugar es agradable tipo sidreria y el servicio bastante desbordado pero eficiente.
Tienen una amplia carta de platos y raciones de cocina vasca y una normalita carta de vinos de la cual pedimos un Remelluri servido en copas medio decentes.
Para cenar optamos por raciones a compartit:
*Tortilla de bacalao. Floja
* Calamares en su tinta. Muy ricos. Lo mejor
* Rollitos de morcilla. Buenos
* Flores de alcachofa: Ricas.

Todo estaba a un nivel aceptable y creo que la cuenta no fue exagerada aunque no sé lo que se pagó.
Opcion recomendable por la zona donde abundan los fiascos para el turisteo.