En la planta cero del mercado de San Antón, un mercado muy bonito por cierto, nuestra primera parada recién llegados a Madrid, nos apetecía probar uno de los mercados gastronómicos de referencia.

Su especialidad son las croquetas, hechas con leche de caserío, de muchas clases, pedimos una degustación de ocho croquetas, cada una de un sabor, idiazabal, mejillón tigre, chipirones... bien cocinadas, grandes, cremosas, leche.

También pedimos:
- Ensaladilla rusa de pulpo, gambas y ventresca de Barbate, la ventresca casi brilla por su ausencia, la ensaladilla suave, estaba buena.
- Miniburguer de rabo de toro, me sobraban el tomate y la ensalada. la carne buena.
- Huevos estrellados con jamón ibérico, mas jamón de lo esperado, los huevos un pelin hechos de mas.
- Tartar de atún rojo con aguacate, después de probar varios atunes, este nos pareció algo justo, corriente.

Espectacular vitrina de vinos, buena oferta, también por copas y sorprendente para estos lugares, cuatro copas de Abadía Retuerta Selección Especial (4,95€/copa), servido en buenas copas.

Ambiente animado, mesas altas, estética cuidada, lleno, nos comentaron que era una de las mejores opciones para comer por la zona y a juzgar por otras visitas de otros años, puede que sea cierto.