Restaurante Atlántico Casa de Comidas en Madrid
Restaurante Atlántico Casa de Comidas
País:
España
Provincia:
Localidad:
Dirección:
Tipo de cocina:
Vino por copas:
Precio desde:
45,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Cierra:
Domingo noche
Nota de cata PRECIO MEDIO:
47 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
7.2
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
7.0
Comida COMIDA
7.4
Precio medio entorno ENTORNO
7.8
RCP CALIDAD-PRECIO
6.5
Torrija con helado de canela
Tarta de queso, yogurt y membrillo
Merluza de cedeira, untuoso de patata y ajada
Cistilla de cerdo, cachelos asados, chimichurri y ensalada
Pulpo a feira
Navajas lima-limon
Opiniones de Atlántico Casa de Comidas
OPINIONES
4

Visita en Sábado a este restaurante para conocer las bondades de la carta realizada por Pepe Solla para esta gente en Madrid, con buenas expectativas a priori... paso a comentar.

Local amplio, diáfano y bien puesto, con techos altos, correcta separación entre mesas y una decoración acogedora con abundancia de maderas y detalles rústicos; bien esta parcela.

Servicio agradable, joven y atento y razonablemente didáctico; en parcela vino se limitan a descorche, prueba inicial y colocado de cubitera. Para nosotros, más que suficiente.

Respecto a la comida, esta fue nuestra comanda para dos:

- Aperitivo y pan: crema caliente de grelos (reconfortante, francamente rica y liviana) y excelente pan, consistente de miga y bien crujientito. Cabe destacar que estos conceptos no se cobran, con lo que estupendo por este lado.

- Entrantes:

  • Desmigado de centollo con mayonesa de wasabi: plato tibio en el que se sirve el centollo desmigado con una cobertura levemente gratinada de la mencionada mayonesa. Ni fú ni fa, ni chicha ni limoná, escasa potencia de la mayonesa que, asumo, trata de respetar la sutileza sápida del ingrediente principal. En este caso, el resultado es francamente plano en boca. Aparte, ración justita. 14,50 euros.

  • Zamburiñas a la plancha: 6 zamburiñas aderezadas con aceíte y perejil de tamaño desigual: dos hermosas y el resto tirando a esmirriadas, no obstante, ricas de sabor y punto de cocinado. Curiosamente la elaboración menos elaborada fue de lo mejor de la noche. 14,50 euros.

- Principales:

  • Pulpo a la llama con curry verde: ración correcta tirado a austera, al margen de que elmplato pertenezca a la categoría de entrantes. Media patita de pulpo loncheada y braseada con un exceso de celo por la llama del soplete, servida sobre un curry verde y guarnicionada con unos chips de boniato. Curry suave excesivamente inclinado hacia el amargor que se complementa bien con el dulzor de los chips, sin embargo, el pulpo demasiado tieso y exageradamente carbonizado, con las desagradables notas gustativas que ello conlleva, acaban determinando una sensación en boca no del todo redonda. No muy bien, la verdad. 16,75 euros.

  • Bonito en agridulce de pimentón y algas: un tartar de un buen bonito mal cortado (nulo esmero y abundancia de fibras), que se adereza con salsa de chili dulce y pimienta. Aparte se decora con salicornia y algún alga; yo el pimentón no lo percibí por ningún lado. Plato rico pero algo descuidado servido en ración correcta -de nuevo es plato perteneciente a la categoría de entrantes-. 12,50 euros.

Postre:

  • Torrija con helado de canela: lo mejor de la noche. Una torrija de bizcocho caramelizada, servida caliente sobre natillas y acompañada por el helado de canela. Muy golosa y agradable por el contraste de temperaturas. 6,50 euros.

El resto de conceptos incluidos fueron una botella de Louro servida a temperatura correcta (23 euros, carta de vinos x2 aprox.), y una botella de medio litro de agua Evian (3,50 euros). Invitaron a un par de chupitos (orujo blanco y pacharán) como detalle de la casa.

Un sitio agradable en definitiva del que nada resulta especialmente lacerante pero tampoco destacable, con lo que no creo que volvamos ni lo recomendemos. Quizás me pase por la barra a tomar una ración de empanada, que la verdad es que tenía muy buena pinta.

- Lo mejor: el postre, la simpatía del servicio y el local. Y la compañía, por supuesto.

- Lo peor: comida anodina falta de garra que no invita a repetir. RCP raspadita.

De nuevo visita a este establecimiento que nos había dejado buenas sensaciones en la visita precedente.

Para esta visita hemos procurado no repetir platos, para así poder ampliar las impresiones y formarnos una opinión mas coherente.

En el capitulo bebercio, nos hemos decantado por un Coto de Gomariz, DO Ribeiro, correcto.

Comenzamos con unas Croquetas de marisco, simplemente correctas, crujientes por fuera, pero un interior un tanto apelmazado; proseguimos con unos Mejillones al curry verde, que si bien el bicho no era de mala calidad - a pesar de que algunos de ellos tenían sus barbas sin afeitar -, el curry estaba demasiado liquido y falto de sabor; y terminamos esta primera parte con unas Fabes a la Lourenza con alcachofas. Al que escribe le gusto y mucho el plato, pero he de confesar que aquí no hay quorum.

Pasamos a la parte principal, con una soberbia Merluza de Celeiro con queso ahumado, remolacha y frutos secos, y un mas que notable Entrecot de vaca gallega trinchada acompañado de puré de patata y ensalada verde.

Y ya cerramos con una Tarta de manzana con nueces y canela, que viene servida en el interior de un tarro, deconstruida, sin mas interés que el meramente estético.

Cafés con hielo y a seguir la ruta.

Primera visita "seria" a este lugar, una vez que ya están mas asentados, y primera sorpresa nada mas entrar al local, la primera parte del local, donde se ubica la barra y las mesas altas, lleno a reventar, cuesta un poco de trabajo atravesar la zona y llegar al comedor.

Este ultimo espacio, nos ha gustado, techos altos, con claraboya superior, es bastante agradable, eso si, no dispone de manteles en las mesas, estas están demasiado juntas, la sonoridad no es buena, hay demasiado ruido cuando se llena, como hoy.

No obstante, por su servicio de sala, - atento, con ganas de agradar -, y por su cocina, nos ha agradado y ello unido a su apertura en domingos, hará que volvamos por aquí.

En esta primera visita, nos hemos decantado por:

- Navajas lima-limon. Buenos bichos, a la plancha, con una agradable salsa con buena presencia citrica.

- Pulpo a feira. Aprovechando que los fines de semana disponen de un pulpeiro, nos lanzamos a por esta preparación, elaborada con un excelente producto, bien cocido, con un toque de pimentón picante, buen AOVE y sin patata. Muy bueno, para repetir.

- Merluza de Cedeira con untuoso de patata y ajada. Según me cuentan, es un platazo, por la calidad del bicho, por su tratamiento (al vapor) y por la suavidad de la patata y al mismo tiempo, intensidad de sabor de la ajada.

- Costillas de cerdo, deshuesada, melosa y crujiente, cachelos asados, chimichurri casero y ensalada. Muy buen producto, efectivamente como dice el enunciado, carne muy melosa, casi sin gota de grasa, unas patatas de mucha altura, y un buen contrapunto con la acidez de la ensalada.

- Torrija con helado de canela. Mas que correcto.

- Tarta de queso, yogurt y membrillo. Buen sabor, pero demasiada cantidad de membrillo, ello le hace ser un postre un poco pesado.

En el aspecto bebercio, un Leirana, una albariño, que acompañó correctamente.

Cafés con hielo y chupitos, ponen punto final a esta visita que nos deja satisfechos. Aquí volveremos.

  • Torrija con helado de canela

    Torrija con helado de canela

  • Tarta de queso, yogurt y membrillo

    Tarta de queso, yogurt y membrillo

  • Merluza de cedeira, untuoso de patata y ajada

    Merluza de cedeira, untuoso de patata y ajada

  • Cistilla de cerdo, cachelos asados, chimichurri y ensalada

    Cistilla de cerdo, cachelos asados, chimichurri y ensalada

  • Pulpo a feira

    Pulpo a feira

  • Navajas lima-limon

    Navajas lima-limon

Me ha gustado mucho comer en el nuevo restaurante de Pepe Solla en Madrid, el chef gallego con una estrella Michelín. Atlántico tiene esa otra cocina gallega más allá del marisco y las ostras. Es increíble su costilla asada, las merluzas de pincho, las conservas, el pulpo a la arosana, su steak tartare de vaca vieja gallega, hasta su empanada de mejillones traída desde Galicia, artesanal, exquisita. Me gustaron mucho sus vinos gallegos, no conocía ninguno, y eso me gustó porque aprendí mucho ayer por la noche de esos nuevos Ribeiros tan frescos y potentes. En fin, cena perfecta en un sitio muy conseguido a nivel de decoración y de servicio. Y a 45€ por persona, muy buena relación calidad/precio.

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