Restaurante La cuina d'en Jordi en Barcelona
Restaurante La cuina d'en Jordi
País:
España
Provincia:
Localidad:
Dirección:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:
Vino por copas:
No
Precio desde:
22,08 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Cierra:
Lunes y martes por la tarde
Nota de cata PRECIO MEDIO:
24 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
5.4
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
4.0
Comida COMIDA
7.0
Precio medio entorno ENTORNO
4.0
RCP CALIDAD-PRECIO
7.0
Tartar, lo que se dice tartar, no me parece...
Las bravas de la tercera visita.
Las bravas de las 2 primeras visitas.
Opiniones de La cuina d'en Jordi
OPINIONES
3

Misma mesa que en la anterior visita. Más o menos medio aforo. Esta vez pusieron los vasos antes que la bebida, pero tuvimos que tomar prestados los platos de la mesa vecina para poder comernos el chuletón. Y el camarero ni se percató, tal como comentó a mi mujer cuando le informó del asunto cuando ya nos íbamos.

Pedí una copa de vino tinto (3,-€) y no vi la botella. El camarero se limitó a informarme que era un Montsant cuando le pregunté. El vino, flojillo.

El nuevo diseño de las patatas bravas (unas patatas pequeñas partidas por la mitad, y con salsa en medio y encima de ellas) me parece un intento de dar menos cantidad al mismo precio (5,-€), y de paso se ahorra el pelarlas y cortarlas.

El tartar de salmón con aguacate (15,-€) tenía los trozos cortados en mirepoix. Estaba bueno, pero no era un tartar.

El chuletón de 1 Kg. (46,-€), algo mejor cortado. Esta vez nos trajeron un trozo de grasa para untar la piedra, aunque ésta llegó con antelación y sufrimos por si no duraba suficiente el calor para asar la carne. Fue muy, pero que muy justito.

Completaron la cena un par de botellas de agua de 1 l. (2,75€/ud.) y un par de tostadas acompañadas de "tomacó" y un diente de ajo (2,40€).

En fin, que la comida está bien, pero el servicio es un desastre. No sé si volveré.

  • Tartar, lo que se dice tartar, no me parece...

    Tartar, lo que se dice tartar, no me parece...

  • Las bravas de la tercera visita.

    Las bravas de la tercera visita.

  • Las bravas de las 2 primeras visitas.

    Las bravas de las 2 primeras visitas.

En nuestra primera visita nos quedamos con ganas de probar algunos platos. Esta vez fuimos con amigos y familiares. Iluminación escasa, a pesar de la pequeña vela que ni siquiera tuvieron el detalle de encender. El servicio, más despistado que la primera vez, hasta el punto de traernos el agua antes que los vasos. Tal vez se debiese a que esta vez estaba casi lleno, con varias mesas para grupos. Esto consiguió que el espacio entre nuestra mesa y las restantes fuese más que respetable. Miré la carta de vinos, donde predomina el grupo Freixenet, con precios x2 y más. Copas sencillas. Servicio consistente en apertura, prueba y primer llenado.

Empezamos con unos platos para compartir:

- Patatas bravas - Igual que en nuestra primera visita.
- Surtido de croquetas artesanas (8,-€) - 6 croquetas de tamaño mediano. Parece ser que no pueden separar las que llevan queso, que no soporto, por lo que mi esposa tuvo que probarlas antes de poder catarlas yo... Lamentable.
- Lingote de lacon gallego (9,-€) - Lacon con pimentón y aceite sobre una cama de patatas al horno y algo más que no supe distinguir. Bien
- Pan de payés tostado (1,20€/ud.) - Acompañadas de tomate y ajo, más el aceite y la sal que ya estaban en la mesa. Bueno.

Como plato principal:

- Chuletón de buey de 1 Kg. aprox. a la piedra (46,-€) - A compartir entre tres. Lo trajeron ya limpio y cortado, aunque los ">trozos no eran demasiado homogéneos. Parecían cortados con un cuchillo romo. Muy buen sabor, aunque la próxima vez pediré que le dejen algo de grasa, al menos la exterior.
- Bacalao a la Santurce (19,-€) - Ración generosa. Por lo que comentaron, muy bueno.
- Ensalada corazón de aguacate (11,-€) - Dos medios aguacates rellenos de atún y tomate. Presentación algo desaliñada. Buena.

Sabedores de que los postres merecen la pena:

- Cheesecake con mermelada casera de arándanos (5,90€) - Comentaron que muy buena.
- Helado casero de vainilla con dulce de leche (5,90€) - Una bola de helado sobre una insípida
galleta de barquillo, con toda la pinta de ser industrial, y abundante chocolate líquido y cubierta con un poco de dulce de leche, que tampoco me supo a casero, y una hoja de menta. Creo que se puede mejorar bastante la presentación y el acompañamiento.

Para beber, un par de botellas de agua de 1 l., una botella de Imus 2014 (13,-€) servido a buena temperatura, una cerveza (2,-€) y un muy buen café solo (1,50€), presentado en vajilla con publicidad de una empresa distribuidora de café.

Encuentro chocante que usen una buena vajilla con unas cristalería y cubertería de batalla, máxime cuando usan mantelería y servilletas de papel. También deberían formar al servicio. En esta ocasión fue realmente deplorable, incluyendo esperas muy largas.

Situado a escasa distancia de la Pl Eivissa, en el barrio de Horta. Como hacía buen tiempo, nos quedamos en la terraza, por lo que no vimos el interior más allá del lavabo de la entrada. Mesas de tamaño correcto, aunque vimos que para dos comensales habían dispuesto dos mesas juntas, por lo que había espacio de sobra. Buena separación entre mesas. Manteles y servilletas de papel, menaje sencillo, copas sencillas. Carta bastante amplia a base principalmente de recetas tradicionales catalanas y vascas. Carta de vinos amplia para este tipo de locales. Referencias de gama media-baja a precios entre x2 y x3.

Cena estival a base de platos para compartir. Empezamos con unas aceitunas rellenas de ajos en conserva obsequio de la casa. Pedimos:

- Patatas bravas (5,-€) - Curiosa presentación. Salsa picante. Buen punto de cocción, aunque las prefiero fritas.
- Caracoles (12,80€) - Pasadísimos de sal, pero con muy buen sabor. A mi me gustan pasaditos de sal, así que moje pan hasta acabar la salsa.
- Pupurri de banderillas (10,-€) - 2 tipos de banderillas con base de alcachofa en conserva: una con boquerón en vinagre y aceituna y otra con anchoa y mejillón. Muy buenas.

También pedimos una rebanada de pan de payés tostado, que acompañaron con tomate, ajo y aceite, y una rebanada del mismo pan, pero sin tostar, para mojar en la salsa de los caracoles. Por el pan nos cobraron 1,20€, pero no sé el desglose.

Apenas 3 postres para elegir, pero los que pedimos, dignos de una pastelería:

- Tarta de queso de leche de oveja (6,50€) - A mi mujer le pareció excelente. Tamaño respetable.
- Crujiente de chocolate con frambuesas (5,90€) - Algo pochas las frambuesas y la arena de chocolate no estaba demasiado crujiente. Muy buena presentación, aunque el caramelo me pareció que sobraba. Buen sabor.

El precio de los postres lo he puesto a voleo porque no aparece el nombre de los postres en el tiquet.

Para beber, una botella de agua de 1 l. (2,75€).

El camarero nos avisó de que las raciones eran generosas, como así resultó ser. Gracias a eso llegamos a los postres, que pueden parecer caros en comparación con los platos que pedimos, pero me parecieron platos elaborados, dignos de restaurantes bastante más caros, y nos gustaron mucho.

No creo que una comida a base de primero, segundo y postre, más una botella de vino baje de treinta y pico euros por cabeza.

Nos quedamos con ganas de probar algunos de los platos que vimos servir en las mesas adyacentes. Seguro que volvemos.

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