Estuvimos cenando y hemos salido realmente sorprendidos por la calidez del lugar, la comida, la atencion personalizada de sus dueños, que por cierto estuvimos hablando con ellos. Han habido muchos cambios en este restaurante desde que se quedaron ellos como dueños, las mejoras saltan a la vista. La fachada, la iluminacion, los cambios en la carta, la sobervia de los postres, la gran variedad de buenos vinos, etc, etc, etc. Max esta el mando de esta cocina y Ana atendiendonos como solamente ella sabe en la sala. Hemos pasado un hermoso momento, volveremos pronto y en buena hora por los cambios. Por el contrario de otras experiencias en restaurantes argentinos, la conclusion es otra..... hemos cenado de maravillas y hemos pagado lo justo. No como en Valencia que ha sido totalmente al reves.....

Restaurante Argentino, con mucha mas ilusión que resultados!
Ciertamente mejorado en su nueva ubicación, pero con aun mucho camino por recorrer, justito en todo y ciertamente abigarrado en su Relación Calidad Precio, considero que deberían decidirse entre dar comidas de menú o por dar algo mas de calidad.
Carta de vinos anecdótica y servicio irregular.
Muy mejorable! Lo que si que es cierto, su patente honradez y honestidad y sus ganas de agradar por ahora en su animo y por plasmar!

Nueva ubicación del restaurante a escasos 100m de la playa, cerca del anterior. Amplio y mejor de aspecto que el anterior. Cómodo y tranquilo.
Y cambio en la cocina que ahora regenta Juan Cruz, quien borda el asado argentino. Cocina de mercado basada en la buena calidad del producto, los cortes argentinos de la carne y el punto de cocción de ésta. Entrantes ricos, interesantes y bien elaborados. Los postres soberbios. Atención que estos cocineros vienen de grandes restaurantes.
La carta de vinos es correcta, basada en la oferta de tintos, buena selección de los españoles e interesantes los Malbec argentinos. Copas a mejorar.

Confirmo con esta tercera visita la calidad de este restaurante que recomiendo en la zona.

Asador Argentino, pero honesto, nada que ver con otras ofertas nada auténticas y de precios desorbitados.
Se trata de un local pequeño, muy familiar y agradable, sin demasiados detalles pero donde se come un asado argentino de lujo. Matambre, empanada criolla, lengua, vacío, molleja... Carne de calidad de aquí pero con los cortes de "ashá". Para darse un buen festín carnicero.
En cuanto al vino, la cosa cambia, tienen alguna referencia clásica y cuatro o cinco argentinas, aunque poco interesantes. Nosotros fuimos a cenar con unos amigos argentinos y nos dijeron que tampoco eran grandes vinos allí.