Los restaurantes italianos de normal suelen ser generosos con las cantidades. Total, un poco más de pasta y listo. Algo parecido pasa con el arroz. A ser posible ha de sobrar.
Llegada a la localidad de Collado Villalba, 4 adultos y dos niños, pasan las 3 de la tarde, no tenemos referencias gastronómicas y no hay tiempo de divagar y rebuscar.
Pregunta a alguien muy vinculado con el lugar por un restaurante italiano (más difícil de fallar y para los niños consideramos mejor), respuesta, cerca hay uno que no falla: Robertinos.
En una rotonda cerca al parque de bomberos y la zona deportiva, se ubica en una rotonda.
Aunque tiene un menú con buena pinta, nos decidimos por comer a la carta.
Bien instalados en un comedor casi solos y con unas buenas vista a través de una cristalera a la zona exterior que es zona de juegos infantiles, nos decidimos por:
Carpaccio de solomillo y mortadela italiana a la plancha para compartir los adultos, pues los niños comen un plato de pasta.
Y de platos:
Piazza búfala
Tagiliatoni picantelli
Lasagna de carne
Escalopines al milanesa.
Todo a un muy buen nivel, dentro de este tipo de cocina.
No llegamos a los postres, pues las raciones eran muy generosas. De vino, en una carta sencilla de vinos, pero con un buen servicio, tomamos una botella de Beronia crianza, cervezas y aguas.
Cerramos con cafés los 4 adultos.
Muy amable y atento, junto a buen nivel del servicio de sala.
Disponen de unas salas de juegos para niños (una interior y otra exterior), que se pueden controlar a través de unas cámaras desde la mesa de los comensales.
Local dentro de su tipo con buen nivel de cocina, servicio y precio, si os veis por la zona y la opción es esta, no dudéis.
Si restamos lo tomado por los niños, resultó a 25 euros por comensal.
Los restaurantes italianos de normal suelen ser generosos con las cantidades. Total, un poco más de pasta y listo. Algo parecido pasa con el arroz. A ser posible ha de sobrar.
Totalmente de acuerdo contigo, yo este detalle nunca le había sabido valorar, pero ahora con mis dos nietas se agradece, sobre todo el detalle de la zona de juegos que el tipo de comida, dado que en este aspecto la genética impera y suelen comer de todo.
Supongo que tú todavía estás en la escala anterior, con los hijos.
Efectivamente Gabriel, yo estoy en la fase que estabas tú hace unos 25-30 años ja,ja,ja. ¡Lo superaremos!
Abrazotes.
No seas malote que soy un chavaluco :-)))
Pero en una población que no conoces, llegas sin tiempo, ni idea previa y sobre todo si vas con niños, si hay un italiano de cierto nivel, suele ser una apuesta segura.
Saludos.
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