Entre la nueva oferta gastronómica de restaurantes japoneses de Madrid ha tenido un importante calado la apertura del DOKIDOKI, pequeño local a escasos 100 metros de la Puerta de Alcala, con una decoración con gusto e interesante. El restaurante se divide en dos espacios, al fondo una sala (algo ruidosa) para 6-7 mesas y en la entrada, además de varias mesas, se puede comer en una muy moderna (y modernista) barra (sin visión directa a la preparación de propuestas).

Muy buen producto y técnica interesante (mezcla de tradición y vanguardia), que si bien supera propuestas de restaurantes más tradicionales no llega a la altura de los KABUKI o MIYAMA, a los que se si acerca en precio.

Carta de vinos muy escasa y no muy llamativa, fuimos a lo fácil: ABADIA RETUERTA – Selección 2010 (33 euros), servido a temperatura un poco por encima de lo recomendable, dejándose la botella en mesa a diferencia de los vinos blancos que son gestionados desde mesa auxiliar.

Como aperitivo, “buñuelos de chopitos rebozado con tinta de calamar”. Más curioso que bueno, todo el conjunto se acompaña de mayonesa japonesa.

Como “sashimi variado”, 3 cortes de 5 piezas de atún, salmón, pulpo, pez mantequilla y lubina salvaje. Presentación simple, destacando la lubina salvaje y el salmón. El número de cortes y piezas se puede incrementar o reducir.

Como sushi un delicioso y muy apetecible “ikura”, y como nigiri, todos muy bien presentados con una muy interesante técnica, un muy bueno “toro con trufa blanca” y buenos el “salmón con setas” y “lubina con ajo negro”. En ninguno de las propuestas es necesario recurrir a la salsa de soja.

Para rematar, un muy curioso “vieras en tartar al yuzu (con shiso, aguacate y tanuki)”, interesante combinación de sabores y texturas nada común. Me gusto.