Restaurante Atamauri en Haro
Restaurante Atamauri
País:
España
Provincia:
Localidad:
Cód. Postal:

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Precio desde:
10,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
33 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
6.3
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
6.7
Comida COMIDA
5.6
Precio medio entorno ENTORNO
6.7
RCP CALIDAD-PRECIO
5.5
Opiniones de Atamauri
OPINIONES
7

Restaurante que cuenta con un personal muy poco profesional.
Hemos ido a comer un jueves del mes de noviembre. Éramos los únicos en todo el comedor.
Primer plato-Menestra de verduras: Templado (incluso el espárrago frío en su interior), posiblemente recién sacada de la nevera y recalentada. Se lo digo al camarero.
Segundo plato-Ciervo en salsa: Templado igualmente.
La solución para ello: lo meten al micro-ondas.
Les envío un mail al día siguiente y se disculpan alegando que "ha podido tratarse de un mal día" (textualmente). La comida no es precisamente barata en dicho restaurante. Una vergüenza.
Hay en Haro restaurantes muy buenos y no me volverán a ver en el Atamauri.

Comida de trabajo para tres personas .Después de habernos tomado un par de vinos con su respectivos pinchos en la popular zona de La Herradura en Haro y por indicación expresa de nuestro anfitrión en este caso , nos dirigimos a comer a este lugar no muy lejos de la zona citada anteriormente.
Nada más entrar, nos encontramos a la derecha con forma de “L” una barra de tamaño respetable con un extenso y vistoso surtido de pinchos muy bien colocados y decorados, de tal manera que me recordaba a los escaparates de las antiguas confiterías que daban a las calles y que cuando éramos pequeños nos quedábamos viendo “atontados” sin saber cual elegir (digo cuando éramos pequeños porque mi afición por los dulces y la repostería es inversamente proporcional al número de años cumplidos , de tal manera que hoy en día me producen absoluta indiferencia)

Como bien describen los comentarios anteriores, el lugar está decorado en madera y piedra a caballo entre el mesón tipo castellano y un asador tipo vasco (¿Alianza de Civilizaciones?) que aún desprendiendo un tufillo de rancio abolengo no lo hace por ello menos acogedor. Quizá el punto más débil lo tenga en la escasez de iluminación lo que acompañado a la ausencia de sol que había ayer lo convierta en un lugar con ese detalle a mejorar.
Comedor de medianas dimensiones apartado apenas por unos escalones de la citada barra. Nos dispusieron en una mesa amplia y nuestro anfitrión (al que conocíamos ayer por primera vez) nos sugirió encargarse de la comanda con lo que por decirlo de alguna manera nos dejamos llevar.
A modo de entrantes para compartir:
Revuelto de hongos : Muy bien de punto y con unos buenos trozos de Boletus Edulis . Esponjoso, un plato que he intentado hacer en casa varias veces y nunca lo acabo encontrando el punto de jugosidad (a pesar de no cuajar en exceso el huevo).

Asadurilla de pimientos rojos: No hay mucho más que decir salvo que si llamamos pimientos “a lo que comemos “ en otros lugares entonces hay algo que no me cuadra. Sabor intenso, profundo de pimiento, meloso casi gelatinizado con un perfecto aliño.

Para los segundos bien por “simpatía” o si queréis por el “ allá dónde fueres harás lo que vieres” dió como resultado con un soberbio cogote de merluza en unas raciones generosas para cada uno perfectamente ejecutado de cocción y en su justo punto de ajo , guindilla y aceite dejando el protagonismo a la calidad del pescado. A esta manera de presentar los pescados en general (creo que se llama a la bilbaína) yo prácticamente había renunciado por convertirse generalmente en una piscina de aceite con un montón de ajos amargos pasados de fritura que dejan los pescados en un tercer plano por muy buenos que éstos sean.

Para terminar un par de cafés.
Para beber “ nos eligieron” un crianza de la zona bastante rico servido en unas copas Schott decentes. Menaje, vajilla, cubertería y servilletas perfectamente compatibles con el tono “museístico “ del entorno así como el servicio, de la misma factura.
No pude ojear la carta de vinos aunque si ví por encima que tenía abundancia de referencias de la zona (no debemos olvidar donde estamos) y sus servicio se limitaba a la prueba.
Tampoco calificaré la RCP puesto que fuimos invitados pero para quien tenga curiosidad, estimo que la comida referida saldría entre los 90-95€.
Desde luego que no es una cocina “tecnoemocional” ni vibrante pero si es de calidad, y sobre todo ideal para combatir lo que decía François Rabelais : “Allí donde reinan las hambres, huyen las fuerzas”.

Se accede al resturante por el bar con la barra que queda a la derecha repleta de pinchos a la izquierda está lo que es la sala del restaurante. Muros,arcos y bóvedas de piedra, el piso de losas de barro y mobiliario de madera maciza nos invita a reflexionar sobre el origen de esta edificación.
Tomamos una ensalada templada de jamón de pato y queso de cabra y unos pimientos de cristal, segundos un solomillo y cordero asado, agua un vino crianza y dos cafés,
Buena presentación, buena elaboración y servicio profesional y atento.

Íbamos decididos a cenar de pinchos, habida cuenta de la fama del lugar, reconocido como lo mejor de Haro, con la pared llena de premios a tal arte. Pero no fue nada que sorprendiera, supongo que al final uno ya se cansa y lo hace todo normal, sin amor. Los famosos pinchos eran buenos, pero no gran cosa, bien de precio, servidos como siempre, al microondas, supongo que no hay otra manera, pero eso desmerece cualquier grado de excelencia. El vino bien, como no puede ser de otra manera en Haro, probamos muchos, bien las copas, la temperatura y la calidad. Si uno se va unos kilómetros y se adentra en Álava tiene mejores pinchos en cualquier tasca, y el vino sigue siendo el mismo. Lo hice.

Restaurante situado en pleno centro de Haro, ambiente familiar y de negocios, nada mas entrar nos llama la atención su excelente muestra de pinchos en la barra, como es normal nos decidimos por unos pinchos antes de empezar a comer:
-Pinchos varios:Cuatro unidades 8.60€.(Cada cual mas original, casi siempre presente la verduras; berenjena, cardo, pimiento).
-Revuelto de setas:15.50€. No estaba mal, le faltaba algo mas de consistencia aunque era de agradecer la presencia de autenticas setas: boletus, senderuela.
-Solomillo al foie: 22€. Un plato que no deja de repetirse en multitud de restaurantes, pero que da gusto cuando te lo sirven en condiciones, tenia un punto perfecto.
-Postre: Tarta de queso-5€. Lo mas flojo de la comida, bastante insulsa.
También decir que optamos por uno de los vinos mas baratos(o menos caros) de la carta, un Miranda 2005T a razón de 13€ que demostró ser un vino absolutamente placentero y de excelente RCP.

Para mi, sin duda, lo mejor de Haro. Excelente barra de pinchos entre los que se incluyen ganadores de concursos regionales. Buen género en la comida, buen servicio y excelente carta de vinos. Para repetir.

Restaurante tipo mesón situado junto a la plaza de la Paz de Haro. La barra de su bar posee los mejores pinchos de la localidad. Ya dentro del coqueto restaurante se puede disfrutar de platos de la cocina tradicional riojana adaptados con un enfoque actual. La materia prima es de excelente calidad. La carta de vinos, circunscrita únicamente a vinos de Haro y alrededores, ofrece vinos bien conservados a precios razonables. El servicio es correcto y atento, la cristalería no desmerece. Precio aproximado sin vino: 30€. Para repetir sin dudarlo.

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