La Casuca emite calidez , montaña , complicidad..también intimidad. Resulta acogedor y entrañable. Apetecible en el contexto de Artíes ..su fachada ilumunada invita a entrar, a probar y a estar. Esta vez estuvimos en la buhardilla. Su aparente desorden , tantos objetos , tan diferentes ,generan un clima curioso , íntimo, aunque supongo que provocará sensaciones muy diferentes. Servicio simpático , cercano y desenfadado. Carta de vinos cortita , pero suficiente , con un servicio no muy riguroso pero que cuida lo básico. Imprescindibles los huevos de ova, tan grandes y sustanciosos. Me quedo con el de cecina con verduritas. El de patatas y foie me gustó menos en esta ocasión y además los espléndidos huevos salieron casi fríos. Segundos aceptables , chuletillas de lechal y milhojas de carne..pasables ...los recordaba mejores, la verdad. Un postre algo abigarrado ( un coulant) y eso fue todo. En Artíes , casi imprescindible
En un marco sorprendente, lleno de detalles y de contrastes decorativos, en un comedor en la planta alta curiosísimo, se ofrece una cocina cuidada, tradicional, aranesa, riquísima, opulenta y en algunas platos, muy elaborada. Guisos tradicionales con bacalao, con cordero, con manitas, de esos guisos que parecen hechos en casa, pero claro, en casas dónde se cocina muy bien. Inigualable oferta de huevos. Magníficos y gigantes huevos de Oca, pochados, fritos, con hongos, con jamón, pantagruélicos. Había más oferta con otros huevos.Ensaladas exhuberantes, muy cuidadas, apetitosas. Me encantó el foie a la plancha sobre sobados, un plato digno de la mejor mesa que alcanza la excelencia. Probamos varios postres, tarta de queso, helado de menta, tiramisú..,todos a un alto nivel, sin superficialidades o artificialidades industriales, ésto último me sorprendió y agradó mucho. Servicio amable en general, sencillo y atento. Una carta de vinos sencilla, muy limitada , pero donde es posible encontrar alguna cosa interesante. En definitiva, un lugar de (la tan manida) comida casera, donde se come muy bien, excelente diría, comida rica y gustosa, sin parafernalia , pero satisfactoria, en un marco cuando menos curioso y original. No puedo hablar de precio, invitó Alex, pero parecían muy razonables para la calidad