Tras leer diferentes comentarios por la red, que hablaban bien de este restaurante ubicado en el barrio del Poble Nou de Barcelona, decidimos ir a cenar el lunes 29 de diciembre, tras haber reservados con antelación,

El restaurante esta dirigido por el Chef Xavi Jovells, cocinero formado en el restaurante de sus padres, Can Pineda, y en la que fue taberna de su propiedad, Els Tres Porquets. Hace una cocina "casera" modernizada, de producto, de temporada y siempre que sea posible de proximidad. Es curioso ver al chef tanto en la sala como en la cocina.
El restaurante es pequeño, con decoración moderna, un poco retro. Las mesas, espacio obliga, no están muy separadas las unas de las otras. Están bien vestidas,
con manteles y servilletas de lino, con buenos cubiertos y vajilla (aunque en algún servicio esta tenia marcas de dedos sobre los bordes de los platos, tal vez mal secados...) y buenas copas. El servicio de sala, salvo cuando era el propio Chef quien nos servia, no me pareció muy rodado. El servicio del vino se acaba con el descorche de la botella y la primera cata. La carta, tanto de la comida como de vinos se presenta en tablet, excepto los platos del dia que son cantados.

Eramos 3 comensales y optamos por comer a la carta, compartiendo los entrantes.

Mientras tomaban nota, nos ofrecieron unas olivas.

Los entrantes fueron los siguientes ;

Croquetas de Amanita Caesaria una/persona. Buenas
Jamón ibérico de bellota Buen sabor pero muy mal cortado, una pena.
Patatas Floreta Patatas bravas, con tomate especiado, wasabi y tabasco. Buenas pero muy clásicas.

Acompañamos estos platos con coca de cristal con tomate, que estaba buena pero que me pareció carisima (6,60 €)

De segundos :

Cap i pota A mi hija, le encantó. Yo la probé y me pareció muy buena. Sin duda el mejor segundo plato.
Cochinillo con salsa MC lo encontró bueno, pero escaso. La ración era muy pequeña.
Solomillo de toro de lidia acompañado de cuatro patatitas y un tomate cherry. Estaba un poco mas hecho del punto de cocción que pedí, poco hecho, lo encontré un poco duro y por ser un toro de lidia, con muy poco sabor. Debí equivocarme en mi elección.

Acompañamos los segundos con un buen pan.

De postre optamos por,

Higos con Mascarpone, Chocolate blanco y manga y Bombetas de chocolate Los 3 buenos.

Para beber optamos por una botella de Tamaral Crianza 2011, DO Ribera del Duero 100% Tinta fina(Tempranillo), elegante y largo en boca que acompaño perfectamente la cena. También tomamos una botella de agua Benassal de 0,5 l.
Finalizamos con 3 buenos cafés.

La cuenta ascendió a 41,63 €/ persona. No puedo decir que sea una buena RCP. Tal vez no fue nuestro dia, seria injusto decir que los productos no fueron de calidad porque lo fueron, pero tras haber leído muchos comentarios muy satisfactorios sobre su cocina, esta me decepcionó. No me atrevo a recomendarlo. No creo que vuelva, hay mucha y muy buena oferta en Barcelona.