No nos convenció ni la comida( escasa y poco emotiva) , ni el servicio( frío y distante). Repleto eso sí. 45 minutos de espera desde que nos sentamos. Una cocina que parece variar mucho , buena señal , pero ese día no nos convenció. Nada malo, ni nada bueno, no sé como definirla sin pasarme en lo malo , claro. Un sencillo marinado de pescado que ni fú ni fá..pescado del día que ni recuerdo , algo de cordero.No pedimos postre , tras la decpción . Bib gourmand sí , si compartes mucho ,vas a cenar y has comido bastante o estas a dieta.Carta de vinos cortita y subida de preciso, como pueden. No me gustó la imagen de la cristalera de la bodega de la entrada, parecía descuida, pocas referencias, botellas abiertas

Miquel Sànchez, chef de este restaurante situado en el centro de Ciutadella plasma en sus platos una idea de la sencillez y sabor pero siempre en su punto justo de cocción. He comido ya 3 veces y mantiene una regularidad que no abunda en muchos restaurantes.

Buen servicio de sala.

Sabor presente en las sardinas en escabeche. Finura y potencia gustativa en los raviolis de cigalas

Como plato principal compartimos un pescado blanco local la cántara acompañado de una tempura de verduras. Sencillez y acierto en el punto de cocción.

Rematamos con un clásico tiramisú un poco más ligero y suave de su preparación habitual.

Disfrutamos de una botella del Recaredo Brut Nature a 25 euros, en mi opinión junto con Gramona las dos mejores bodegas de cava catalán. Complejo, potente, altamente recomendable. Carta de vinos corta pero bien seleccionada,

Relación precio-calidad mejorable en su carta. Dispone de un menú diario a 16,5 euros.