Teniendo que ir a comer un lunes por la zona de Vic, día habitual de cierre de restaurantes, un amigo me lleva a éste, cercano a la ciudad.

Conocía su existencia, pero nunca se me había ocurrido visitarlo.

Menú de 10 €, sin sorpresas, todo incluido excepto el opcional café.

Menú con una amplia oferta de platos:

Entrante: Caldo, servido en una taza alta, sencillo pero muy rico.

De primero pido mejillones con ajo y perejil. Me sorprendió gratamente ver el plato grande rebosante de pequeños y sabrosos mejillones. Sólo de pensar en el trabajo para limpiar el más de un centenar de pequeños mejillones que habría en el plato ya me pareció que 10€ para ese menú era un muy buen precio. Pusieron una servilletita desengrasante para las manos, un buen detalle en un menú de este precio.

Segundo: Civet de corzo. El aspecto era decepcionante. No era lo que yo llamaría civet, sino más bien un estofado de corzo con patatas donde las patatas habían acabado convirtiéndose en puré. Estaba bueno.

Postre: Puding. Correcto.

Pan con buen aspecto, aunque no lo probé, el vino de la casa, servido a granel en jarra, era muy sabroso, no necesitaba añadirle gaseosa.

El precio del menú se engrosó por el casi imprescindible café.

Un menú correcto por ese precio. Repetiré.