Casa Vela tiene abiertos varios locales en Valencia con esta filosofía de charcutería con restaurante. Pero si bien en sus inicios esto era lo que vendía y además podías encontrar, ahora mismo lo que se busca es dar esa imagen pero con precios bastante más altos de lo que cabría esperar en una tienda y un servicio bastante precario.
Vamos, que lo encuentras son restaurante con un mostrador de productos: embutidos, quesos, jamones, algunas conservar y encurtidos, pero un restaurante al fin y al cabo, con esta decoración de tienda que, personalmente le vería más encanto si realmente funcionara como tal.

El local de la Avenida de las Cortes es realmente impresionante, pues es un bajo de techos altísimos donde se han forrado las paredes de botellas de vino, botellas que tienen una función meramente decorativa, y es que sería imposible acceder a ellas. Pues eso, un lugar espectacular, pero literalmente, más destinado al espectáculo que a la funcionalidad.

La carta de vinos no obstante es bastante sencilla, pobre para todo el despliegue de medios del local e, imagino, ligada a algún grupo que ha invertido en el local.

Respecto a la carta, como cabría esperar, tienen gran variedad de productos fríos (quesos, embutidos, fiambres...) y alguna cosa más, como las hamburguesas.

Pedimos una ensaladilla rusa que no me entusiasmó, unas croquetas de jamón correctas, un tomate con tronco de atún y una hamburguesa que tampoco me dijo nada y a la que le faltaba ese toque de cariño que tanto se nota cuando se tiene.

Tampoco el servicio es muy eficiente, con largas esperas, descontrol de mesas, tardanzas cuando pides bebidas, las cuenta, etc. En este punto debe mejorar mucho el local, porque se nota que no son profesionales y les falta mucha formación para poder hacer que disfrutes mínimamente.

Tengo un pequeño defecto profesional y es que soy docente de asignaturas de ciencias y, entro otros objetivos, trato de que mis alumnos entiendan el porqué de una fórmula en física o en matemáticas. Pues bien, esta fórmula, la de Casa Vela, no la entiendo, pero el caso es que funciona, pues el local suele estar lleno todos los días de la semana. Celebro así pues que les vaya bien el negocio y la gente pueda salir, divertirse e invertir su dinero en disfrutar de la gastronomía y el vino, cualesquiera que sean sus formas.