El restaurante se encuentra en plena muralla de la ciudad de Ibiza, con unas vistas sobre el puerto y la ciudad.

Una carta no muy larga pero con variedad suficiente para poder elegir entre platos y tapas de porte mediterráneo, con un toque ligero de comida creativa en la presentación. Combina platos más elaborados con tapas mediterráneas, desde lo más clásico hasta algunas combinaciones de pescado y carne más elaborado: una buena propuesta.

Buena carta de vinos (algo corta para los más exigentes, pero suficiente), con alguna sorpresa entre los vinos más habituales. Es habitual encontrar cartas cortas en restaurantes no especializados en vinos pero sorprenden los que tiene algún que otro vino menos popular, a precios muy competitivos: temps de flors (sumarroca) de muscat, gewurztraminer y xarelo (menudo coupage, y además no resultó muy dulce).

La calidad de la comida es buena, el trato excelente, el entorno muy tranquilo y difícil de igualar gracias a la muralla y las vistas sobre las que se extiende la terraza. Mesas, mantelería cubiertos, etc. con bastante clase.

Recomendado, sobre todo, para una cena tranquila a la luz de las velas, en el baluarte de Ibiza (patrimonio de la humanidad), mientras se contempla el puerto de Ibiza iluminado por los clásicos veleros y yates inalcanzables.

Cerrar la comida/cena con un mojito o la sangría de cava (la mejor de la isla)es el broche perfecto.

....por cierto, la web parece estar un poco obseleta....no asustarse....