Menos es Más

Imagínense un paseo por Lisboa, desde la fastuosa Avenida Liberdade hasta las colinas más desvaídas y canallas de la ciudad, perdiéndose por angostas callejas y deleitándose con el ambiente decadente y la arquitectura mortecina, fiel reflejo de tiempos mejores. Imaginen el fado, el olor a sardinas a la brasa y el ceño adusto de las viejas portuguesas cuando dos extranjeros osan pasear esas calles ruinosas que parecen detenidas en el tiempo.

En estas andábamos Bea y yo cuando, en ruta hacia el Castillo de San Jorge, nos topamos con un pequeño restaurante en el que alcanzamos ver a un chef joven afanándose en la presentación de un platillo pinzas en mano, con un método y oficio radicalmente distinto a todo lo visto hasta ese momento en nuestro periplo lisboeta. Nos quedamos con la copla y a la hora de la cena, nos presentamos en este restaurante Leopold a ver lo que se cocía... empezamos:

Ambiente: ubicado en el barrio llamado Mouraria, en un enclave turístico (en una de las rutas de subida hacia el Castillo de San Jorge) aunque ciertamente recogido, se encuentra el local. Apenas 7 metros cuadrados en total, la mitad cocina vista y la mitad sala: cuatro mesas. Pulcritud, blancura absoluta y desnudez como rasgos decorativos. Mesas sin mantel, copas para el agua, vasos para el vino y vajilla personalizada deliciosamente rococó. Muy curioso y agradable todo, buenas sensaciones.

Comida: carta escueta, con 5 entrantes, 4 principales y un par de postres. Están en rodaje y quieren configurar sus especialidades en función de los gustos de la clientela, a través del ensayo-error. Nuestra comanda fue la siguiente:

Entrantes:
- Ensalada de arroz inflado, conserva de sardina y encurtidos caseros: el plato se monta a la vista como si de un milhojas se tratase: capa de sardina, arroz inflado, sardina, arroz inflado y la cebolla roja encurtida como remate. Buena la conserva de sardina y deliciosa la cebolla encurtida, con toques anisados y dulzones. No cuaja sin embargo la conjunción de estos ingredientes con el exceso de arroz inflado, y además se detecta una exasperante falta de "gracia" en el platillo: la cosa se debiera enmendar ya sea mediante algún tipo de aliño o con una mayor presencia de encurtidos. Fiasco inicial. Un 5.
- Huevo cremoso con cogumelos: huevo cocinado a baja temperatura con setas portuguesas ligeramente escalfadas y trigo sarraceno. Los cogumelos sublimes, con todo su sabor fúngico perfectamente preservado a través de una cocción mínima; el huevo cocinado con rigor academicista, perfecto de punto sápido y de cremosidad y el trigo sarraceno... difícil, para qué nos vamos a engañar. Se abusa de este ingrediente y el plato se resiente sobre todo en lo referido a textura, excesivamente harinosa para nuestro gusto. Un 6,5 pero mejorando.

En este punto, y dado que nos confesamos auténticos freaks gastronómicos amantes de los huevos cocidos a 63º, la simpática y profesional Ana Cachaço (jefa de sala, sumiller y camarera en Leopold) nos presenta al Chef Tiago Feio, quien nos comenta que trabajó en Mugaritz. Viendo su método y pulcritud, desde luego que la cosa nos cuadra.

Principales:
- Alheira de caza con tapioca de vino tinto: la alheira es una especie de embutido portugués con carne, pan, aceite ajo y pimentón. En este caso la carne es caza (jabalí, perdiz y venado) desmigada y mezclada con la farsa mencionada; se sirve sobre una dulce y ligeramente acidulada sopa caliente de tapioca y vino tinto. A nivel visual el plato no es gran cosa -la alheira tiene aspecto de puré grumoso más bien- pero en boca resulta magnífico. Sabroso y bien conjuntado, se perciben los matices de cada ingrediente y el plato, ahora si, funciona a la perfección de forma global. Un 7,5.
- Escabeche de bacalao: una revisión del pez fetiche de los portugueses. Un buen lomo de bacalao cocinado al vacío durante 23 minutos a una temperatura controlada de 63º que se acompaña de cebollita y zanahoria encurtida. Sencillo pero magnífico; los encurtidos sublimes, el bacalao de calidad y cocinado con perfección milimétrica (tersura y sabor de unas lascas que salían solas) y el escabechado francamente sutil. Lo mejor de la noche. Un 9.

No hubo postre ya que nos reservamos para una heladería italiana a la que Bea le había echado el ojo; no obstante, lo que pudimos ver de esta parcela en las otras mesas pintaba muy bien.

Hasta aquí la experiencia culinaria; aparte, es necesario destacar el servicio que nos brindó Ana, detallista y agradable como pocas. Explicación de cada plato (en españo-portu-english), cambio de cubierto con cada servicio, vino dado a probar, cambio de vasos, atención constante al agua... puede parecer fácil con solo cuatro mesas pero doy fe de que no lo es. De 10 en esta parcela.

Dado que no hay servicio de pan ni aperitivo (y que no se cobra nada en concepto de cubierto o similares), el total pagado por lo descrito más 2 copitas de Blanco de Setúbal, 1 de Tinto del Douro (ambos francamente buenos) y una botella de agua fue de 46 euros. Con un IVA del 23% incluído, solo cabe decir que la RCP es excelente. Invitaron a los cafés (nespresso, muy buenos).

- Lo mejor: el entorno (a nosotros nos pareció extraordinario, con un gran encanto) y el servicio. También el platillo de bacalao.
- Lo peor: aunque la cocina apunta muy buenas maneras, se nota que aun le falta rodaje. Además... no había pan!

  1. #1

    Joan Thomas

    Muy buen comentario. Enhorabuena por esa buena cena, lástima que no hubiese pan ... ( que pasada !!!)

    El principio de tu crónica es el reflejo exacto de lo que yo pensé cuando estuve en Lisboa en el 2009,

    Un saludo

    Joan

  2. #2

    Gastiola

    Tengo yo muy buen recuerdo de Lisboa y sus bacalaos. Eso sí, como entonces yo de vinos.... cero, creo que acabé con las existencias de Mateus. :-) Yo también llevo muy mal la falta de pan y creo que tan sólo en una ocasión la he sufrido. Pero bueno, la experiencia ha sido magnífica y eso es lo que cuenta. Un saludo.

  3. #3

    Anubis7

    Muy buen comentario. A ver si nos pones mas restaurantes de Lisboa que quiero ir en unos meses... Permiteme que te haga una puntualizacion de los cogumelos. No son solo setas portuguesas. Las hay por todo Extremadura y Huelva. Se dan en primavera y aqui se llaman gurumelos. Su nombre cientifico es Amanita Ponderosa. Supongo que serian estas y no champiñones porque en Portugal tienen la costumbre de llamar cogumelos a cualquier seta. Igual que en ingles todo son "mushrooms". Saludos

  4. #4

    Jeronimo

    Pues yo también me confieso un auténtico freaky amante de los huevos cocidos a 63º.
    Aunque fritos, en tortilla, duros o pasados por agua tampoco les hago ascos.

  5. #5

    Mtejido2000

    en respuesta a Joan Thomas
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    el sitio merece la pena, desde luego, aunque entiendo que en un tiempo la cosa mejorará aun más (apenas llevan 1 mes y medio abiertos y ya presentan muy buenas formas); gracias por comentar Joan.

    Un saludo, Manuel.

  6. #6

    Mtejido2000

    en respuesta a Gastiola
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    jaja, yo de vinos ando bastante pez, no obstante, me he echado a la saca un par de Oportos Vintage que probé allí y son pecado de buenos que están! lo del pan una faena (por no decir otra cosa). Gracias por comentar!

    Un saludo, Manuel.

  7. #7

    Mtejido2000

    en respuesta a Anubis7
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    bienvenida sea la apreciación, porque no conocía estas setas y la verdad es que me encantaron: de las más sabrosas que he probado, la verdad. Respecto a más restaurantes, si te digo la verdad solo hicimos un par de cenas, el resto picoteos más o menos informales. El otro sitio (restaurante Aprazível) no pensaba comentarlo porque nos apretamos solo un par de hamburguesas y unos cocktails, pero te pongo el link por si acaso te animas:

    https://www.facebook.com/aprazivel.pt

    Te puedo decir que era un local con terraza ubicado en el Barrio Alto, con mucho encanto y con una comida muy rica (excelentes hamburguesas, con carne de primera y unas patatas fritas magníficas); en la carta tenían varias especialidades (pasta, hamburguesas, ensaladas...) y la verdad es que todo tenía una pinta estupenda.

    Un saludo, Manuel.

  8. #8

    Mtejido2000

    en respuesta a Jeronimo
    Ver mensaje de Jeronimo

    jaja, entonces estamos en el mismo barco!

    Un saludo, Manuel.

  9. #9

    Anubis7

    en respuesta a Mtejido2000
    Ver mensaje de Mtejido2000

    Me lo apunto. Este año ya tengo un viaje previsto a Oporto pero si puedo haré otra escapada a Lisboa mas adelante. A mi los gurumelos no me van mucho porque me saben a champiñon. Ademas es una seta tremendamente complicada de limpiar ya que esta totalmente metida en la tierra. Pero en Extremadura es muy apreciada. Y no es barata...en Makro de Barajas estaba el otro dia a 30 € el kilo (+IVA). Un saludo y gracias de nuevo

  10. #10

    Alberto.Freire

    Muy buen comentario y gran pinta que tiene ese restaurante. Exclusividad y buen producto, sólo falta que se afinen un poco más y será estupendo.
    Saludos!

  11. #11

    G-M.

    Tomo nota!

  12. #12

    Joaquin1965

    Excelente comentario Manuel!! Ay el pan, cómo hubiera disfrutado mi mujer a la par que sufrido yo.

    Saludos!!

  13. #13

    Mtejido2000

    en respuesta a Joaquin1965
    Ver mensaje de Joaquin1965

    jaja, debería estar prohibido no poner pan, aunque sean unos churrusquitos!

    Un saludo, Manuel.

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