El restaurante Víctor, según reza su web, tiene mas de 55 años y ya va por la tercera generación.
Que nadie espere grandes lujos, ha sido y es un restaurante de carretera con algo mas de nivel, pero conocido por mucha gente de paso y de las localidades cercanas.
De siempre se ha caracterizado por ofrecer un magnífico producto a un precio comedido, unido a una buena elaboración en la cocina. La plantilla lleva muchos años allí, la mayoría han aprendido el oficio en este restaurante. Están enseñados a trabajar, a cumplir y a ser profesionales que por desgracia no abundan mucho.
Disponen de varias zonas, la barra nada mas entrar donde picotear o comer un bocadillo, el comedor de diario donde se sirven los menús, un comedor mas reducido en la planta primera para comidas a la carta y de hace poco han abierto El Jardi de Víctor, una carpa enorme con mobiliario de jardín donde las noches de verano y ahora a mediodía que no aprieta tanto el calor da gusto estar.
Nosotros acudimos el sábado a comer algo rápido al Jardí, y esto fue lo que tomamos:
Ensalada Pilar.- El nombre es un homenaje a la mujer de Víctor. Lleva un excelente tomate, variación de verdes, salmón, alcaparras, huevo duro rallado, etc.
Pulpo a la gallega.- Generosa ración, buen producto y mejor elaboración.
Pulpitos a la plancha.- Pequeños cefalópodos cocinados con su tinta.
De beber tomamos un par de Cruzcampos muy, pero que muy frías servidas en copas Schott.
Un par de cafés y fin.
Destacar la rapidez del servicio y de nuevo la calidad del producto. Se me hace raro haber sido el primero en estrenar comentario.
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