Animados por el comentario del forero Eugenio, nos decidimos a probar su oferta culinaria previa reserva, aunque a decir verdad no hubiera hecho falta para el restaurante (prácticamente vacío), aunque sí para el gastrobar (abarrotado y con gente esperando). Situado a escasos metros de la Playa Granada y del campo de golf en una zona basta chic. Comedor espacioso y bien climatizado con una decena de mesas bien separadas y correctamente vestidas en un ambiente moderno con tonos blancos y plateados.
Carta muy atractiva incluyendo platos que buscan la fusión entre las últimas tendencias culinarias y la tradición de la cocina mediterránea, además de la promoción de platos típicos y productos de la Costa Tropical. Incluye un menú degustación por 41€ con maridaje opcional por 10€.
Desafortunadamente, el camarero que nos tomó nota no está a la altura de la cocina. Se limitó a tomar nota, con total apatía, sin advertirnos de la generosidad de los platos, con lo cual ya adelanto que cuando terminamos los entrantes ya estábamos bastante saciados. Sin embargo el maitre, bastante más atento, cuando vio la mesa con los tres entrantes, nos aclaró que la vocación de los entrantes era de ser compartidos en vez de ser servidos individualmente como fue nuestro caso. Nos dio la opción muy amablemente de eliminar alguno de los platos principales de la comanda, que fue de agradecer especialmente por parte de mi mujer, que tuvo que renunciar, no sin pena, a su rissotto de solomillo de cerdo, pera y queso gorgonzola.
Pero lamentablemente hubo un problema aún mayor: más de 35 minutos de espera por los platos principales es excesivo. El maitre se disculpó un par de veces comentando que uno de los platos se había pasado y lo estaban repitiendo. Lástima pues cuando llegaron ya habíamos perdido el apetito.
Cestita de panes variados; nos decidimos por el de tomate bastante bueno.
Como único detalle de la casa, un salpicón de marisco bastante flojo de aliño y con la sorprendente presencia de trocitos de naranja.
Cena para tres personas:
- Ensalada de queso de cabra, chutney de mango y aguacate con vinagreta de yogurt: Muy buena ensalada en la que el grueso tronco de rulo de cabra se ve bien acompañado del resto de ingredientes. Sabrosa al mismo tiempo que refrescante.
- Milhojas de foie, queso de cabra, carne de membrillo y manzana caramelizada: Un entrante frío con diferentes capas dando un resultado magnífico gracias a la combinación equilibrada de sabores.
- Tartar de atún rojo con aguacate y mango: Buen tartar de atún cortado a cuchillo y bien aderezado con el aguacate y el mango. Al final se hizo un tanto aburrido dado el tamaño de la ración. Presentado con rebanaditas de pan crujiente.
- Magret de pato con paloduz, arroz cremoso de setas, frutos rojos y reducción de su jugo: Taquitos de pechuga de pato nuevamente pasados de cocción sobre una señora montaña de arroz de textura cremosa con generosos trozos de setas. Bien pero no entusiasmó.
- Taco de presa ibérica marinada en soja con verduritas salteadas, tocino y crema de boniato: Buena materia prima pero excesivamente hecha. Una pena pues estaba tierna y sabrosa a pesar de haber sido maltratada en la cocina (estoy convencido que el plato a repetir fue el magret y ésta situación le pasó factura a la presa ¿recalentándola?).
- Crème brúlée de violetas con frutos rojos: Correcto postre con una crema con nítidos sabores a flores y acompañada de frutillos del bosque.
Al final de la cena, el maitre, un tanto contrariado, quiso invitarnos a una copa que declinamos al tener que conducir.
Carta de vinos no especialmente larga pero con opciones bastante interesantes, tanto nacionales como internacionales. Ante el pinchazo con el Allende 2009, nos decidimos por un flojísimo chenin-blanc: Château de Fosse-Sèche Arcane 2011 (AOC Saumur) (28.00€ IVA inc), servido en copas adecuadas y perfecto de temperatura. No hizo falta pedir la cubitera y estuvieron siempre atentos a rellenar.
Precio total: 127.75€ (incluido IVA, un refresco a 2.00€, botella de agua de 1 litro a 1.75€ y la botella de vino). No cobran pan ni servicio.
Nota 1: El precio por persona indicado es lo que estimo que costaría compartir en este local con IVA y servicio incluidos y sin bebidas
Nota 2: Aunque la valoración final de la experiencia no es alta, tenemos claro que es un restaurante con una cocina con suficiente potencial, pero con problemas debido a la demanda tan exigente del gastrobar anexo. Dos horas y media para una comanda tipo standard es mucho tiempo. Si repetimos vacaciones por la zona, no dudaremos en volver.