Al mediodía de un miércoles (con mucha actividad en la zona, pues en Torrelavega se celebra la feria semanal de ganados los miércoles y conlleva bastante publico foráneo, encontrándose el recinto del Ferial unos 400-500 metros de este local).
El local estaba con una buena ocupación, tanto en la barra como comiendo en la zona exterior y en las mesas de la zona de barra, donde entiendo que comían el menú. Sensación de prisa y ajetreo del servicio de mesas en esa zonas, lo cual en principio no es bueno.
Tras una cervezas en la barra, pues el día es caluroso, ya sabéis unos 23-24 grados, pero para nosotros es una temperatura que genera comentarios de forma constante de ¡hace color hoy¡.
Acomodados en el comedor propiamente dicho, en una mesa amplia, con una buena temperatura ambiente pues el aire acondicionado estaba a un buen nivel.
Hemos acudido a comer la famosa carne del local y asi que empezamos con unos entrantes y luego la carne.
A compartir:
Cecina de vaca de León: Buena textura (cada día me encuentro con cecinas más resecas, que no era el caso) y con un buen aceite por encima en su justa medida: Empezamos muy bien.
Mollejas empanadas: muy bien presentadas con unas patas paja acompañantes. Quizás resultaron ligeramente secas en su recubrimiento y en su fondo con un buen sabor.
Calamares a la plancha con un ali olí por encima y una base de patatas de tipo panadera. De tamaño mediano, con un buen punto y con otra vez una buena presentación. No eran de guadañeta o potera, pero estaban bien buenos.
Y llegó la carne:
Tras hablar sobre el tema con el responsable del local, que siempre es muy amable y atento, pero cuando empezamos a hablar de carnes se le iluminan los ojos, nos decidimos por hacer una especie de catado o degustación (lo segundo lo digo pues se suele decir cata para los vinos y degustación parar los solido) por una parte chuleta con unos 40 días de reposo y entrecot con solo 12 días, detalle que nos advierten. Con una plancha al borde la mesa, la carne presentada en fileteado con un grosor adecuado y varios tipos de sal, por cierto sin estar presente la de escamas, que pedimos aparte. Demasiado calor genera la plancha en la mesa.
El plato se acompañada de una especie de sartén honda que contenía: berenjenas, pimientos rojos, calabacín y en la zona mas inferior patatas fritas.
Bien la carne, el entrecot ligeramente más duro (por su falta de cámara) pero con más sabor. En conjunto la experiencia de la carne positiva.
No pudimos con los postres salvo una persona y cerramos algunos con café (Un fallo, no ofrecer café y tener que solicitarlos), y todos con un GT.
En cuanto a los vinos, de la carta poco más que decir que lo expuesto, aunque vi algún detalles nuevos. Como la comida era lo que era optamos de forma seguida por tres uvas con su poder y con algo de madera:
Garnacha aragonesa: Honore Vera 2013
Monastrel: Juan Gil 4 meses 2012, y
Tinta de Toro: Domino del Bendito Primer Paso 2011.
Los vinos estaban todos algo altos de temperatura, porque hubo que ponerlos a punto, pues entiendo que no estaban en una cava. Por otra parte tampoco eran vinos de un nivel, como para no ser de un consumo más bien habitual.
Buenas copas con cambio de las mismas para cada vino.
El precio con todo, incluido lo de la barra y lo descrito a 40.50 euros por comensal.
Comentario:
La experiencia de la carne ha sido buena y si el entrecot no estaba en su punto era por nuestra culpa.
El responsable de sala es muy atento y sabe lo que tiene entre manos.
El local resulta algo ruidoso.
Me parece una buena relación calidad precio.
No puntuaré, pues el entorno ya está hecho en otras ocasiones, la carne no era valorable por los detalles descritos y el precio fue un poco amalgama de lo de la barra, lo comido y el bebido.
Lugar para repetir.