Bajamos del TRAM en la parada X en el centro de Alicante, José Enrique se sirve el GPS para localizar la dirección que celosamente guardan y confían sólo en el momento de la reserva…
Hace calor, subimos por esta calle, giramos por esta otra. Parece que es aquí… sí, sí, éste es el número indicado pero… no hay referencia alguna a local o restaurante. Llamamos al timbre y… ¡acaba el misterio!
Nos recibe Joaquín ...
Inspirados en “Paladares” de Cuba
Nuestro anfitrión nos cuenta que han apostado por esta fórmula inédita en Alicante, tras otras experiencias en locales tradicionales. La idea es recibir a los clientes en una casa particular y ofrecer el servicio en un ambiente muy íntimo: como en casa de un amigo.
Ésta es su casa
El edificio en que nos encontramos es la vivienda de Joaquín y familia. Está diseñado y decorado con la máxima de espacios abiertos. Separan estancias, donde se precisa, mediante cristal o muebles. Colores básicos y sobrios, alterados por la nota roja del sofá, de algún cuadro y elementos decorativos.
Luz cálida, con focos repartidos que hacen el ambiente muy agradable. Ventanales abiertos, dejando pasar la brisa (tan necesaria hoy) desde la fachada de la calle hasta la del patio. Me asomo al balcón: Paz y tranquilidad, silencio.
Mesa para 5 con mantel gris y sobre-mantel rojo. Cristalería algo tosca y cubiertos que mantienes hasta el postre. Estamos cómodos, nos canta Pedro Guerra su soniquete suave y tranquilo…
Menú quincenal de 20€
Joaquín y su “cómplice” proponen un menú nuevo cada quince días. Lo publican en su facebook y blog, donde añaden fotos e ingredientes. El precio es siempre de 20€ incluyendo la bebida y tres elaboraciones más el postre, pan y café.
Menú de inspiración italiana
En nuestra visita, el menú estaba en su últimos días. Con elaboraciones de inspiración en la cocina italiana pero con toques personales, nos sirvieron los siguientes platos:
Muffins de pesto y de pepperoni y mozzarella
Personalmente el muffin de pesto fue lo que más me sorprendió ¡una madalena salada!. Me gustó mucho su esponjosidad y ese toque saladito del pesto. La de pepperoni y mozzarella sabía a pizza ¡original y delicioso!.
Carpaccio de gambas
Nos contó Joaquín que ha preferido que se note la carne de la gamba, por lo que no sirvió el carpaccio muy fino. Las pipas con su toque cruijiente y salado y la manzana pelín ácida, hacen de éste un buen plato. Ya sabéis que no es mi fuerte pero me lo comí a gusto.
Risotto de setas
Acompañado de parmesano y peineta de serrano. Para opinar con más autoridad debería probar unos cuantos risottos más, pero si que el arroz que de ligado por el queso espeso es la idea, me pareció bien ejecutado.
Tiramisu
Este postre lo he probado de mil maneras distintas, aunque todos lleven el mismo nombre. En este caso la peculiaridad estaba en una lámina gruesa y crujiente de chocolate que le daba más sabor y una textura diferente. Delicioso.
Para beber nos ofreció una cerveza al inicio y, acompañando la comida, el vino blanco Marieta, un Albariño de Rias Baixas semiseco. Un vino blanco fresquito siempre se agradece en verano, sin embargo éste no es uno de nuestros favoritos.
A continuación nos sirvió con el risotto un Marques de Monistrol Vintage, cava sencillo que cumplió su cometido. Parece lógico que maride los platos con vinos económicos, considerando el precio del menú con la bebida incluida.
Son profesionales no aficionados
Que el concepto casero no te lleve a error, Joaquín no es un aficionado es un profesional. Dedicado por años a la hostelería en el extranjero, volvió con ideas a su Alicante de acogida. Junto con su socio hoy emprende un nuevo camino, pero no es nuevo en el sector.
Una nueva fórmula, íntima, asequible y sabrosa para compartir mesa con amigos en un ambiente amigable.
Más cosas sobre la Clandestina, con fotos (permitidas, no robadas) en
http://www.vinowine.es/restaurantes/la-clandestina-restaurante-en-alicante.html