Cenamos en la noche de fin de año. Muy buena cena, a pesar de los agobios de tanta gente. El servicio correcto y los vinos de la comarca.. La pularda muy buena y la bullabesa genial. Buenos productos y todo en un entorno muy agradable.

De hecho únicamente sirven comidas y no tienen carta. El menú consta de 3 opciones para cada plato, habiendo alguna opción que puede tomarse como primero o segundo. Es un buen lugar para comer antes o después de visitar esa maravilla del románico con elementos modernistas que es Sant Benet de Bages o para visitar la fundación ALICIA (AlImentación y cienCIA). Venga, que me enrollo, vamos a lo que toca. Comimos:

- Judías estofadas con morcilla y panceta: contundentes pero muy buenas. Este plato se podía escoger como primero o como segundo plato. Las otras opciones como primer plato eran tallarines en salsa de boletus (muy buenos aunque un pelín sosos) una ensalada de frutas.
- Salmón con verduritas: bien, aunque las verduritas también estaban un poco sosas (mal día con la sal???). De segundo había también pollo con ciruelas al horno que me comentaron que estaba también muy bueno.
- Pastel de Sant Benet: bizcocho relleno de crema de café con almendras laminadas por encima, bien. No recuerdo los otros postres.

En general materia prima de calidad, de hecho las verduras las obtienen de unos huertos que hay alrededor del complejo. Para beber una copa de tinto Synera, muy frutal, que me sorprendió gratamente.

El servicio bien aunque iban un poco desbordados, no daban abasto los pobres. Así y todo muy amables en todo momento, ni una mala cara. Comedor amplio con suficiente separación entre las mesas.

El precio del menú, bebida y café incluido es de 15 €. El fin de semana diría que sube a 25 € aunque me consta que hay platos más elaborados.