Restaurante Fermi Puig en Barcelona
Restaurante Fermi Puig
País:
España
Provincia:
Localidad:
Dirección:
Tipo de cocina:

Añadir vino por copa

Precio desde:
40,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
40 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
5.8
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
5.0
Comida COMIDA
6.0
Precio medio entorno ENTORNO
7.0
RCP CALIDAD-PRECIO
5.0
Opiniones de Fermi Puig
OPINIONES
2

Mesas juntas para completar los algo más de 20 comensales para cena conjunta en un local algo desangelado en la entrada (donde nos ubicaron) aunque mejor en la parte interior. Una bodega a la vista con cosas interesantes (Chateau Margaux) y un servicio correcto sobre manteles individuales ya que imagino no había mantel que llegara a completar mesa tan alargada. Buen cambio de cubiertos y menú de la casa de 40€ con café incluido. Había que elegir un plato de cada grupo.

Mientras se sentaba el personal y con unas cervezas llegó un aperitivo de tostada de panceta con mantequilla de anchoas. Muy agradable para empezar aunque un poco densa la porción de mantequilla.

De entrada:
. ensalada de rovellones y mollejas de pato: Amplia ración de verde y mollejas buena según referencias.
. salmón ahumado, rillete de salmón y caviar de salmón: referenciado como peor.
. escudella con "pilota y galets": plato típico navideño que estaba bien de sabor pero corto de pelota e incluso de pasta.

A continuación:
. huevo poché con crema de cangrejos y gambas: buen punto del huevo y agradable mezcla de sabores.
. salteado de judias tiernas y jamón: básico sin nada destacable.
. canelones "de rostit": parece que además de la navidad también habia llegado el día siguiente con los canelones de las sobras. Referido como correcto.

Principal:
. conejo asado en salmorejo: correcto según referencias.
. confit de pato: bien según referencia.
. ventresca de salmón con azafrán: ración correcta de una ventresca menos sabrosa que la de atún, pero curiosa.
. calamares con salda de setas: no obtuve referencias.

Postres:
. manzana caramelizada con canela: bien, sin abusar de punto dulce.
. sorbete de mandarina: bueno y refrescante
. flan de vainilla hecho en casa: bien según referencia.

Los líquidos:
de entada unas cervezas Moritz muy agradable, que continuaron con un blanco de Alella Pansa Blanca, interesante, fresco y con buena acidez. Seguimos con tinto del Montsant, Mysti, un orgánico 2012 con poca profundidad; para terminar cava Parxet BN y algunos cafés. Los vinos servidos de forma continuada y sin pausa.

Los extras (que no incluyo en el precio): se añadieron GT, algún licor tipo orujo muy de moda: Jägermeister de 35º y alemán para más señas. Yo me decanté por un dulce muy interesante, un sauternes del 2007: Cypres de Climens, con una nariz muy de pegamento peo con una elegancia en boca como corresponde a su origen, con un punto dulce muy correcto y buena presencia de acidez que invita a repetir. Quizá lo mejor de la cena.

Cumplió con la misión y punto.

Debo decir que de entrada este señor, Fermí Puig, me cae bien. De hecho sólo lo conozco de la radio, de escucharlo mientras conduzco a través de RAC 1 y parece sencillo y cercano. Y que sabe de cocina, supongo que queda fuera de duda.

Acordamos ir con mi amigo Ramon Roset, tal como hacemos periódicamente y quedamos para cenar. Reservamos con días de antelación y justo la semana anterior de ir, yo por ganas ya me hubiera echado atrás, frente a la avalancha de reportajes "so excited" del lugar .. Tan sólo en La Vanguardia del viernes anterior, publicaban dos artículos. Un del colectivo "5 a Taula" y el otro en el suplemento QuèFem. Y ya me dije .... Uffffff .... esto no pinta bien.

Y hacia allí fuimos el jueves día 26. De entrada la calle Balmes es un poco desangelada, con los coches bajando a toda vela. Está justo por encima de Diagonal (por tanto upper .. :)..). Pero queda bonito con una decoración muy simplificada, aunqué un poco fría a mi gusto.

Dimos un vistazo la oferta y por lo que vimos posteriormente, el restaurante está muy enfocado a el menú de 45 € "todo incluido". Y esto quiere decir con un barra libre de vinos a copas, de los que ellos han seleccionado. La idea es buena para los que el vino les importa poco y también para el restaurante, pues el ambiente no propicia el típico "Maanolo ... otra ronda ", y con la crisis hoy en día, hay unos ofertones de vinos para la restauración, que hace que puedan quedar bien y a un coste mínimo. Y tampoco se estiran demasiado: El otro día tocaba Drac Mágic y Ermita de Espiells, que son vinos de 6/7 € en tienda.

El menú no nos hacía demasiado el peso (podeis juzgar mirando la foto), ni la selección de vinos asociada y optamos por la carta. Y yo un poco guiado por los platos que había leído en las crónicas "so exited".

Y aprovecho para la reflexión, de que no es lo mismo una crónica positiva, que una crónica "so excited". Creo que estas últimas, sólo surgen tras "empatizar" con el chef de turno, con visita a la cocina incluida ... :).

Como primero Ramón eligió el plato de cansalada cocida a baja temperatura con espardenyes y yo la bullabesa. Probé el tocino y muy bueno, pero tocino (si, ya sé que debe ser Maldonado). Y mi bullabesa, triste, triste. Muy triste ... Era la "niña de luto" de las bullabesas. Inferior a la que recuerdo me tomaba siempre el siglo pasado, en el Agut de la calle Cignas (una sencilla casa de comidas).

Como segundos y en mi caso también influenciado por las crónicas, la súper famosa "pierna de cabrito enfangado a la cuchara". Bueno, los dos primeros bocados bien, pero a medida que avanzaba, me costaba más. Y soy de comer y la bullabesa ya os podéis imaginar que no me hartó. Pocas veces me cuesta terminar un plato. En cambio a Ramón, le gustó este plato.

Los vinos al precio multiplicado por dos y un poco más, respecto a tienda (para mí multiplicar por dos, ya es el umbral para no encontrarlo o no correcto) y además servidos con copa de tamaño cata (Riedel, pero de estas que dan en las ferias de vino). Por tanto elegimos una opción económica.. Les Cousins DO. Priorat.

De postre prescindimos. Desánimo, oferta que no apetecía. Café y una copa por las cercanías. Me sorprendió que el gran maître (dicho en todos los sentidos), cuando ya tomábamos el café, nos retiró la botella de vino. ¿Nos daba prisa por marchar por un hipotético segundo turno?. Si es así me ofendió ... siempre me he levantado rápido de una mesa cuando veo que alguien espera y no había nadie.

Total, que con un vinito básico (en cuanto a precio) y sin cafés, 60 € por persona y a la calle. Y pensé, no creo que me vuelvan a ver.

En resumen, restaurante especialmente indicado para "sacar a cenar a alguien", sabiendo que con 45 € sales con todo incluido y sin sorpresas, siempre que estés conforme con el maridaje que te "proponen" e imaginar que has estado en un estrellado (y lo digo por pasado estrellado del chef).

Desde el punto de vista del restaurante, han montado una máquina, para exprimir el nombre del Chef y con una austeridad extrema, para obtener el máximo de rentabilidad. Y a saber cuánta gente trabaja en prácticas ... algún temblor excesivo al servir el vino, era sospechoso.. ;)

Ricard Sampere
www.restaurantscat.cat

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